Ramsey Clark puede ser sancionado cuando vuelva a EE UU

La Administraci¨®n Carter sigue con gran discreci¨®n la conferencia internacional que re¨²ne en Teher¨¢n a unos cuatrocientos delegados procedentes de varios pa¨ªses, con objeto de denunciar las implicaciones de EE UU con el r¨¦gimen dictatorial del sha. Las ¨²nicas reacciones son de cr¨ªtica a la delegaci¨®n de diez miembros norteamericanos, presidida por el ex ministro de Justicia Ramsey Clark, que participa en los trabajos de la conferencia de Teher¨¢n. ?Pueden ser perseguidos y condenados?, dijo Jody Powell, portavoz de la Casa Blanca, comentando la violaci¨®n que supone al decreto del presidente Jimmy Carter que proh¨ªbe todo viaje de ciudadanos norteamericanos a Ir¨¢n. Las sanciones podr¨ªan llegar hasta diez a?os de c¨¢rcel y 50.000 d¨®lares de multa.Washington tampoco confirma ni desmiente la validez del mensaje secreto enviado por el general Alexander Haig, por entonces comandante en jefe de las fuerzas aliadas en Europa, al general Robert Huyser, en ?misi¨®n secreta? en Ir¨¢n durante el per¨ªodo que precedi¨® el exilio del sha y la llegada del ayatollah Jomeini. Tom Lambert, portavoz del Departamento de Defensa, afirm¨® que el Pent¨¢gono no ten¨ªa ?ning¨²n comentario? que aportar a las alegaciones presentadas por el Gobierno iran¨ª a la conferencia internacional relativas al intento de una intervenci¨®n militar apoyada por EE UU para evitar la implantaci¨®n del movimiento revolucionario iran¨ª.

La misi¨®n del general Robert Huyser en Ir¨¢n, que se prolong¨® a lo largo de un mes a principios de 1979, queda encubierta por un tupido velo de silencio por parte de la Administraci¨®n norteamericana. El propio sha, desde su exilio en Egipto, record¨® hace poco, en una entrevista con el Washington Post, que ?fue lamentable no haber utilizado la fuerza militar? para detener las manifestaciones populares que provocaron su ca¨ªda y la llegada de Jomeini.

A los siete meses justos del asalto de la Embajada de EE UU en Teher¨¢n, realizada el 4 de noviembre ¨²ltimo por los estudiantes isl¨¢micos, Washington mantiene una postura de extrema discreci¨®n. Espera, sin duda, los resultados de la conferencia internacional de Teher¨¢n y la eventual soluci¨®n que pueda permitir la liberaci¨®n de los 53 rehenes norteamericanos detenidos en Teher¨¢n. Tras del fracaso de la acci¨®n militar destinada a liberar a los rehenes, operaci¨®n calificada en Teher¨¢n de ?acto ilegal e intolerable? por el ex ministro estadounidense de Justicia Clark, Washington no puede hacer otra cosa que esperar un desenlace pac¨ªfico de la crisis entre EE UU e Ir¨¢n.

Despu¨¦s de la conferencia internacional que condenar¨¢ en Teher¨¢n a EE UU por sus v¨ªnculos con la dictadura del sha, puede iniciarse otra m¨¢s discreta que defina c¨®mo se descongelar¨¢n los 8.000 millones de d¨®lares (unos 560.000 millones de pesetas) de capitales iran¨ªes depositados y retenidos por los grandes bancos norteamericanos. Es otro elemento capital en las casi seguras negociaciones secretas entre Washington y Teher¨¢n. Como punto final se espera la liberaci¨®n de los rehenes. Hecho que ser¨ªa el mejor regalo electoral que Teher¨¢n podr¨ªa aportar a la campa?a electoral en pro de la reelecci¨®n del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter.