Minerva conoc¨ªa la existencia de las cuentas especiales abiertas por Promocisa
La compa?¨ªa de seguros Minerva cubri¨® el riesgo de la construcci¨®n de las viviendas de Promocisa en M¨®stoles, Torrej¨®n de Ardoz y Villalba, en base, sobre todo, a las cuentas especiales abiertas en el Banco Industrial del Sur, con el n¨²mero 12.690, y en el Banco Central, con el n¨²mero 5.855. Despu¨¦s de que Promocisa fuera acusada p¨²blicamente de haber realizado una posible estafa en las tres urbanizaciones citadas, los dos bancos mencionados aseguraron a EL PAIS que tales cuentas no hab¨ªan existido nunca.
Sin embargo, un redactor de este peri¨®dico tuvo ayer acceso a una serie de documentos relativos al seguro de la construcci¨®n de los pisos del Parque Estoril, en M¨®stoles, en los que la citada compa?¨ªa aseguradora -dependiente del grupo financiero Rumasa- garantiza el riesgo en base a las citadas cuentas.Aparte del ment¨ªs dado por las entidades bancarias a la existencia de las cuentas especiales previstas en la ley de 1968 -creada especialmente para garantizar las entregas a cuenta de los compradores de pisos, despu¨¦s de que fuera descubierta, en dicho a?o, la estafa de la Nueva Esperanza-, la compa?¨ªa Minerva, a trav¨¦s de un destacado ejecutivo de Rumasa, asegur¨® haber declarado la nulidad del contrado de seguro suscrito con Promocisa por la no existencia de las citadas cuentas especiales.
Minerva, de todas maneras, conoc¨ªa, ya en el a?o 1977, la existencia de las dos cuentas especiales citadas y, adem¨¢s, la abiertas en los bancos de Bilbao (con el n¨²mero 89.893), Ib¨¦rico (750.710), Mercantil e Industrial (122.704), Coca (35.229) y Santander (10.602).
La existencia de todas esas cuentas especiales, abiertas por Promocisa en cumplimiento de la ley 57/68, sirvieron para que las compa?¨ªas de seguros aceptaran los riesgos que comporta una p¨®liza de las caracter¨ªsticas de la construcci¨®n de viviendas.
Pero la existencia de las cuentas no significa que en ellas fueran ingresadas -tal como prev¨¦ la ley- todas las cantidades entregadas a cuenta por los compradores de las viviendas. S¨ª establece esa existencia, sin embargo, la posible responsabilidad de los bancos en la liberaci¨®n de cantidades de esas cuentas, por mucho que fuera a cambio de la entrega de parte del Inmovilizado patrimonio de Promocisa.
Los afectados por la presunta estafa de Promocisa, cerca de las 3.000 personas, contin¨²an organizando sus posibles acciones legales de cara a conseguir la entrega de los pisos ya pagados o la devoluci¨®n de su dinero.
La querella en s¨ª est¨¢, al parecer, preparada ya. Sin embargo, su presentaci¨®n no parece que vaya a ser inmediata, toda vez que los afectados han preferido esperar a que culminen los trabajos de investigaci¨®n de Santiago Mar¨ªn, el abogado del Estado nombrado por el Consejo de Ministros para presentar un informe sobre lo sucedido en el caso Promocisa. El plazo del que dispone el se?or Mar¨ªn para presentar dicho informe termina este mismo fin de semana.
A falta de dicho informe, todos los indicios parecen indicar que Promocisa destin¨® parte del dinero entregado a cuenta por los compradores a la adquisici¨®n de un patrimonio constituido b¨¢sicamente por solares (m¨¢s de 8.000 millones de pesetas), que no pudo ser realizado para concluir con ¨¦l las obras de las tres urbanizaciones, los parques de La Coru?a, Catalu?a y Estoril.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.