Los incendios de campos de trigo, un aviso del problema agrario andaluz
?Ni negamos ni afirmamos la intencionalidad en los incendios que se han producido en los ¨²ltimos d¨ªas. Es curioso que se hayan registrado en las zonas donde hay mayor conflictividad laboral, pero nuestra postura ante los incendios es examinar el problema con la mayor objetividad posible. Algunos pueden guardar relaci¨®n con los siniestros que tradicionalmente se producen en ¨¦pocas como esta y en un cultivo como los cereales. Sabemos todos, y ah¨ª est¨¢n las estad¨ªsticas para demostrarlo, cu¨¢l es la superficie que anualmente se quema sin provocaci¨®n?. Javier L¨®pez de la Puerta, terrateniente de Osuna, es el presidente de la Asociaci¨®n Provincial de Agricultores y Ganaderos de Sevilla (Asaga), que re¨²ne a un 15% de los agricultores sevillanos propietarios de aproximadamente un 20% de la superficie cultivada en esta provincia andaluza. Javier L¨®pez de la Puerta, ex alcalde de Osuna, se encontraba en este pueblo el d¨ªa 4 de junio. De madrugada, tras un mes de conversaciones, rotas en varias ocasiones, y una semana de huelga general, representantes de los empresarios agr¨ªcolas y miembros del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) llegaban al acuerdo de emplear a 250 jornaleros durante dos meses. Pocas horas antes, el gobernador civil hab¨ªa dicho al alcalde socialista de Osuna que, si no se encontraba una soluci¨®n urgente al problema, enviar¨ªa al pueblo una unidad de polic¨ªa para ?barrer Osuna?. El ayuntamiento se compromet¨ªa a emplear a 150 jornaleros m¨¢s durante dos meses, tras gestiones encaminadas a obtener los fondos necesarios. A la hora de la firma del acuerdo, en un clima de tensi¨®n grande, empezaron a verse los primeros incendios.Luis Fern¨¢ndez Madrid, gobernador civil de Sevilla, acus¨® al SOC y a la CNT de ser los responsables de los incendios producidos en los trigales de Osuna, Marchena, Paradas y otros pueblos de la provincia. Esas declaraciones, recogidas por el Abc de Sevilla, se produjeron pocas horas despu¨¦s de que ese peri¨®dico, en su portada, hablara de impuesto revolucionario, al analizar las circunstancias en que se estaban produciendo los incendios, y provocara una dura contestaci¨®n de El Correo de andaluc¨ªa. Para el Abc, el incendio de campos era la ¨²ltima forma de presionar a los empresarios para que empleasen a algunos de los 17.560 jornaleros en paro.
A las acusaciones del gobernador civil respondi¨® el SOC con sendas querellas criminales contra el se?or Fern¨¢ndez Madrid y el Abc. ?Nos responsabilizamos plenamente de todas las movilizaciones producidas y de las acciones destinadas a paralizar las m¨¢quinas cosechadoras, pero el SOC, como organizaci¨®n, no es responsable de los incendios provocados que se han producido?. Lo cierto es que el se?or Fern¨¢ndez Madrid respaldaba su afirmaci¨®n ?en indicios que observa la Guardia Civil, y que inducen a pensar que son intencionados. Los fuegos han estado este a?o un poco m¨¢s organizados. Representantes de Asaga me dijeron que la pretensi¨®n del SOC era financieramente inviable para los empresarios, porque junio es el peor mes, econ¨®micamente hablando, para los empresarios?.
Incendios y huelgas en Osuna
?Empezaron a aparecer incendios y huelgas en la parte de Osuna. Tras la paralizaci¨®n de la conflictividad en Osuna, donde nadie se mueve si no lo dice el SOC, aparecieron los mismos planteamientos en Marchena, donde tambi¨¦n domina el SOC, porque es la tierra natal de Paco Casero, cliente fijo de este despacho. Despu¨¦s de Mar chena vino Paradas, donde se ha registrado la mayor tensi¨®n, huelga general y actuaci¨®n de piquetes. Tras la llamada angustiosa de al gunos empresarios, unos colegia damente, a trav¨¦s de Asaga, y otros particularmente, pens¨¦ que hab¨ªa que actuar con prontitud y ejemplaridad, con env¨ªo de fuerzas de la Guardia Civil y Polic¨ªa Nacional.
