La Eurocopa-80, la ca¨ªda de los dioses
La Eurocopa 80 ha sido la ca¨ªda de los dioses. La mayor¨ªa de los grandes jugadores europeos han fracasado rotundamente. Tras esta competici¨®n de primer orden ha quedado plenamente demostrado que, salvo la Rep¨²blica Federal de Alemania, ninguna naci¨®n ha realizado el relevo con fortuna. La ausencia de futbolistas de gran nivel ha sido la nota m¨¢s destacada de este torneo, que ha llevado aparejado el fracaso organizativo y la ausencia notable del p¨²blico. Hombres como Keegan, Bettega, Causio, Juanito, Woodcock, Kist y Rep han acaparado los juicios negativos. Otros jugadores, por razones de edad fundamentalmente, han dicho su ¨²ltima palabra internacional.
La Eurocopa 80 ha sido la menos brillante de cuantas se han celebrado. El juego desarrollado ha sido pobre y ello ha justificado la presencia de B¨¦lgica en la final. Los belgas, que aprovecharon cumplidamente sus posibilidades, casi con toda seguridad habr¨ªan encontrado su justa cotizaci¨®n de haberse encontrado con las selecciones que hace cuatro a?os participaron en el mundial argentino. La Holanda que hemos vista en Italia, dista mucho de ser aquella de Cruyff, Neeskens, Rensenbrinck, Jansen y Haan. De los supervivientes de sus mejores momentos ¨²nicamente queda con vida Krol.Los dem¨¢s han finalizado su cielo. Rep fracas¨® estrepitosamente. Si alguien repar¨® en su presencia fue porque protagoniz¨® un hecho antideportivo que le ha costado una fuerte multa. Holanda se sostiene m¨¢s por el viejo esp¨ªritu triunfador que a¨²n no ha desaparecido, que por la aut¨¦ntica calidad de sus hombres. Algunos de ellos hace cuatro a?os hubieran sido siempre suplentes. Este es el caso de Italia, selecci¨®n en la que ha tenido plaza Graziani por la ausencia de Rossi. El jugador m¨¢s recordado del campeonato y el que seguramente habr¨ªa salvado a Italia del naufragio.
El nivel del f¨²tbol europeo ha descendido. Jugadores excepcionales, por lo que se ha visto en este campeonato, hay pocos. S¨®lo la RFA, que conserva a hombres de gran categor¨ªa, y ha confirmado a Hansi Muller al tiempo que ha descubierto a Briegel y Schuster, ha sido la excepci¨®n. Italia entona ya el c¨¢ntico pla?idero por Bettega y Causio, los hombres so?ados hace unos a?os. Ellos han llevado al fracaso a su equipo en compa?¨ªa de la vejez de otros. Jugadores a los que ya no se puede sostener en pie. Zoff aspiraba con 38 a?os y ochenta encuentros internacionales a cumplir la centena de las actuaciones en la selecci¨®n. No volver¨¢. Benetti se ha ido tambi¨¦n con la rabia de un fracaso inesperado.
Lo m¨¢s grave, sin embargo, no ha sido la ca¨ªda de los holandeses e italianos. Los ingleses han sido los m¨¢s humillados. Inglaterra, tantas veces ausente de los grandes acontecimientos mundiales, sostiene siempre el mito de su f¨²tbol. Ahora hab¨ªa motivos fundados en creer e n su equipo por los triunfos continentales de sus clubes. Pero ha sucedido que Keegan ha sido el jugador estrella que se ha cansado de dar la cara. Parece que est¨¢ de vuelta. Ha jugado como lo hizo Cruyff en sus ¨²ltimos a?os: sin dar la cara. Keegan ha quedado oscurecido no s¨®lo por Rummenigge, sino tambi¨¦n por otros jugadores de inferior cotizaci¨®n, como el belga Ceulemans. A Inglaterra le ha fallado tambi¨¦n en cierta medida Woodcock y su f¨²tbol ha distado mucho de ser el que se tem¨ªa. Inglaterra parec¨ªa destinada a recuperar el buen tono de los a?os de Banks, Boby Charlton, Hurst o Peters, en definitiva, los hombre: que le dieron el ¨²nico mundial que posee. Inglaterra ha sido la decepcionante de ocasiones hist¨®ricas en las que no obstante ha tenido: hombres de clase internacional Inglaterra despreci¨® durante a?o: los campeonatos mundiales y s¨®lo: se decidi¨® a participar en Brasil, e? donde cosech¨® las mayores ofensa de su historia. Inglaterra, en los grandes campeonatos no suele da la talla del valor que se le supone.
Kist fue en la pasada temporada el mejor goleador de Europa. Si nombre son¨® para los fichajes m¨¢s rimbombantes. Aqu¨ª no ha podido ser ni siquiera titular indiscutible Caso similar ha sido el de Juanito al que parec¨ªa se le abr¨ªan definitivamente todas las puertas de la fama. El s¨®lo se oscureci¨®. La UEFA que ha sufrido una gran decepci¨®n en un pa¨ªs propenso a protagonizar los mayores espect¨¢culos de lo grader¨ªos, se ha decidido a cambia la f¨®rmula del torneo. Dentro di cuatro a?os se volver¨¢ a las eliminaciones directas. Al p¨²blico no si le puede sangrar constantemente, menos cuando el f¨²tbol que presencia no concuerda con el alto precio de las localidades.
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