Su¨¢rez: "Autonom¨ªa gradual para todas las comunidades, sin saltos en el vac¨ªo"
El presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, dedic¨® una parte importante de su intervenci¨®n al problema auton¨®mico, en el que dise?¨® una nueva oferta para el acceso de las distintas comunidades a la autonom¨ªa, as¨ª como soluciones expresas para los problemas de Andaluc¨ªa y Galicia. Tambi¨¦n manifest¨® que a la hora de establecer un balance de lo realizado hay que tener en cuenta que no hace m¨¢s de tres a?os que lleg¨® la democracia. ?Nadie con convicciones democr¨¢ticas se atrever¨ªa a hacer hoy una valoraci¨®n negativa de la transici¨®n pol¨ªtica?, afirm¨®.
Hay que recordar que en tres a?os hemos pasado de un r¨¦gimen autoritario a un sistema democr¨¢tico, se han celebrado varias elecciones, se ha elaborado una Constituci¨®n por la v¨ªa del compromiso, se ha renovado la legislaci¨®n pol¨ªtica y se han hecho reformas importantes para alcanzar una m¨¢s justa y estable convivencia social. Se afirma que hay crisis de Estado, que la democracia se pudre, que el Gobierno no tiene proyecto pol¨ªtico o que hay un clima colectivo de desencanto. Hay que analizar en esta ocasi¨®n lo que de verdadero y falso tienen esos mensajes.Al hacer balance de la situaci¨®n es sobradamente elocuente el lado positivo de la acci¨®n del Gobierno: se han constituido con normalidad democr¨¢tica las instituciones de autogobierno vascas y catalanas, se ha concluido pr¨¢cticamente una ley de tal trascendencia como la de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas y se ha remitido a las Cortes un n¨²mero importante de proyectos. La reforma como m¨¦todo de cambio gradual tiene unas ventajas y unos costes. Asumimos ¨¦stos sin complejos, porque creemos que las ventajas los compensan sobradamente.
Una de las mayores demandas populares es la de tranquilidad, orden, seguridad ciudadana. Esta demanda s¨®lo puede ser satisfecha mediante el imperio de la ley, que es emanaci¨®n de la voluntad del pueblo. Energ¨ªa y firmeza en el marco estricto de las leyes ser¨¢n las coordenadas invariables a las que el Gobierno ajuste su acci¨®n para erradicar el terrorismo y la delincuencia, con la solidaridad de todos los ciudadanos.
En primer t¨¦rmino, est¨¢ la primac¨ªa de la Constituci¨®n y el cumplimiento por parte de todos de las normas legales vigentes, cualquiera sea la valoraci¨®n que nos merezca. No se contribuye al prestigio de la ley cuando se cuestiona: su legitimidad en movilizaciones populares o se afirma que una ley reci¨¦n aprobada nace muerta. La ley puede y debe ser criticada, pero junto a cualquier apreciaci¨®n es preciso proclamar la obligaci¨®n de cumplirla.
En segundo lugar, el imperio de la ley consiste en la efectiva protecci¨®n y garant¨ªa de las libertades p¨²blicas dentro de los limites constitucionales. No es cierto que en Espa?a algunas libertades est¨¦n amenazadas, y en todo caso pr¨®ximamente se remitir¨¢ a las Cortes la ley org¨¢nica que contenga el estatuto de las libertades p¨²blicas y los procedimientos de amparo, judicial para su plena efectividad. La ley ser¨¢ aplicada rigurosa e inexorablemente contra el terrorismo. Que nadie espere negociaci¨®n ni amnist¨ªa para quienes est¨¢n en armas contra la autoridad leg¨ªtima con desprecio de la vida humana.
Se dar¨¢ prioridad al incremento del aparato judicial, as¨ª como a una adecuada dotaci¨®n de medios, lo que supone la inmediata puesta en funcionamiento de 44 nuevos juzgados, y otros treinta m¨¢s adelante, destinados a las zonas perif¨¦ricas de las grandes ciudades y a las de gran desarrollo tur¨ªstico. Se ampliar¨¢n las plantillas del personal judicial y se dotar¨¢n nuevas inversiones.
La situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola es delicada y est¨¢ dominada por el problema de la crisis energ¨¦tica. Las alzas del petr¨®leo tienen especial incidencia en Espa?a, que es un pa¨ªs muy dependiente de la importaci¨®n de crudos. La ¨²nica alternativa consiste en desarrollar otras fuentes de energ¨ªa.
