El Gobierno someti¨® a Felipe Gonz¨¢lez a un duro examen como candidato a la Presidencia

M¨¢s de diez horas de debate parlamentario sobre la moci¨®n de censura socialista contra el Gobierno Su¨¢rez no fueron suficientes para que se pudiera llegar a una votaci¨®n. Pasada la una y media de la madrugada, el presidente de la C¨¢mara suspendi¨® la sesi¨®n hasta esta tarde. UCD se esforz¨® durante todo este tiempo en convertir el debate en un examen al candidato a la presidencia del Gobierno, en el que curiosamente no intervino el presidente censurado, Adolfo Su¨¢rez, excepto tres minutos para responder a uno de los muchos retos que le hizo Felipe Gonz¨¢lez.

El peso del debate por parte gubernamental lo llevaron el vicepresidente segundo, Fernando Abril, y el secretario general de UCD, Rafael Calvo, Calvo y Gonz¨¢lez se enzarzaron en un debate sobre el programa de gobierno socialista, que sustituy¨®, en la realidad, al que no lleg¨® a producirse entre el jefe del Gobierno -que se reserva para coronar hoy las intervenciones de sus hombres- y el candidato a la Presidencia. Adolfo Su¨¢rez, s¨®lo despu¨¦s del ¨²ltimo reto de Felipe Gonz¨¢lez, cerca de las once y media de la noche, subi¨® unos instantes a la tribuna de oradores para decir, sin papeles delante, que no hab¨ªa programa socialista y que es preciso el cambio del recambio.Los hombres que sacaron de apuros al censurado desempe?aron dos papeles bien diversos. Fernando Abril, con tono burl¨®n y la utilizaci¨®n de un extra?o acento pseudo-mexicano, insisti¨® en que se trataba de un examen al aspirante, que concluye con un debate en el que se gana o se pierde, sin que quepan victorias morales. Rafael Calvo, con estilo m¨¢s serio y riguroso, impugn¨® la credibilidad, coherencia, falta de concreci¨®n temporal y globalidad del programa socialista.

A ambos y a los varios ministros que intervinieron en el debate contest¨® Felipe Gonz¨¢lez, que en ning¨²n momento abandon¨® su esca?o y que aparec¨ªa cansado y un tanto crispado en la madrugada de hoy, a la salida del Congreso.

Las expectativas de voto a favor de la moci¨®n de censura socialista contra el Gobierno se aproximaban a los 150 votos. Gregorio Peces-Barba asegur¨®, sin embargo, que los partidarios de la censura al Gobierno superaban el n¨²mero de los votos con que cuenta el grupo centrista: 166.

La dificultad puesta de manifiesto para la operatividad de la moci¨®n socialista consisti¨® en su car¨¢cter constructivo, que impidi¨® a las minor¨ªas expresarse con claridad sobre la confianza a Su¨¢rez y el apoyo a Felipe Gonz¨¢lez, forzosamente mezclados en el voto previsto por la Constituci¨®n para decidir sobre esta modalidad.

La primera parte del debate de ayer, la correspondiente a las intervenciones de las minor¨ªas m¨¢s peque?as, ofreci¨® acentos de cordialidad y serenidad. Las espadas esgrimidas en la sesi¨®n anterior por Alfonso Guerra y Rafae Arias-Salgado permanec¨ªan en el cinto. Las duras cr¨ªticas centristas al programa socialista, trasladadas el mi¨¦rcoles a los periodistas, no se reflejaron apenas en el hemiciclo En este ambiente, Manuel Fraga vaticin¨® futuro a Felipe Gonz¨¢lez como primer ministro, con la ¨²nica condici¨®n de que se hiciera conservador. El l¨ªder socialista le devolvi¨® el piropo cuando asegur¨® que una cabeza como la de Fraga -?en la que cabe el Estado?- podr¨ªa estar sobre los hombros de una persona de izquierdas.

La impresi¨®n general, incluso entre muchos diputados centristas, en esta parte del debate fue la de que en el hemiciclo el ¨²nico l¨ªder de la derecha era Manuel Fraga, como Felipe Gonz¨¢lez en la izquierda. Las alusiones del secretario general del PSOE a la inhibici¨®n parlamentaria de Adolfo Su¨¢rez no lograron que el presidente del Gobierno subiera a la tribuna de oradores. Fernando Abril, agarr¨¢ndose a los pretextos que les proporcionaba los planteamientos socioecon¨®micos, jug¨® a la perfecci¨®n el papel de pe¨®n de quite o, como le retrat¨® Felipe Gonz¨¢lez, de ?se?ora Thatcher?, mientras Adolfo Su¨¢rez segu¨ªa en su papel de la reina de Inglaterra, esto es, de jefe de Estado que no baja a la arena parlamentaria.