La afirmaci¨®n de responsabilizar al SOC, en consecuencia, fue por v¨ªa de indicio, porque los incendios se han producido en una zona en la que manda el SOC, y manda mucho, una zona de antigua tradici¨®n anarco-sindicalista, en la que hab¨ªa un pueblo que se llamaba Casas Viejas, y eso indica algo ya. Es m¨¢s que sospechoso que el SOC, que es un sindicato que suele dar la cara, no la ha dado hasta que se ha visto denunciado. Han actuado las asambleas de parados en los pueblos, capitaneadas por el SOC. Ni la Guardia Civil ni yo hemos visto a un miembro del SOC peg¨¢ndole Fuego al campo; por eso la aseveraci¨®n se hizo por v¨ªa de indicio?.
Primeras negociaciones
El gobierno civil, que carece de informaci¨®n para dar su opini¨®n sobre la posibilidad de que se est¨¦ produciendo un impuesto revolucionario a los terratenientes de la zona en la que se han producido los incendios, orden¨® la retirada de las fuerzas de la Polic¨ªa Nacional de Paradas el s¨¢bado pasado. Ese mismo d¨ªa, con huelga general en el pueblo, dos representantes de CC OO, dos del SOC, el alcalde socialista del pueblo y dos representantes de Asaga, se reun¨ªan nuevamente a negociar la contrataci¨®n de jornaleros en paro. Las negociaciones se hab¨ªan roto varias veces durante el mes de conversaciones. Finalmente, los empresarios se comprometieron a emplear cincuenta durante quince d¨ªas y a gestionar la posibilidad de emplear hasta cien jornaleros en paro. Pocas horas antes, Gonzalo S¨¢nchez, ex presidente del SOC, primer teniente de alcalde de Lebrija, fue puesto en libertad tras la detenci¨®n realizada por la Guardia Civil que le acusaba de haber coaccionado telef¨®nicamente a un empresario para que se aviniera a negociar la contrataci¨®n de parados.
Otro dirigente del SOC fue detenido en Lebrija. En Mor¨®n de la Frontera, una alcald¨ªa de UCD rodeada de alcald¨ªas de izquierda, alg¨²n empresario amenaz¨® con emprenderla a tiros contra el primero que viera con una cerilla cerca de un campo.
Con el acuerdo de Paradas se llegaba al final de lo que Francisco Casero, secretario general del SOC, califica como primer asalto de la lucha contra el desempleo. La conflictividad del trigo dura el tiempo que tarda en ser recogida la cosecha de cereal. Tras ella empiezan las cosechas de remolacha, algod¨®n y girasol, todas ellas mecanizadas. Los incendios de la zona baja de Sevilla eran continuados por los incendios de la sierra norte de C¨¢diz. El gobernador civil de esta provincia, recogiendo la sugerencia de la portada de Abc, declaraba: ?Nos encontramos ante una acci¨®n de chantaje e impuesto mafioso?.
La carta del SOC a los empresarios
El pasado 14 de abril, el SOC envi¨® una carta a todos los empresarios del campo sevillano en la que se les mostraba la necesidad de comenzar a estudiar la necesidad de dar empleo a los jornaleros en paro. ?Sabemos?, dice Francisco Casero, ?que la situaci¨®n de los empresarios agr¨ªcolas no es buena que les est¨¢n dando muy fuerte y que han perdido gran parte de su poder pol¨ªtico en favor de los empresarios industriales. Para mandar aquella carta tuvimos en cuenta el excelente a?o agr¨ªcola que se presentaba y la situaci¨®n cada vez m¨¢s grave de los jornaleros. Los contactos mantenidos entonces entre el SOC y Asaga no dieron resultados porque los empresarios exig¨ªan que terminase la lucha contra las m¨¢quinas, y a eso no estamos dispuestos. No es que nos opongamos al empleo de las m¨¢quinas en el campo, sino a una mecanizaci¨®n exhaustiva en tanto no haya compromisos de crear puestos de trabajo?.