La crisis energ¨¦tica y la atenci¨®n al empleo son las ¨²nicas prioridades que se pueden contemplar, y deben ser perseguidas considerando simult¨¢neamente los equilibrios de la inflaci¨®n, que se ha reducido a la mitad desde junio de 1977 y sigue bajando; de la balanza exterior, cuyo d¨¦ficit se est¨¢ corrigiendo, y del nivel de divisas, que nos permite no tener preocupaciones respecto a la balanza de pagos en los pr¨®ximos dos o tres a?os.
La reestructuraci¨®n y saneamiento de los sectores en crisis impone una absorci¨®n de recursos limitados que impide su inversi¨®n en sectores potencialmente m¨¢s productivos. Por esto, las ayudas a las empresas en crisis han de ser limitadas, tanto en cuant¨ªa como en tiempo y han de estar estrictamente condicionadas al saneamiento efectivo de los sectores. El paro es el gran drama de las sociedades industriales y el mayor factor de injusticia. Actualmente alcanza la cifra de 1.245.349 personas, el 60% de las cuales cobra el seguro de desempleo, excluyendo el paro agr¨ªcola. El sistema de subsidio detrae excesivos recursos que podr¨ªan emplearse en inversiones productivas creadoras de empleo, por lo que el Gobierno espera que con el proyecto de ley de empleo se produzca una asignaci¨®n m¨¢s eficaz de los recursos. La estrategia del Gobierno en la pol¨ªtica de empleo se completar¨¢ con la revisi¨®n de las actuaciones actualmente en marcha, que ofrecen un balance positivo en l¨ªneas generales.
Para disminuir el paro son necesarios recursos elevados, los cuales dependen del aumento del ahorro y de la productividad. S¨®lo mediante la inversi¨®n y el beneficio puede este pa¨ªs seguir creciendo crear puestos de trabajo.
Frente al modelo centralista, la superioridad de unas fuertes autonom¨ªas se apoya en las ventajas que ofrecen el acercar el poder de decisi¨®n a los gobernados y el identificar a las distintas comunidades con su ser cultural e hist¨®rico, que no tiene por qu¨¦ ser anulado por el general y com¨²n a toda la naci¨®n.
Desde esta perspectiva parece dif¨ªcil negar, por ejemplo, que la distinci¨®n claramente desorbitada por razones de ¨ªndole emocional -de dos v¨ªas en el ejercicio de una iniciativa ¨²nica de acceso a la autonom¨ªa; la general, del art¨ªculo 143, y la excepcional del 151- ha perdido pr¨¢cticamente todo su sentido inicial.
La distinci¨®n fue formulada, en efecto, como es noticia com¨²n, en funci¨®n de lo establecido en la disposici¨®n transitoria segunda de la propia Constituci¨®n, esto es, para asignar la segunda de las v¨ªas a aquellos ?territorios que en el pasado hubiesen plebiscitado afirmativamente proyectos de estatuto de autonom¨ªa?, concretamente Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia, a los que se entendi¨® que se deb¨ªa una restituci¨®n hist¨®rica.
Restituci¨®n hist¨®rica no s¨®lo fundamentalmente derivada de la demanda auton¨®mica, sino sobre todo de la de liquidaci¨®n de secuelas y heridas de la guerra civil. Restituci¨®n que se ha hecho en niveles de plena igualdad, ya que es evidente que los tres estatutos de Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia recibir¨¢n un tratamiento de interpretaci¨®n, aplicaci¨®n y desarrollo id¨¦nticos en la medida en que as¨ª lo deseen cada una de las comunidades.
Es cierto que en la Constituci¨®n se preve¨ªa ese procedimiento singular del art¨ªculo 151 para asimilar el proceso auton¨®mico de otras comunidades al de los territorios de restituci¨®n hist¨®rica, contemplados en la transitoria segunda, procedimiento que fue concebido y caracterizado como excepcional y revestido de unos requisitos de todo tipo que han sido desarrollados en una ley org¨¢nica ampliamente votada que no debe, a nuestro juicio, ser modificada arbitrariamente. Pero al mismo tiempo queremos atenernos a la experiencia del proceso; el anhelo general en esta materia es el de la igualdad y, por tanto, efectuadas las tres restituciones hist¨®ricas y generalizada la demanda auton¨®mica, quedan las siguientes opciones:
- O todos los procesos van por la v¨ªa de la asimilaci¨®n a la disposici¨®n transitoria segunda, es decir, por el 15, lo que comportar¨ªa, entre otras cosas, la celebraci¨®n, en un plazo de dos a?os, de no menos de dos docenas de referendos pre y posestatutarios.
