Green Peace: "Hemos sido detenidos en aguas internacionales"
?Hemos sido detenidos en aguas internacionales y, por tanto, nuestra retenci¨®n en Espa?a es ilegal?, declar¨® ayer Remy Parmentier, portavoz de la organizaci¨®n ecologista Green Peace, en una conferencia de prensa celebrada en Madrid. ?Estamos siendo interrogados por un juez militar?, a?adi¨®, ?pero todav¨ªa no sabemos de qu¨¦ se nos acusa. Tanto nuestro buque como los veintid¨®s miembros de Green Peace que componen su tripulaci¨®n siguen en El Ferrol pendientes de que se les devuelvan los pasaportes y se les autorice a salir de Espa?a?.
El abogado en Espa?a del grupo Green Peace, Jes¨²s Mirapeix, se neg¨® a hacer ning¨²n tipo de declaraciones, por estar el caso pendiente de resoluci¨®n; sin embargo, en una conferencia de prensa celebrada el pasado 21 de mayo, este mismo jurista manifest¨® que ?la campa?a de Green Peace no infringe ninguna norma internacional, al realizarse fuera de las doce millas de las aguas jurisdiccionales y al no suponer la apropiaci¨®n de ning¨²n recurso natural sobre los que Espa?a tiene control hasta las doscientas millas?.?Tanto derecho tenemos nosotros a impedir pac¨ªficamente la caza de ballenas en aguas internacionales como la industria ballenera del se?or Mass¨® a matarlas?, afirm¨® Remy Parmentier. ?Las ballenas?, dijo, ?no pertenecen a ning¨²n particular, sino que son patrimonio com¨²n de la humanidad?.
Cargados con estas razones, los ecologistas de Green Peace arribaron a las costas gallegas hace unos diez d¨ªas para llevar a cabo su campafia de defensa de las ballenas. ?El 17 de junio avistamos al ballenero de Mass¨® Ibsa III a unas catorce millas de Vigo?, cuenta Parmentier. ?Se dirig¨ªan hacia la zona por donde pasan las ballenas. Cuando vieron nuestro barco, el Rainbow Warrior (Guerrero del Arco Iris), se pararon. Nosotros lanzamos al agua una de nuestras lanchas de goma Zodiaz y nos acercamos a ellos para entregarles una nota, en la que les explicamos nuestros motivos para defender a las ballenas, animales en peligro de extinci¨®n?.
?El Ibsa III?, comenta Remy Parmentier, ?continu¨® su camino hacia las manadas de ballenas y se detuvo a unas sesenta millas de la costa espa?ola. A la ma?ana siguiente, cuando el ballenero comenz¨® a buscar cet¨¢ceos, hizo su aparici¨®n el patrullero Cardoso, de la Marina espa?ola, que se limit¨® a observar la situaci¨®n. De pronto avistamos una ballena. Nosotros lanzamos las Zodiac al agua y nos interpusimos r¨¢pidamente entre la ballena y el Ibsa III. Cuando el arponero comprob¨® que no pod¨ªa disparar sin matarnos, volvi¨® al puente y detuvieron las m¨¢quinas. Nosotros tambi¨¦n nos paramos y todos nos quedamos quietos hasta las cinco o las seis de la tarde, hora en la que lleg¨® al lugar de operaciones la fragata Pinz¨®n, de la Marina espa?ola?.
?Ha circulado la versi¨®n de que en aquel momento iniciamos la huida?, dice Parinentier, ?pero no fue as¨ª. Sucedi¨® que en aquel instante apareci¨® una ballena y el Ibsa III coment¨® a perseguirla. las Zodiac salieron detr¨¢s del ballenero y nosotros las seguimos por motivos de seguridad de nuestros compa?eros, que necesitan la cercan¨ªa de nuestro barco para el caso en que puedan ser arrollados por el ballenero o reciban el disparo de un arp¨®n?.
