Pilotos contra federativos

El problema personal entre dos hombres ha puesto en grave peligro la celebraci¨®n del Gran Premio de Espa?a no s¨®lo de este a?o, sino de los venideros. Probablemente, la pueril disculpa de las multas a unos pilotos, esgrimida por uno de ellos -el franc¨¦s Balestre, presidente de la Federaci¨®n Internacional- frente al otro -el brit¨¢nico Bernie Ecclestone, a su vez presidente de la Asociaci¨®n de Constructores de F¨®rmula 1-, puede hacer saltar por los aires hecho a?icos el campeonato del mundo, tal como se conoc¨ªa hasta el presente.Un nuevo campeonato paralelo, con las mismas reglas deportivas, pero al margen del organismo federativo, podr¨ªa surgir en los pr¨®ximos d¨ªas a partir de la gestaci¨®n del Jarama. Los pilotos y los constructores demostrar¨ªa, de llevarse acabo este mundial paralelo, que el deporte puede vivir exactamente igual -o quiz¨¢ mejor- sin los federativos.

En el caso del Gran Premio de Espa?a de F¨®rmula 1, adem¨¢s, los grandes perdedores ser¨¢n los que menos merec¨ªan serlo: por un lado, el p¨²blico, que se tendr¨¢ que conformar con una lucha deportiva sin la presencia de tres importantes equipos, y por otro, el Real Autom¨®vil Club de Espa?a, organizador de la carrera. El RACE, al margen del perjuicio econ¨®mico y de las posibles consecuencias futuras, ha sido el ¨²nico que se ha mostrado conciliador y pragm¨¢tico, sin olvidar en ning¨²n momento que su objetivo irrenunciable era el de organizar la carrera de f¨®rmula 1 de Espa?a.

Lamentablemente, la postura del RACE contrasta con la adoptada por la Federaci¨®n Espa?ola de Automovilismo. La FEA ha mantenido un exceso de celo mal entendido y ha adoptado en muchas ocasiones demasiadas posiciones lamentables que supon¨ªan adem¨¢s un claro perjuicio para la carrera espa?ola en beneficio de un sentido del deporte muy lejano de la realidad.

A partir de este carrera, el deporte del autom¨®vil nacional e internacional ser¨¢ forzosamente diferente.