El PSOE forz¨® a UCD a votar la supresi¨®n de ritual para la pena de muerte en el C¨®digo de Justicia Militar
UCD vot¨® ayer favorablemente una enmienda del Grupo Socialista, defendida por Pablo Castellano, al art¨ªculo 871 del C¨®digo de Justicia Militar, por la que se suprime todo el ritual que el texto castrense preve¨ªa para la ejecuci¨®n de la pena de muerte. Los socialistas se negaron a aceptar una transaccional de UCD y, en ¨²ltimo extremo, los centristas votaron la propuesta socialista. Su enmienda supone adem¨¢s la derogaci¨®n de los art¨ªculos del C¨®digo de Justicia Militar que regulan la ejecuci¨®n de la pena capital y que desde la entrada en vigor de la Constituci¨®n s¨®lo eran de aplicaci¨®n en tiempo de guerra.
Castellano hab¨ªa defendido que el art¨ªculo 871 estableciese, simplemente: ?La pena de muerte se ejecutar¨¢ por fusilamiento y sin publicidad?. Con enorme calor y tono persuasivo trat¨® de razonar los argumentos humanitarios que mov¨ªan a su grupo a evitar todo el ritual de la ejecuci¨®n y apel¨® a la conciencia de los diputados centristas. Vega Escand¨®n, en nombre de UCD, se opuso, Al ir a dar comienzo la votaci¨®n, el PSOE pidi¨® que se colocaran a cero los tableros de votaci¨®n; la maniobra se fue retardando, y en ese intervalo UCD solicit¨® una suspensi¨®n por diez minutos de la sesi¨®n.La dificultad estribaba en que si bien una mayor¨ªa de los diputados centristas estaban de acuerdo con la enmienda socialista, el l¨ªder de Coalici¨®n Democr¨¢tica, Manuel Fraga, advirti¨® en su momento que si se tocaba una sola coma del proyecto tal y como hab¨ªa llegado de la comisi¨®n no apoyar¨ªa la votaci¨®n final de conjunto. Fraga estaba ausente; Juan Luis de la Vallina parece que argument¨® su falta de capacidad decisoria sobre el tema y UCD propuso, en definitiva, una transaccional por la que se a?ad¨ªa a la f¨®rmula del PSOE: ?Salvo la necesaria para su constataci¨®n?, referida a la publicidad de la pena de muerte. El PSOE se opuso a que se tramitase, y, en consecuencia, se vot¨® su enmienda, que obtuvo 264 votos favorables, siete en contra y tres abstenciones.
Inmediatamente despu¨¦s de que UCD ofreciese la transaccional, hubo un cierto movimiento de aceptaci¨®n en los bancos socialistas, movidos posiblemente por la rutina de estas situaciones. Fue Alfonso Guerra -el que se volvi¨® hacia los esca?os de sus compa?eros, con gestos en¨¦rgicos, para decir que no se admit¨ªa. Y Gregorio Peces-Barba anunci¨® la oposici¨®n de su grupo. En turno de explicaci¨®n de voto, Antonio Jim¨¦nez Blanco, por UCD, asegur¨® que quedaba claro que al PSOE ?le importaba m¨¢s el amor propio de mantener su enmienda que el suprimir ritos macabros?. Peces-Barba replic¨® que ellos no pod¨ªan consentir que se votase una enmienda propuesta por UCD sobre un tema del que no se hab¨ªan ocupado y hab¨ªa sido propuesto por los socialistas.
Durante la primera parte de la sesi¨®n de ayer se aprobaron 38 art¨ªculos, que reforman otros tantos del vigente C¨®digo de Justicia Militar. La mayor¨ªa de estos art¨ªculos se aprobaron sin debate por amplia mayor¨ªa de votos. La sesi¨®n del Pleno del Congreso se inici¨® ayer con la aceptaci¨®n por UCD de varias enmiendas socialistas, defendidas por el diputado Leopoldo Torres. Por una de ellas se introduce en el C¨®digo de Justicia Militar el derecho de los detenidos o procesados a gozar de los derechos que establece la Constituci¨®n en relaci¨®n con el plazo m¨¢ximo de 72 horas de detenci¨®n, la asistencia de abogado y el derecho a no declarar contra s¨ª mismos. Tambi¨¦n se introdujo, en virtud de otra enmienda socialista, el nombramiento de oficio de un defensor letrado, perteneciente al colegio de abogados, en aquellos casos en que los procesados no hubieran hecho uso del derecho a nombrarlo por s¨ª mismos. El texto aprobado en la Comisi¨®n de Justicia establec¨ªa para estos casos el nombramiento de oficio de un defensor militar del Ej¨¦rcito por el que se tramitara la causa.
Independencia judicial
En el art¨ªculo 171 del C¨®digo de Justicia Militar, Leopoldo Torres, en nombre del Grupo Socialista, se opuso a las correcciones que en v¨ªa disciplinaria pueden imponer las autoridades militares a los presidentes y vocales de los consejos de guerra. Estim¨® que tales correcciones son contrarias a la salvaguardia de la independencia judicial.Por el grupo centrista, Luis Vega neg¨® que tales correcciones atenten a la independencia y asegur¨® que son paralelas a las previstas en la jurisdicci¨®n civil.