?Cuando el Ibsa III dej¨® de perseguir a las ballenas, nosotros paramos las m¨¢quinas y fuimos detenidos por oficiales de la Marina espa?ola, a pesar de que est¨¢bamos en aguas internacionales?.
Durante el pasado fin de semana diversas manifestaciones recorrieron las calles de El Ferrol pidiendo la liberaci¨®n de los ecologistas de Green Peace. El Ayuntarniento de El Ferrol se ha sumado a esta postur¨¢ y, entre otras cosas, ha solicitado la d¨ªmisi¨®n de Baldomero Calvi?o, consejero de Pesca de la Junta de Galicia, que ha calificado de ?pirater¨ªa? el acto de Green Peace en favor de las ballenas. Green Peace ha agradecido p¨²blicarnente el respaldo que se le ha dado y considera que ha alcanzado uno de sus principales objetivos, que era que los espa?oles tomaran conciencia del problema de las ballenas.
Hasta hace dos a?os, el industrial Juan Mass¨® hab¨ªa cazado ballenas sin que su actividad trascendiera a la opini¨®n p¨²blica. ?Es m¨¢s: la mayor¨ªa de los espa?oles no sab¨ªan que nuestras costas eran ricas en ballenas, principalmente en rorcuales y cachalotes, cet¨¢ceos que pueden llegar a los veinticinco metros de longitud y a las cien toneladas de peso?, coment¨® a EL PAIS un miembro de la Sociedad Galega de Historia Natural.
Espa?a, en la Comisi¨®n
En mayo de 1978 llegaron por primera vez a Espa?a los ecologistas de Green Peace. Tras impedir cazar a los balleneros de Mass¨®, se coordinaron con los ecologistas espa?oles para iniciar en Espa?a la lucha para salvar a las ballenas de la extinci¨®n. Aquel mismo a?o, la Comisi¨®n Ballenera Internacional (CIB), organismo que agrupa a todos los pa¨ªses que cazan o han cazado ballenas y que anualmente establece los l¨ªmites m¨¢ximos de capturas de los distintos pa¨ªses que a¨²n no han abandonado esta actividad, sac¨® una disposici¨®n por la cual ning¨²n pa¨ªs no miembro de la comisi¨®n pod¨ªa vender carne y aceite de ballena a un pa¨ªs miembro. Este fue el motivo por el que Espa?a ingres¨® el pasado a?o en la Comisi¨®n Ballenera Internacional,La primera actuaci¨®n de la delegaci¨®n espa?ola, representada por Juan Jos¨¦ Chao, funcionario de la Subdirecci¨®n General de Pesca, fue rechazar la cuota asignada a Espa?a por la comisi¨®n. Los espa?oles consideraron rid¨ªcula la cifra de 143 cet¨¢ceos, frente a los 582 capturados en 1978, y decidieron que en 1980 cazar¨ªan los que consideraran convenientes.
Esta postura caus¨® gran malestar en los pa¨ªses miembros de la comisi¨®n que mantienen criterios conservacionistas, especialmente a los norteamericanos, que han llegado a amenazar con la retirada de licencias para pescar en las doscientas millas de sus aguas jurisdiccionales a los pa¨ªses que no se sometan a las decisiones de la CIB.
El gran problema que existe para establecer la cuota de capturas de los cet¨¢ceos que pasan frente a nuestras costas es que no se tiene ning¨²n dato cient¨ªfico sobre el estado de sus poblaciones. La Administraci¨®n espa?ola opina que el stock de ballenas no est¨¢ en peligro de extinci¨®n, como sucede en otras partes, y para ello esgrime que el n¨²mero de capturas de las factor¨ªas de Mass¨® es estable e incluso ascendente desde hace muchos a?os.
Los ecologistas consideran, sin embargo, que s¨®lo tras un estudio riguroso se podr¨¢ determinar el estado de las poblaciones de ballenas, y es por ello por lo que piden una moratoria de por lo menos diez a?os para que durante la misma se puedan llevar a cabo estudios sobre el estado de estos mam¨ªferos.
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