- O se hacen discriminaciones entre las regiones que no pueden obtener la restituci¨®n hist¨®rica, discriminaci¨®n odiosa dif¨ªcilmente comprensible.
- O, como parece m¨¢s justo, se opta por un camino com¨²n e igual para todos, que no puede ser m¨¢s que el camino ordinario previsto en la Constituci¨®n.
El problema es, pues, el de superar no ya la dicotom¨ªa entre el art¨ªculo 143 y el 151, sino la existencia entre el art¨ªculo 143, aplicable a todos, y la transitoria segunda, aplicable s¨®lo a Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia. De otro modo se producir¨ªa una aut¨¦ntica mutaci¨®n del esp¨ªritu del texto constitucional, al convertirse la excepci¨®n en regla y la regla en excepci¨®n.
Por tanto, el problema es ahora no el de hacer tres tipos de estatutos, los de la transitoria segunda, los del 151 y los del 143, sino articular las posibilidades constitucionales para que por la v¨ªa llana, expedita y ordinaria del 143 puedan todas las regiones, aparte de las tres hist¨®ricas, caminar sin sobresalto ni temor, de modo firme y seguro hacia la igualdad auton¨®mica, por supuesto entre todas ellas y con las ya mencionadas nacionalidades hist¨®ricas.
Tal es la raz¨®n por la que de una manera responsable y desde una estricta fidelidad a la Constituci¨®n, le¨ªda a la luz de la experiencia presente, UCD, cuyos miembros participan en las decisiones propias de los distintos territorios, formul¨® la leg¨ªtima opci¨®n de encauzar todo el proceso auton¨®mico restante por la v¨ªa del art¨ªculo 143. Esta v¨ªa es, por otra parte, dado el incumplimiento generalizado en una u otra fase de los requisitos previstos para la v¨ªa extraordinaria del art¨ªculo 151, la ¨²nica abierta hoy para la generalidad de las regiones, y ser¨¢, por tanto, la que hayamos de utilizar, haciendo de ella una v¨ªa ancha, segura y r¨¢pida en la consecuci¨®n de una autonom¨ªa para todos. El problema de igualdad est¨¢ resuelto por la libertad organizativa que preside el mencionado precepto. Si las regiones que van a acceder ahora a la autonom¨ªa plena por el 143 desean realmente dotarse de un esquema organizativo paralelo al previsto para las regiones de restituci¨®n hist¨®rica, nada hay ni en la Constituci¨®n, ni en los postulados del partido mayoritario, ni en la actitud del Gobierno, que lo impida.
Pero ni la Constituci¨®n ni los estatutos resultan siempre suficientes para delimitar con precisi¨®n la distribuci¨®n de las competencias. Ello da especial importancia a las leyes sectoriales, que han sido la t¨¦cnica utilizada por los Estados federales. As¨ª pues, la constituci¨®n definitiva del Estado de autonom¨ªas se har¨¢ mediante la promulgaci¨®n de una serie de leyes que, respetando los textos de los estatutos y de la Constituci¨®n, delimitar¨¢n con precisi¨®n e igualdad para todos las competencias de cada instituci¨®n.
El Estado de las autonom¨ªas debe ser construido con los mismos medios de que dispone la Administraci¨®n actual, para evitar a toda costa la acusaci¨®n de que el proceso auton¨®mico es un despilfarro.
El proyecto auton¨®mico que proponemos estar¨¢ basado en la solidaridad y en la generalidad, ya que si alg¨²n territorio no accede a la autonom¨ªa se romper¨ªa la coherencia del modelo. Si es preciso, las Cortes podr¨¢n sustituir la iniciativa local, aunque no creemos que este mecanismo tenga que ser usado. Finalmente, esta din¨¢mica deber¨¢ inspirarse en la gradualidad, ya que el acceso de todas las comunidades a nivel ¨²ltimo de autonom¨ªa supondr¨ªa un salto en el vac¨ªo y un aut¨¦ntico caos.