A primeros de mayo empez¨® a negociarse, pueblo a pueblo, la contrataci¨®n de jornaleros. A la oposici¨®n radical de muchos empresarios se enfrentaba el clima de tensi¨®n producido por el desempleo. Durante el mes de mayo se envi¨® a Andaluc¨ªa menos dinero que el mes anterior, y el d¨ªa 13 de junio hab¨ªa llegado dinero para costear cuatro d¨ªas de trabajo. Algunos jornaleros, en lo que va de a?o, han trabajado y cobrado diecisiete d¨ªas.
?Comenzamos a exponer?, contin¨²a Francisco Casero, la necesidad de que todo empresario con una extensi¨®n de tierra superior a las cincuenta hect¨¢reas deber¨ªa destinar 80.000 pesetas a emplear a parados. Naturalmente, no es lo mismo cincuenta hect¨¢reas de secano que de regad¨ªo, y los beneficios cambian en funci¨®n del cultivo. Las negociaciones comenzaron en Osuna. Los empresarios ofrec¨ªan contratara 150 jornaleros, pero sin especificar si sal¨ªan de la lista de parados. La noche en que se lleg¨® al acuerdo de contratar a 250 jornaleros salidos de la lista del paro por dos meses, a veinticinco metros de donde se negociaba comenzaron los fuegos. Para m¨ª, eso es muy sospechoso ?.
Es evidente que las zonas en las que se han producido los fuegos mayores, catorce pueblos de la provincia de Sevilla y cinco de la de C¨¢diz, son de neta influencia del SOC sobre las restantes fuerzas sindicales. Tambi¨¦n es evidente que las asambleas de parados que han empezado a surgir escapan de la ¨®rbita de CC OO. Sin embargo, se han producido estos incendios en pueblos en los que, como Carmona, la fuerza del SOC es menor.
Francisco Casero, que niega rotundamente que el SOC, como organizaci¨®n, est¨¦ detr¨¢s de los incendios y ha pedido una investigaci¨®n sobre los hechos, admite que algunos han sido provocados y piensa que las causas son muy diversas. ?Existe la tesis de que un empresario obtiene mayor rendimiento incendiando sus campos y cobrando el seguro que recogiendo la cosecha. Esta tesis en este a?o no es l¨®gica, dado el excelente a?o cerealista que tenemos. Por otra parte, muchos de los incendios han sido en extensiones muy peque?as, qu¨¦ los propios jornaleros, en ocasiones, han ayudado a apagar. No creo que, como dice el gobernador, hayan sido los cabreros para obtener alimento gratis para su ganado, aunque haya habido un caso. Creo que los incendios provocados pueden ser obra de jornaleros, y hay que tener en cuenta que muchas de ellas son tierras en las que recientemente, dos o cuatro a?os, se ha cambiado el cultivo de olivar por el de trigo, que crea muchos menos puestos de trabajo. Algunas de las tierras incendiadas provocaron conflictos ya el a?o pasado?.
En los primeros d¨ªas de incendios surgieron reivindicaciones de los Grupos Armados Veintiocho de Febrero y del Frente Andaluz de Liberaci¨®n. Tanto el gobernador civil como Francisco Casero no conceden cr¨¦dito a esta posibilidad. ?Son grupos de presi¨®n telef¨®nica, de escas¨ªsima implantaci¨®n popular, a algunos de cuyos cabecillas conocemos perfectamente?, dice Luis Fern¨¢ndez Madrid. Francisco Casero piensa que, ?si de verdad lucharan por los trabajadores del campo, no hablar¨ªan en sus comunicados de la defensa de los campesinos, porque aqu¨ª nadie llama campesino a un jornalero, y sabemos que el problema no se soluciona con la autonom¨ªa plena de Andaluc¨ªa, como hacen ver los Grupos 28-F, aunque el SOC sea autonomista?.
