El Gobierno iran¨ª ordena una ofensiva general en el Kurdist¨¢n
Son las tres de la madrugada en Baneh y la guerra sigue sin descanso. Truena la artiller¨ªa y el horizonte resplandece, de vez en vez, con el fogonazo d e los ca?ones. No cesa el ruido de las armas autom¨¢ticas. La media Luna iluminar¨¢ d¨¦bilmente, a¨²n una hora m¨¢s, el campo de batalla.A pesar de la oscuridad, se puede o¨ªr a veces el girar de las aspas de un helic¨®ptero iran¨ª. Hace poco un Phantom sobrevol¨® la carretera y lanz¨® tres bombas sobre un jeep que iba lleno de peshmergas (guerrilleros kurdos), que lograron escapar con vida.
Seg¨²n afirman los guerrilleros, cincuenta carros de combate del Ej¨¦rcito iran¨ª han puesto rumbo a Baneh para reforzar las debilitadas posiciones que mantienen las fuerzas gubernamentales. Los peshmergas parecen haber echado el resto en esta batalla, que viene alarg¨¢ndose desde hace d¨ªas. Para los kurdos es vital tomar el arsenal del Ej¨¦rcito en esta ciudad cercana a la frontera iraqu¨ª. Los peshmergas necesitan hacerse con los misiles que, seg¨²n creen, est¨¢n almacenados en el polvor¨ªn: ser¨ªa un arma esencial para la precaria defensa antia¨¦rea kurda.
Al igual que ocurri¨® en Saguez y Sanandaj, la poblaci¨®n civil ha evacuado ya Baneh y aprovecha la oscuridad de la noche para recuperar sus pertenencias. Los refugiados desfilan como fantasmas por los bordes de la carretera, acarreando los m¨¢s variopintos equipajes.
Para evitara los Phantom iran¨ªes hemos tenido que recorrer con los faros del coche apagados buena parte del camino. Han sido cerca de doscientos kil¨®metros los que hemos hecho para llegar desde Mahabad hasta Baneh. El conductor (Abdula, un camionero cuarent¨®n que dej¨® su oficio para militar en la guerrilla) ha aprovechado los tramos en descenso para deslizar el coche en punto muerto y ahorrar gasolina.
La gasolina, quince veces m¨¢s cara
El duro bloqueo impuesto por 1as autoridades de Teher¨¢n a las ciudades kurdas ha creado a los peshmergas algunos problemas log¨ªsticos. Si bien fuentes guerrilleras dicen que cuentan con reservas para seis meses m¨¢s de guerra, la poblaci¨®n civil paga ahora la gasolina, en el ?mercado negro? por un precio quince veces superior al legal.
Por el momento, los kurdos se resisten a importar combustible de Irak, para no ser acusados de connivencia con este pa¨ªs. Los peshmergas dicen ocupar la mayor parte de los puestos fronterizos que separan a Irak, Turqu¨ªa y la Uni¨®n Sovi¨¦tica del Kurdist¨¢n y, el Aserbaiy¨¢n (regi¨®n esta en la que tambi¨¦n existe fuerte implantaci¨®n kurda). Pasar camiones cisterna por esos puestos no es, pues, nada dif¨ªcil.
Los kurdos no temen pasar hambre, ya que su agricultura y ganader¨ªa es bastante pr¨®spera. Diferente es, sin embargo, el problema de la falta de medicamentos. Especialmente si se tiene en cuenta lo terriblemente sangrienta que est¨¢ resultando esta contienda.
La guerra actual tiene sus or¨ªgenes en el pasado verano, cuando los kurdos tomaron las armas para rebelarse contra la intransigencia mostrada por Teher¨¢n ante sus demandas de autonom¨ªa. Los enfrentamientos duraron tres meses. Al final, se lleg¨® al acuerdo de entablar negociaciones y el Gobierno iran¨ª retir¨® las fuerzas que hab¨ªa enviado al comienzo de la guerra.