Las l¨ªneas inmediatas de actuaci¨®n son: elaboraci¨®n y promulgaci¨®n de todos los Estatutos de Autonom¨ªa; utilizaci¨®n de los medios constitucionales para dotar de autonom¨ªas a Ceuta, Melilla y las provincias que queden al margen de la organizaci¨®n auton¨®mica; env¨ªo a las Cortes de los proyectos de leyes de competencias; instrumentaci¨®n de ¨®rganos de cooperaci¨®n entre las comunidades y el Estado, presididos por un miembro del Gobierno. En el caso de Andaluc¨ªa, el Gobierno promover¨¢ la tramitaci¨®n de un estatuto por la v¨ªa del 143, que deber¨¢ estar promulgado dentro de este a?o, y dotar a la comunidad, si ¨¦sta lo desea, de asamblea legislativa elegida por sufragio universal, consejo de gobierno y tribunal superior de justicia.
Las elecciones para las asambleas u organismos electivos de las comunidades se celebrar¨¢n con las primeras elecciones generales o municipales que se convoquen, en seis meses se convocar¨¢ refer¨¦ndum para la aprobaci¨®n del Estatuto gallego.
Rojas Marcos: "Andaluc¨ªa no perdona"
Tras media hora de descanso, el Pleno se reanud¨® con la intervenci¨®n de los portavoces de los distintos sectores parlamentarios. El primero en hacerlo fue Alejandro Rojas Marcos, del Grupo Andalucista, quien dijo:?Si este debate s¨®lo va a servir para que el partido del Gobierno diga que lo ha hecho todo bien, que mejor a¨²n lo va a hacer en el futuro, para que el primer partido de la oposici¨®n (PSOE) diga que ¨¦l lo hubiera hecho mejor y que sin ¨¦l no habr¨¢ futuro (protestas en los bancos de la izquierda) y para que los dem¨¢s apoyemos a coro uno u otro, seg¨²n seamos de derecha o de izquierda, me temo que habremos frustrado una vez m¨¢s a tantos hombres y mujeres de Espa?a que de verdad est¨¢n cansados de c¨®mo nos escuchamos a nosotros mismos?.
?El grupo andalucista est¨¢ decidido a que este debate no quede en una pel¨ªcula de buenos y malos, cargada de palabras vac¨ªas, sino que se plantee la crisis de lo que verdaderamente est¨¢ en crisis: nuestro r¨¦gimen democr¨¢tico?.
?La culpa de esta frustraci¨®n la tenemos todos los miembros de esta C¨¢mara. Pero, claro, unos m¨¢s que otros. Nosotros, el grupo andalucista, tenemos poca culpa, porque tenemos poco poder. Ning¨²n poder en el Gobierno, poco en los esca?os, y menos en los pasillos. Me refiero a los pasillos, porque en este Congreso a veces mandan m¨¢s los pasillos que los esca?os; es en los pasillos donde se encuentran, pactan y consens¨²an los dos partidos mayoritarios UCD y PSOE con sistem¨¢tica exclusi¨®n de las otras fuerzas parlamentarias. (Protestas y silbidos en los bancos del PSOE.) Y cuando no pactan ni consens¨²an su comportamiento, son frecuentemente de tal pobreza pol¨ªtica que dif¨ªcilmente pueden significar soluci¨®n para los grandes problemas de hoy?.
?Frustraci¨®n produce una UCD, endiosada, que no siempre consigue ocultar sus canas franquistas, por m¨¢s que use tintes democristianos, liberales o socialdem¨®cratas y que se comporta con Espa?a como si fuera de su propiedad. Y porque frustraci¨®n produce un PSOE aventurero, que no siempre consigue ocultar su adolescencia, por m¨¢s que grite y huya hacia adelante, y que se pase el d¨ªa componi¨¦ndose para recibir una alternativa que nunca llega?.
?Lo m¨¢s importante de la pol¨ªtica auton¨®mica es conseguir una forma id¨®nea para resolver la contradicci¨®n entre el desarrollo y el subdesarrollo, entre el enriquecimiento de los pueblos y el empobrecimiento de otros?.