En relaci¨®n con el art¨ªculo 194, el socialista Joaqu¨ªn Navarro solicit¨® la supresi¨®n del precepto, por referirse a delitos comunes, aunque cometidos por militares ?Estamos potenciando y prorrogando la desconfianza del cuerpo militar ante las normas emanadas de la autoridad civil?. Record¨® la alusi¨®n de Felipe Gonz¨¢lez en el debate de la moci¨®n de censura a las pretensiones adulatorias hacia las Fuerzas Armadas del partido gubernamental. Navarro manifest¨® que la sensibilidad jur¨ªdica se sonrojaba ante el so metimiento a la jurisdicci¨®n militar de delitos como el asesinato homicidio, robo, hurto, violaci¨®n, falsificaci¨®n de documentos, que corresponde juzgar, seg¨²n el principio establecido en la Constituci¨®n, a la jurisdicci¨®n ordinaria.
El comunista Josep Sol¨¦ Barber¨¢ consider¨® el precepto monstruoso y perturbador En respuesta a ambos grupos, el centrista Joaqu¨ªn Garc¨ªa Romanillos dijo que los delitos tipifica dos en el citado art¨ªculo son cometidos ?en acto de servicio? Navarro replic¨® que no siempre se establece as¨ª en el art¨ªculo. L supresi¨®n del art¨ªculo fue rechazada por 130 votos favorables y 155 en contra.
Injurias al Ej¨¦rcito
El art¨ªculo 316 del C¨®digo de Justicia Militar, en la redacci¨®n dada por el Congreso, castiga con pena de prisi¨®n hasta seis a?os a los que ultrajen a la bandera nacional o estandarte en lugares c edificios militares, as¨ª como en desfiles y otras ocasiones. Sobre este punto no existi¨® discrepancia en la C¨¢mara. Sin embargo, s¨ª Ia hubo por parte del Grupo Socialista, en nombre del cual intervino Carlos Sanju¨¢n, por la aplicaci¨®n de la misma pena a las ofensas a ?los emblemas o insignias militares en iguales circunstancias u ocasi¨®n?.El diputado socialista estim¨® que no deb¨ªan equipararse unos y otros ultrajes. Garc¨ªa Romanillos se?al¨® que la distinci¨®n la podr¨ªa hacer el juez, gradualizando la pena seg¨²n los casos. La enmienda socialista fue rechazada por 126 votos favorables, 150 en contra y cuatro abstenciones.
A continuaci¨®n, el socialista catal¨¢n y ex comandante del Ej¨¦rcito Julio Busquets se congratul¨® de la aprobaci¨®n del art¨ªculo 3 17, que reforma el de igual n¨²mero del c¨®digo castrense. Record¨® que con la nueva redacci¨®n deber¨¢n pasar a la jurisdicci¨®n ordinaria casos como los de Els Joglars, Pilar Mir¨® y Miguel Angel Aguilar. El art¨ªculo establece que incurrir¨¢ en la pena de prisi¨®n hasta seis a?os el que de palabra, por escrito o por cualquier medio de publicidad injurie a los ej¨¦rcitos o instituciones, armas, clases o cuerpos determinados de los mismos, ?siempre que el culpable fuese militar?. Busquets se mostr¨® contrario, sin embargo, a las ¨²ltimas palabras del precepto, seg¨²n las cuales ser¨¢ de aplicaci¨®n la misma pena si el hecho se produce, sea o no sea militar quien lo realiza, ?ante un mando en presencia de sus tropas o en acuartelamiento, recinto o lugar militar?.
Garc¨ªa Romanillos, quien se felicit¨® tambi¨¦n por el paso a la jurisdicci¨®n civil de los casos citados, defendi¨® que deb¨ªan castigarse aquellas situaciones en que los paisanos entran en un cuartel a insultar, y otros similares. La enmienda socialista fue rechazada por 127 votos favorables contra 145 en contra y 19 abstenciones.
Tampoco prosper¨® el intento, defendido por el comunista Sol¨¦ Barber¨¢, de suprimir entre las faltas militares la ?murmuraci¨®n sobre el jefe del Estado, el Gobierno, el ministro de Defensa y las dem¨¢s autoridades que ostenten mando militar superior?.
Entre las faltas leves que prev¨¦ el C¨®digo de Justicia Militar reformado figura la de estar afiliado, colaborar o prestar apoyo a alguna organizaci¨®n pol¨ªtica o sindical o asistir a reuniones p¨²blicas de car¨¢cter pol¨ªtico o sindical, promovidas por los referidos partidos, grupos o asociaciones. El socialista Carlos Sanju¨¢n estim¨® correcta esta garant¨ªa de neutralidad de los militares, pero defendi¨® que se a?adiera al precepto lo siguiente: ?No ser¨¢ falta, sin embargo, la asistencia a actos p¨²blicos de car¨¢cter pol¨ªtico durante los per¨ªodos de campa?a electoral, siempre que sea individualmente, sin uniforme y no se participe activamente?.
El centrista Luis Vega se opuso al peligro de toma de postura concreta y p¨²blica por parte de los militares que implicar¨ªa el texto propuesto, y la enmienda fue rechazada.
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