Fraga sac¨® partido

Coalici¨®n Democr¨¢tica rentabiliz¨® el distanciamiento voluntario del presidente del Gobierno durante la primera parte del debate. Manuel Fraga asegur¨® que el Gabinete Su¨¢rez, fuera cual fuera el resultado de la moci¨®n de censura, se encontraba obligado a plantear la cuesti¨®n de confianza, es decir, a preguntar a la C¨¢mara si le respalda todav¨ªa, lo que le obligar¨ªa a dimitir si no obtuviera la mayor¨ªa simple de votos y desencadenar¨ªa las consultas del Rey a los l¨ªderes pol¨ªticos para encontrar un nuevo presidente del Gobierno. Blas Pi?ar insisti¨® tambi¨¦n en esa idea, en una intervenci¨®n de tonos apocal¨ªpticos.Fuentes centristas informaron a EL PAIS que UCD plantear¨¢ probablemente la cuesti¨®n de confianza en los pr¨®ximos meses, una vez que asegure la mayor¨ªa suficiente mediante los votos de los grupos ideol¨®gicamente m¨¢s afines -Minor¨ªa Catalana y Partido Nacionalista Vasco (PNV)- Los diputados de este ¨²ltimo grupo, ausentes ayer del hemiciclo, es muy probable que se incorporen en breve al Parlamento tras las negociaciones que contin¨²an con el Gobierno. Ayer mismo se entrevistaron Marcos Vizcaya y el ministro Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca.

Un intento del ex ministro Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez por contestar a Fraga fue desaconsejado por los ministros econ¨®micos. Manuel Fraga hab¨ªa hecho una alusi¨®n a la falsa socialdemocracia de UCD y a la reforma fiscal propugnada por el PSOE, que remat¨® con el siguiente ripio: ?Matarile-rile-ron, despu¨¦s de Ord¨®?ez, bar¨®n?. Ord¨®?ez, seg¨²n manifest¨® a EL PAIS, deseaba decir que si Fraga entra a formar parte de una nueva mayor¨ªa con UCD, ¨¦l saldr¨¢ en ese mismo instante por otra puerta del partido gubernamental.

Las minor¨ªas, contra UCD y PSOE

Las minor¨ªas se ampararon en el car¨¢cter constructivo de la moci¨®n de censura para justificar en general sus dudas ante la votaci¨®n. El andalucista Rojas Marcos estim¨® culpable de la situaci¨®n pol¨ªtica actual tanto a UCD como al PSOE, por sus consensos ?solos y a escondidas?, e igualmente Manuel Fraga descalific¨® a ambos partidos frente a la mayor¨ªa natural que defendi¨® en una intervenci¨®n que concluy¨® con la invocaci¨®n a Dios y a Espa?a. Miguel Roca, por la Minor¨ªa Catalana, acudi¨® al refranero castellano para se?alar: ?No sea que el uno por el otro, la casa sin barrer?.En el vaticinio de los males que un Gobierno PSOE-PCE producirla al pa¨ªs destac¨® el ministro de Comercio y Turismo, Luis G¨¢mir, quien descalific¨® el programa econ¨®mico socialista, al que valor¨® como un rat¨®n dado a luz por las monta?as de los congresos del PSOE.

La artiller¨ªa gubernamental contra el programa de Felipe Gonz¨¢lez la inici¨® el ministro de Administraci¨®n Territorial, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, para quien los ¨²nicos aspectos posibles del programa auton¨®mico socialista est¨¢n copiados de UCD, ya que s¨®lo el planteamiento del Gobierno es realizable y coherente, gobierne quien gobierne. Peces-Barba replic¨® a P¨¦rez-Llorca destacando las diferencias entre ambos programas, fundamentalmente el reconocimiento socialista de las dos v¨ªas constitucionales; el ?no dirigismo? de los procesos auton¨®micos y las limitaciones de las denominadas leyes horizontales. Peces-Barba asegur¨® que el profesor Garc¨ªa Enterr¨ªa ha protestado de la versi¨®n gubemamental de sus tesis.