?Se?or Su¨¢rez, nosotros queremos que usted, aqu¨ª y ahora, conteste a esta pregunta: ?Su Gobierno va a respetar la voluntad mayoritaria del pueblo andaluz expresada en las urnas del 28 de febrero o va a seguir neg¨¢ndole su derecho a una autonom¨ªa igual a la de catalanes y vascos??. ?El pueblo andaluz no descansar¨¢ hasta que se repare esta injusticia de la ¨²nica manera que puede ser reparable: respetando la voluntad del 28 de febrero de conseguir una autonom¨ªa igual a la conseguida por los pueblos catal¨¢n y vasco. Si eso es posible dentro de nuestras leyes, vamos a respetarlas; si no lo es, vamos a cambiarlas?.
Miguel Roca: "El Gobierno debe buscar el respaldo de una amplia mayor¨ªa"
Miguel Roca, portavoz de la Minor¨ªa Catalana, habl¨® a continuaci¨®n para decir:?No queremos contribuir a la imagen de unos pol¨ªticos que se pelean, ni convertir este debate en plataforma de desgaste para la credibilidad de las instituciones democr¨¢ticas?.
?Es incuestionable que la econom¨ªa espa?ola est¨¢ en una situaci¨®n dif¨ªcil desde hace tiempo y tambi¨¦n lo es que, de una forma razonable, no se puede pedir ni una soluci¨®n radical ni r¨¢pida de la misma. Es preciso recordar tambi¨¦n que, en estos momentos, la situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola est¨¢ m¨¢s deteriorada que hace unos meses. Y que ello sea as¨ª debe atribuirse a que se ha llevado una direcci¨®n err¨®nea de nuestra econom¨ªa, y no tanto porque los t¨¦rminos globales de su planteamiento hayan sido equivocados, como por su aplicaci¨®n concreta?.
??Qu¨¦ puede hacerse? La reforma de la Administraci¨®n es fundamental. El sector p¨²blico est¨¢ ofreciendo un penoso cuadro con el aumento del d¨¦ficit presupuestario. La necesidad de acotar el sector p¨²blico es esencial en la mejora de la econom¨ªa espa?ola. Es evidente que los d¨¦ficit del sector p¨²blico se compensan a trav¨¦s de retraer recursos del sector privado?.
?Es preciso mantener nuestros mecanismos de apoyo a la exportaci¨®n, que tiene a¨²n su camino por recorrer: no adelantar rebajas arancelarias m¨¢s all¨¢ de lo que marquen nuestros compromisos internacionales, mejorar el acceso al cr¨¦dito; acabar el proceso de liberalizaci¨®n financiera que ha quedado a medio camino?.
?Es preciso fomentar la inversi¨®n conteniendo el nivel de consumo. Hemos de hacer menci¨®n principal al tema del paro?, son precisos ?planes y potenciaci¨®n de la formaci¨®n profesional, el reciclaje de la mano de obra, la mejor informaci¨®n posible sobre zonas y tipos de empleo, la participaci¨®n de centrales sindicales y organizaciones empresariales en el conocimiento de las cuentas y los proyectos de este ¨¢mbito. Debe procurarse que los servicios en que se concretan el salarlo social mejore sus prestaciones, disminuyendo as¨ª el efecto individualizado de la crisis. Deber¨ªa reconsiderarse la oportuna flexibilizaci¨®n del sistema fiscal?.
?Pol¨ªtica de seguridad: la delincuencia com¨²n aumenta. Tenemos dotaciones insuficientes, casi siempre mal repartidas, normalmente mal provistas y con instrucciones poco definidas?.
?La certeza de la inseguridad ciudadana est¨¢ conduciendo peligrosamente a una reiterada interpretaci¨®n restrictiva de las libertades individuales?.
Modelo de Estado: ?No ha existido una aut¨¦ntica aceptaci¨®n de lo que representaba un Estado de autonom¨ªas. No tiene sentido construir, primero, un Estado de las autonom¨ªas para frenarlas, para discutirlas o cuestionarlas despu¨¦s; hay que aceptarlas y ayudarlas con todas sus consecuencias. La primera es que la comunidad aut¨®noma es Estado, es Estado en el territorio de la comunidad. A esta C¨¢mara le corresponde pronunciarse sobre la constitucionalidad de los estatutos y armonizar a posteriori la actuaci¨®n de las comunidades, pero no plantearse ni la oportunidad de aqu¨¦llos ni la capacidad para autogobernarse de ¨¦stos?.
?Debe acelerarse el tr¨¢mite de los traspasos de servicios a las comunidades aut¨®nomas?. Hay que ?configurar al Senado como una C¨¢mara de representaci¨®n territorial?.
