La mayor¨ªa de las cosechas estaban aseguradas

Una hect¨¢rea de trigo produce alrededor de cuatro toneladas de grano que, a quince pesetas el kilogramo, supone 60.000 pesetas por hect¨¢rea. Los seguros sobre cosechas van en funci¨®n de primas. En algunas ocasiones se paga hasta el ciento por ciento de la cosecha asegurada. Las compa?¨ªas de seguros, una vez producido el incendio, env¨ªa peritos que analizan la calidad y cantidad de la cosecha perdida tras recoger muestras de los Peque?os islotes de cereal no quemado. Los datos del perito se cotejan con los del agricultor. Es habitual que el agricultor asegure una producci¨®n menor de la previsible para ahorrar dinero sobre las primas, aunque, en ocasiones, se asegura una cantidad mayor. En este ¨²ltimo caso puede suceder que haya una p¨ªcara intenci¨®n posterior o que, como las primas se contratan 45 o sesenta d¨ªas antes de la recolecci¨®n, los cambios de clima y humedad hagan alterar los vol¨²menes de la cosecha final.La ¨²nica detenci¨®n in fraganti que se ha practicado durante los incendios de campos ha sido la de un cabrero, deficiente mental, que asegur¨® que lo hizo para dar de comer al ganado. La espiga tostada es un excelente pienso. El ¨²nico accidente producido ha sido el de un empresario de Lebrija, que result¨® herido por un tractor durante las tareas de extinci¨®n de un fuego.

Los mayores incendios provocados han requerido la utilizaci¨®n de mechas, estrat¨¦gicamente distribuidas, al comienzo del trigal y a favor de viento, aunque haya habido alg¨²n aficionado que quiso incendiar un trigal del general Queipo de Llano en contra del viento y evidentemente sin ¨¦xito. Los peque?os islotes de cereal intacto en medio de un incendio total del campo obedecen, en la mayor¨ªa de los casos, a humedad o a bruscos cambios de la direcci¨®n del viento.