Algo en lo que coinciden todas las fuentes consultadas es que este a?o el n¨²mero de incendios producidos ha sido mucho mayor que en a?os anteriores y que es evidente la intencionalidad de un importante porcentaje de ellos. Tras la iniciativa del SOC de ocupaci¨®n de fincas durante el pasado a?o, secundada por CC OO, han venido una serie de incendios de campos de cereal. El cultivo de cereal es el que requiere menos mano de obra por hect¨¢rea, toda vez que la mecanizaci¨®n se encarga de casi todo el trabajo.
Las m¨¢quinas, al fondo
?La gran batalla en estos momentos no son los incendios. La gran batalla es s¨ª o no a las m¨¢quinas?, dice Francisco Casero. ?No pedimos que se recoja el trigo a mano, sino que, aunque existan m¨¢quinas, tiene que haber un n¨²mero de peonadas por hect¨¢rea. Hay una libre voluntad del empresario para plantar productos y una alta financiaci¨®n para el progreso tecnol¨®gico. A esto se une la voluntad de dejar la poblaci¨®n agr¨ªcola, que en estos momentos es de un 20% de la poblaci¨®n laboral, reducida a la mitad?.
La conflictividad laboral, explosiva en ocasiones, que se ha registrado ?desde que llegaron los calores? ha supuesto la acci¨®n de numerosos piquetes que paralizaban el trabajo de las m¨¢quinas. Hasta el momento ninguna de las m¨¢quinas ha sido incendiada, pero todo el mundo presiente que puede ser el pr¨®ximo paso.
Causas del paro
En un informe elaborado por Asaga, se estima que dos de las causas que generan el paro agr¨ªcola en Sevilla tienen mucho que ver con la planificaci¨®n de los cultivos y el empleo de maquinaria. ?Faltan industrias y entidades de servicios que permitan la compra, en las mejores condiciones posibles, de productos que puedan proporcionar m¨¢s puestos de trabajo y que, desde el punto de vista agrario, son posibles en nuestra provincia?. ?Se carece de un plan que informe y motive al empresario agrario a una .mejora de infraestructura en sus empresas y a unos planes de cultivo y desarrollo ganadero que permitan el incremento de puestos de trabajo rentables y estables?.
En los cultivos de secano, los m¨¢s abundantes en la zona conflictiva de los ¨²ltimos d¨ªas, la remolacha, el algod¨®n y el olivar son, los cultivos que requieren mayor mano de obra por hect¨¢rea, incluso con una mecanizaci¨®n de los trabajos. Mientras el trigo requiere 22 horas de mano de obra por hect¨¢rea, y el girasol 93, la remolacha requiere 316; el algod¨®n, 222, y el olivar de verdeo, 258. Seg¨²n datos de Asaga, se han suprimido 30.000 hect¨¢reas de algod¨®n, respecto a 1970-1975; 20.000 de remolacha, respecto a 1976, y 69.000 de olivar respecto a 1973. En total, 119.000 hect¨¢reas de los cultivos que, a excepci¨®n del vi?edo, ofrecen mayores posibilidades de mano de obra, han sido sustituidas por cultivos de cereal y girasol, en su mayor parte. Este n¨²mero de hect¨¢reas, sin tener en cuenta las horas de trabajo que ofrezca el cultivo alternativo, ofrec¨ªan casi 23 millones de horas de trabajo y 3.271 jornales, lo que supon¨ªa 3.435 millones de pesetas anuales en ingresos por mano ele obra.
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