Fraga: "Bases para una aut¨¦ntica mayor¨ªa de gobierno"
Seguidamente intervino Manuel Fraga, portavoz de Coalici¨®n Democr¨¢tica, quien afirm¨®, entre otras cosas:?En estas circunstancias, nuestro grupo no puede ni apuntalar a un Gobierno que no merece nuestra confianza, ni tampoco contribuir a apuntillarlo antes de que exista una alternativa v¨¢lida?.
?Nosotros no pensamos que la soluci¨®n de los problemas de esta hora de Espa?a est¨¦ en la improvisaci¨®n de una nueva mayor¨ªa heterog¨¦nea. Los mismos que la proponen saben muy bien que esta C¨¢mara podr¨ªa haber tenido y podr¨ªa tener todav¨ªa una mayor¨ªa natural coincidente con la mayor¨ªa natural de la opini¨®n, a la que se han apresurado a descalificar como mayor¨ªa mec¨¢nica?.
?En cuanto a los grupos que piensan que la prioridad corresponde a los cambios, que siguen pensando en la huida hacia adelante, que, en definitiva, pretenden agravar la crisis general, para mejor resolverla, quisiera decirles, con el coraz¨®n en la mano, que todos deseamos reformas profundas y decididas de la sociedad espa?ola; que nadie desea cerrarles el paso para que ellos las promuevan dentro de la Constituci¨®n con arreglo a la ley. Que deseamos que llegue a ser una razonable alternativa de gobierno. Pero ellos deber¨ªan ser los primeros en reconocer que ¨¦ste no es su momento y que en medio de los problemas de hoy es m¨¢s la hora de afianzar que la de nuevas y peligrosas aventuras?.
?Yo estoy convencido, de que una inmensa mayor¨ªa de los espa?oles estar¨ªan dispuestos a suscribir un programa pol¨ªtico y al Gobierno que se comprometiera con credibilidad a cumplirlo, concebido en los siguientes concisos t¨¦rminos:
1? Unidad de Espa?a, potenciada y no puesta en peligro por autonom¨ªas regionales, razonables y econ¨®micas.
2? Actuaci¨®n eficaz del Ejecutivo y del poder judicial para una plena paz civil y seguridad ciudadana.
3? Libertades p¨²blicas y democracia fuerte, con una modificaci¨®n de la ley Electoral y de la Televisi¨®n, que permita la creaci¨®n de mayor¨ªas estables y de un turno real de alternativas pol¨ªticas.
4? Aceptaci¨®n plena del principio o modelo de econom¨ªa social de mercado.
5? Libertad sindical, con una legislaci¨®n que oriente los conflictos colectivos a soluciones arb¨ªtrales, siempre que sea posible.
6? Potenciaci¨®n de las empresas, de la inversi¨®n y de la creaci¨®n de puestos de trabajo.
7? Pol¨ªtica agraria de pleno apoyo a una mejor alimentaci¨®n de los espa?oles, a precios razonable para todos, con salvaguardia de ¨¦ste sector clave de nuestra salud f¨ªsica y moral y de nuestra independencia.
8? Pol¨ªtica de ense?anza completa y libre para todos.
9? Pol¨ªtica de defensa de la salud y de la calidad de vida y de la naturaleza.
10? Pol¨ªtica exterior con pleno respeto a los principios de las Naciones Unidas, cada vez m¨¢s integrada en las comunidades econ¨®micas -Europa-, culturales -Iberoam¨¦rica- y de defensa -mundo atl¨¢ntico- a las que naturalmente pertenecemos?.
?El terrorismo s¨®lo se puede combatir con los m¨¦todos con que se. le derrota en todas partes: yendo sin vacilaciones a la cabeza, creando servicios adecuados de informaci¨®n, condenando con la misma dureza a los comandos informativos que a los que luego, con los datos de aqu¨¦llos, asesinan y secuestran y dejando claro que el terrorista que mata o lesiona no volver¨¢ a tener libertad para volver a hacerlo?.
?A la delincuencia com¨²n no se la puede desanimar (...) sin la creaci¨®n de un ambiente claro de que esto se ha acabado y de que empieza una etapa en la cual el que la hace la paga?.
?Una mayor¨ªa, que es la misma que hoy prevalece en toda Europa, es perfectamente viable en Espa?a; puede y debe, en un plazo de dos a?os, poner orden en el conjunto de los problemas?.
