Falleci¨® el escritor norteamericano Henry Miller
El escritor norteamericano Henry Miller falleci¨® el pasado s¨¢bado en su domicilio de California, a los 88 a?os de edad, a causa de un agravamiento en los trastornos circulatorios que padec¨ªa desde hace tiempo. Su amigo y editor Noel Young, de la editorial Capra Books, de Santa, B¨¢rbara, manifest¨® que hab¨ªa muerto sin sufrimiento, ?su muerte era esperada y fue pac¨ªfica?. Debido a la diferencia horaria y al retraso en facilitar la noticia, los medios informativos no pudieron recoger el domingo la desaparici¨®n de uno de los grandes novelistas de nuestro siglo.
Una vida consagrada a la literatura, un religioso del sexo, un exaltado apologista del amor y de la sexualidad sin complejos, el gran porn¨®grafo, un genio vital, son algunos de los res¨²menes posibles de la permanencia literaria de Miller, un escritor que deseaba coronar su obra con el Premio Nobel de Literatura. Pocos d¨ªas despu¨¦s de concederse a Isaac Bashevis Singer, declaraba: ?Si no he tenido el premio este a?o, peor para ellos; ya me lo dar¨¢n el a?o que viene. Ya se sabe que el Nobel en s¨ª mismo no es nada, es el dinero lo que importa. De todas maneras, si yo hubiera ganado el Nobel no habr¨ªa ido a recibirlo. Yo no viajo m¨¢s y tampoco me pongo un esmoquin?.Hace dos a?os, Miller confesaba a un periodista que hab¨ªa visto de cerca la muerte al sufrir la primera operaci¨®n, cinco a?os atr¨¢s. ?Hasta entonces, nunca hab¨ªa pensado en la muerte. A menudo me digo que la vida debe ser bonita al otro lado, debe continuar, yo lo siento, tengo la intuici¨®n. De otra manera, toda la existencia ser¨ªa una p¨¦rdida de tiempo?.
Intuici¨®n de una vida al otro lado de la muerte
Henry Miller naci¨® el 26 de diciembre de 1891, en Yorkville, barrio de Nueva York, de padres americanos de origen alem¨¢n. Al poco tiempo, la familia se instala en Brooklyn, y la calle se convierte en el primer campo de experiencias, del futuro escritor. Es un ejemplo t¨ªpicamente americano de self-made man, autodidacta en todo a partir de una breve temporada en la escuela secundaria y en la Universidad Cornell. Durante tres a?os, a partir de 1914, trabaj¨® con su padre y en otras ocupaciones como funcionario municipal y empleado de una compa?¨ªa de cemento. En 1924 abandona la compa?¨ªa de tel¨¦grafos, donde ocupaba un cargo de director de personal y decide consagrarse a la escritura.
Tiempo de penuria y fecundidad en Par¨ªs
En 1930 emprendi¨® un viaje a Espa?a, pero las circunstancias lo desviaron a Par¨ªs, donde permaneci¨® casi diez a?os, un tiempo de penuria pero fecundo, con la publicaci¨®n de sus mejores novelas. En 1931 conoce en Par¨ªs a Ana?s Nin, con la que mantiene una gran amistad y un epistolario durante varios a?os, y tres a?os mas tarde publica su primer libro, Tr¨®pico de C¨¢ncer, donde se autolibera definitivamente de su pasado americano. Esta obra, calificada de obscena y pornogr¨¢fica, provoc¨® cerca de sesenta procesos y no se pudo publicar en Estados Unidos hasta 1960. En la d¨¦cada de los treinta publica Ida y vuelta Nueva York (1935), Primavera negra (1936) y Tr¨®pico de Capricornio (1939).
Uno de sus libros preferidos es El coloso de Marusi (1941), escrito a partir de un viaje por Grecia en compa?¨ªa del escritor Lawrence Durrell, con el que mantuvo una amplia correspondencia, a partir de su primer encuentro en 1937, publicada en 1963. Esta obra anuncia un nuevo per¨ªodo del escritor, con un estilo m¨¢s reflexivo.
La segunda guerra mundial le oblig¨® a volver a Estados Unidos, en 1940, donde se establece en California, cerca de Big Sur, localidad descrita en una de sus obras m¨¢s representativas. Antes recorri¨® diversos puntos del pa¨ªs, retratado de una forma feroz en el libro Pesadilla de aire acondicionado (1945). Su intensa actividad literaria se centra en la trilog¨ªa La crucifixi¨®n rosada, que comprende los vol¨²menes Sexus (1949), Plexus (1953) y Nexus (1959), donde contin¨²a sus personales confesiones y otros aspectos autobiogr¨¢ficos y muestra c¨®mo un hombre puede salir del sistema para convertirse en un ser verdaderamente libre. Publica adem¨¢s Los libros de mi vida (1952), donde describe sus dispersas influencias literarias; Big Sur y las naranjas de Hieronymus Bosch, D¨ªas tranquilos en Chichy, Rimbaud (1956) y El mundo del sexo (1957).
Literato entusiasta a los ochenta a?os
A partir de 1964 se instala en la localidad de Pacific Palisades, cerca de Los Angeles, convertida en una instituci¨®n para los norteamericanos en los ¨²ltimos a?os. Al llegar a los ochenta a?os public¨® el libro Al pasar los ochenta, donde se muestra el mismo Miller entusiasta que sesenta a?os antes decidi¨® su dedicaci¨®n a la literatura. En 1976 recibi¨® la Legi¨®n de Honor de la Rep¨²blica Francesa, galard¨®n entregado por el embajador franc¨¦s en Estados Unidos. Se hab¨ªa casado cinco veces y tuvo tres hijos. Su ¨²ltima esposa, la cantante japonesa Hoki Tokuda, ha declarado que Miller era como un padre para los bohemios y hippies. ?Jam¨¢s me compr¨® vestidos o joyas, pero siempre me dej¨® hacer todo lo que pudiera enriquecer mi personalidad, como comprar libros o viajar. Como autor, dec¨ªa siempre que nunca le faltaban temas. Escrib¨ªa a m¨¢quina como una ametralladora cuando se pon¨ªa a trabajar?.
Henry Miller, ?duro, solitario y feliz?, como el t¨ªtulo del libro de entrevistas de Brassa?, ocupa ya uno de los primeros lugares de la literatura universal, un escritor de la calle, un ¨¢vido de la vida, un hombre que defend¨ªa la obscenidad frente a la pornograf¨ªa.
Babelia
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