Cuando hace un mes las guarniciones iran¨ªes en el Kurdist¨¢n fueron reforzadas ante el temor de una hipot¨¦tica invasi¨®n iraqu¨ª, los kurdos volvieron a las armas. Las negociaciones no hab¨ªan avanzado nada y el env¨ªo de tropas fue tomado por los kurdos como una provocaci¨®n.
Seg¨²n algunos, esta ¨²ltima guerra comenz¨® algo antes: cuando los antiguos propietarios de las tierras repartidas en la reforma agraria del sha trataron de expulsar a los campesinos que ven¨ªan explot¨¢ndolas durante los ¨²ltimos a?os. Los peshmergas y fedayines (extrema izquierda) acudieron en ayuda de los campesinos, mientras el Ej¨¦rcito y los pasdaranes (Guardianes de la Revoluci¨®n) se pon¨ªan del lado de los antiguos terratenientes.
Cualquiera que sea la causa que inici¨® el conflicto, lo cierto es que est¨¢ siendo una de las guerras m¨¢s sangrientas que el Kurdist¨¢n ha conocido en sus siete siglos de lucha. El Ej¨¦rcito ha utilizado su artiller¨ªa contra la poblaci¨®n civil y, seg¨²n los peshmergas, unos 100.000 kurdos han, tenido que abandonar sus hogares.
Un aut¨¦ntico genocidio
?Hay pueblos que han sido destruidos completamente..., esta es una guerra de exterminio, un aut¨¦ntico genocidio?, dice Abdelrahmane Gasemlu, secretario general del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n iran¨ª (PDKI), principal .y m¨¢s veterana fuerza pol¨ªtica de la regi¨®n. Junto al PDKI luchan los fedayines y el kumaleh (mao¨ªstas), si bien este ¨²ltimo grupo tiene algunas diferencias t¨¢cticas e ideol¨®gicas con sus aliados. .
Es dif¨ªcil saber qu¨¦ porcentaje de los siete millones de kurdos que habitan en Ir¨¢n lucha con la guerrilla. Lo cierto es que es frecuente .ver a hombres que trabajan con el kalachnicov al hombro, mientras por las calles los soldados gubernamentales que se encuentran de permiso pasean desarmados.
Gasemlu (49 a?os, casado, educado en Par¨ªs y Praga, doctor en Econom¨ªa, especializado en planificaci¨®n a largo plazo) pretende dejar bien claro que su partido no quiere cambiar las fronteras del Ir¨¢n ni pedir la independencia. ?Recientemente, varios de nuestros hombres cayeron defendiendo un puesto fronterizo que era atacado por fuerzas mercenarias iraqu¨ªes?, dice Gasemlu. ?S¨®lo pedimos una autonom¨ªa pol¨ªtica, econ¨®mica y cultural, que sea reconocida en la Constituci¨®n y deje en manos del Estado la defensa nacional, las relaciones exteriores, la planificaci¨®n econ¨®mica a largo plazo y el sistema monetario?.
?Una vez?, prosigue Gasemlu ?envi¨¦ un mensaje al presidente Banisadr, en el que le dec¨ªa que aceptar¨ªamos que se nos concediese una autonom¨ªa como la de Catalu?a..., pero Banisadr no respondi¨®. El Gobierno de Teher¨¢n?, a?ade, ?quiere que antes de negociar abandonemos las armas, pero nosotros tenemos bien claro que si abandonamos las armas nunca habr¨¢ negociaciones?.
Los dirigentes de la Rep¨²blica Isl¨¢mica han acusado a los resistentes kurdos de proimperialistas, contrarrevolucionarios y hasta de sionistas. ?Parece que se ha olvidado ya?, responde Gasemlu, ?que la revoluci¨®n no era isl¨¢mica, sino que era la revoluci¨®n de todo un pueblo. Nosotros ¨¦ramos antiimperialistas y luch¨¢bamos contra el sha cuando esos ayatollah se dedicaban a descansar. El r¨¦gimen de Jomeini es tan malo como el r¨¦gimen del sha..., no dejan manifestarse a.los estudiantes, atacan con Phantom y helic¨®pteros a nuestro pueblo ... ?Es eso antiimperialismo??
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