Aizp¨²n: "Navarra defiende la unidad de Espa?a"
Finalizada la intervenci¨®n de Fraga, se concedi¨® el uso de la palabra a los representantes del Grupo Mixto, quienes se repartieron el tiempo total atribuido a cada grupo -veinte minutos- en turnos de cinco para cada una de las cuatro personas que hablaron.El primero en hacerlo fue Jes¨²s Aizp¨²n, de Uni¨®n del Pueblo Navarro, quien plante¨® que ?no hay que alejarse en el tiempo para encontrar ejemplos de la amenaza terrorista: este mediod¨ªa ETA ha interferido el telediario de las tres de la tarde en Navarra, durante cinco minutos, para lanzar sus proclamas conocidas?.
?Se conculca el derecho a la vida, a la propiedad, el derecho de muchas familias que se ven obligadas a abandonar sus hogares y su trabajo. Mientras todo esto ocurre, el Gobierno no parece tener ninguna respuesta adecuada para paliar el clima de grave inseguridad en que vivimos?.
?Cuando Navarra defiende su propia identidad, est¨¢ defendiendo, al mismo tiempo, la unidad de Espa?a?.
?Se ha procedido con en enorme superficialidad en el tratamiento del problema auton¨®mico?.
Bandr¨¦s: "No tenemos que demostrar que queremos la paz"
Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, representante de Euskadiko Ezkerra, dijo que esta fuerza pol¨ªtica ?est¨¢ en contra de una estrategia que intenta agudizar al m¨¢ximo las situaciones de violencia. Se ha dicho que es necesario erradicar la violencia, y erradicar significa arrancar de ra¨ªz, pero la violencia en Euskadi hunde sus ra¨ªces en una parte nada despreciable del pueblo?.?Los resultados de las ¨²ltimas elecciones son bien ilustrativos para un grupo nada cr¨ªtico para la violencia?. Nadie quiere esta violencia y, quiz¨¢, ?los que la practican menos que nadie? (fuertes protestas de los bancos de UCD). ?Son necesarias medidas de gracia? (abucheos centristas).
?Los vascos no podemos contribuir a la soluci¨®n de la violencia si no se nos dan soluciones pol¨ªticas. Apoyamos y apoyaremos el Estatuto de Guernica, si no sufre recortes a trav¨¦s de leyes org¨¢nicas. Nadie tiene derecho a pedir a los vascos que demostremos que queremos la paz. Es el Gobierno quien tiene que demostrar que desea soluciones?.
G¨®mez de las Roces: "No sab¨¦is a d¨®nde vais"
En nombre del Partido Aragon¨¦s Regionalista (PAR), Hip¨®lito G¨®mez de las Roces tom¨® la palabra para decir que hablaba en nombre de Arag¨®n. Y agreg¨®:?Hablo en nombre del Partido Aragon¨¦s Regionalista. Hablo en nombre de Arag¨®n. El Gobierno carece de una pol¨ªtica econ¨®mica seria; no conoce m¨¢s que una pol¨ªtica para ma?ana?.
?Los de UCD no sab¨¦is a d¨®nde vais. Est¨¢is creando simples sucursales de vuestro partido; est¨¢is creando aut¨®matas en lugar de autonom¨ªas; est¨¢is falseando todas las promesas electorales que hicisteis. La Diputaci¨®n General de Arag¨®n no es de Arag¨®n, sino de UCD.
Blas Pi?ar: "La Constituci¨®n est¨¢ muerta"
Blas Pi?ar, presidente de Fuerza Nueva, utiliz¨® el ¨²ltimo de los turnos concedidos al Grupo Mixto. Dijo que ?el Estado se configura como un Estado de autonom¨ªas, un Estado de derecho y un Estado social. La verdad, sin embargo, es que el Estado de autonom¨ªas no es un Estado descentralizado, sino un Estado de nacionalidades, y que la nacionalidad se identifica con la naci¨®n, y que la naci¨®n, biol¨®gicamente, busca el sello pol¨ªtico de su personalidad, constituy¨¦ndose en Estado. De aqu¨ª que el Estado de autonom¨ªas sea un t¨®pico, a no ser que por Estado de autonom¨ªas se entienda lo que no quiere la Constituci¨®n, un Estado federal ?.?Hay que reconocer -y ah¨ª est¨¢n los hechos- que la Constituci¨®n de 1978 ha fracasado y est¨¢ muerta?.
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