La rebeli¨®n de Sur¨¢frica
Los des¨®rdenes sangrientos de los que han sido escenario las grandes ciudades africanas han producido un gran n¨²mero de muertos y de heridos. (...)Desde hace semanas el Gobierno de Pretoria se enfrentaba a una o la creciente de contestaci¨®n, se?alada por la aparici¨®n del terrorismo urbano. De un extremo al otro del territorio surafricano no han cesado de sucederse las huelgas obreras, los boicoteos del transporte urbano, los paros de los cursos en las universidades e institutos de segunda, ense?anza del Transvaal al Cabo, pasando por Natal. Y el 1 de junio ard¨ªan los inmensos dep¨®sitos de Sasol I, complejo gigante de fabricaci¨®n de petr¨®leo a partir del carb¨®n, orgullo de la t¨¦cnica surafricana, incendiados por un grupo de guerrilleros. ( ... )
Una vez m¨¢s, se halla en discusi¨®n el sistema de segregaci¨®n racial como centro del nuevo drama que vive la poblaci¨®n surafricana. Pero, desde el principio de esta semana, las manifestaciones de la calle han tomado una nueva dimensi¨®n. Anteriormente limitada a las masas negras, la contestaci¨®n se ha extendido al conjunto de las comunidades de color, con la entrada en escena de mestizos y de indios, particularmente numerosos en las ciudades de las provincias de El Cabo y de Natal.
Con la explosi¨®n de la revuelta de los mestizos se hunde el mito de la asimilaci¨®n posible de esos tres millones de personas a la comunidad blanca. ( ... )
Contrariamente al feliz desenlace de la colonizaci¨®n brit¨¢nica en Rodesia, donde los dirigentes de Zimbabue han optado, por el momento, por la moderaci¨®n y por la cooperaci¨®n interracial, una salida catastr¨®fica amenaza ala Rep¨²blica Surafricana. Un inmovilismo demasiado prolongado y reformas demasiado t¨ªmidas han provocado la acumulaci¨®n de un inmenso capital de rencores y de odios, cuya satisfacci¨®n es el objetivo de la mayor¨ªa de los rebeldes.
20 de junio
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