Desconocimiento generalizado del texto auton¨®mico

?No tengo muy claro lo que es la autonom¨ªa, pero prefiero que gobiernen los de aqu¨ª?. Esta opini¨®n de Francisco Blanco, un campesino del municipio orensano de Rairiz de Veiga, resume el parecer de gran parte de los 2.895.469 personas que habitan Galicia, ante el proceso auton¨®mico. El desconocimiento del Estatuto, constatado entre diversos sectores sociales, no es obst¨¢culo para que exista cierta expectaci¨®n ante la posibilidad de llegar al autogobierno.

Otro agricultor del mismo municipio orensano, tras afirmar que no quer¨ªa saber nada de pol¨ªtica, coment¨®: ?Prefiero a los de aqu¨ª, aunque sean deshonestos?. Los agricultores, que representan el 44% de la poblaci¨®n activa de regi¨®n, porcentaje que la FAO (Organizaci¨®n para la Alimentaci¨®n y la Agricultura) equipara a pa¨ªses subdesarrollados, como Corea del Norte y Siria, desconocen en general la gesti¨®n de la Junta, pero conf¨ªan en que sus problemas puedan disminuir por la proximidad de los ¨®rganos de poder.La misma esperanza parecen compartir los pescadores, pese a ignorar el contenido del Estatuto aprobado hace siete meses, y aunque ponen en entredicho la gesti¨®n de la Junta en su sector. ?Ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil llevar la pol¨ªtica pesquera desde aqu¨ª, porque conocemos mejor la situaci¨®n?, declar¨® a EL PAIS Sen¨¦n Touza, presidente de la asociaci¨®n de armadores de Mar¨ªn, ?aunque no est¨¢ clara la incidencia de la autonom¨ªa en la pesca, recientemente tuvimos una conversaci¨®n con el ministro de Transportes un grupo de armadores y no especific¨® nada?. Para el se?or Touza, el futuro Gobierno aut¨®nomo deber¨ªa resolver los problemas de las licencias a la Administraci¨®n central y preocuparse ante las dificultades que surjan. ?El actual consejero (Baldomero Fern¨¢ndez Calvi?o) est¨¢ volcado casi exclusivamente en la pesca artesanal y no se preocup¨® de resolver el reciente conflicto que atravesamos con el reparto de licencias y la subida del gas¨®leo?.

Los empresarios piensan que la autonom¨ªa puede ser el instrumento que permitir¨¢ a Galicia salir del subdesarrollo, y estiman que el apartado de Econom¨ªa y Hacienda del Estatuto resulta una v¨ªa id¨®nea. ?Todo depende de qui¨¦n y c¨®mo lo desarrolle?, puntualiz¨® el presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de La Coru?a, Juan Pablo Rodr¨ªguez Marti?¨¢n. ?La autonom¨ªa?, agreg¨®, ?tiene que servir para administrar con claridad y transparencia los fondos de compensaci¨®n interterritorial, que tendr¨¢n que venir a Galicia, como compensaci¨®n de lo que nos debe el poder centralista, y estudiar la atenci¨®n que merece cada sector. Los empresarios creemos que estamos preparados para contribuir al proceso auton¨®mico en la parcela que nos corresponde, y esperamos que se nos invite y consulte?.

Otro destacado empresario, Antonio Ramilo, presidente de los empresarios pontevedreses, se ha mostrado preocupado ante la posibilidad de que la autonom¨ªa conlleve un incremento de las cargas fiscales. ?Si se est¨¢ m¨¢s cerca, la Administraci¨®n debe resultar m¨¢s barata. Ser¨ªa dif¨ªcil de soportar una duplicidad administrativa y sustituir el centralismo madrile?o por otro?. Ramilo no ha ocultado su disconformidad con la gesti¨®n de la Junta: ?No se ha aproximado al administrado. Ha hecho una pol¨ªtica puramente formal, sin acercarse a los problemas ni realizar aut¨¦ntico estudio en profundidad de las necesidades de Galicia?.

A su vez, Jaime S¨¢nchez Rey propietario de una peque?a industria en Lugo, pone ¨¦nfasis en la importancia de la solidaridad interregional: ?Necesitamos ayudas de todo tipo, pero en la actual situaci¨®n, ?qui¨¦n va a hacerlo??.

Los sindicatos opinan que la autonom¨ªa puede resultar positiva en la medida en que los trabajadores consigan estar representados en las instituciones auton¨®micas. As¨ª lo expresaron a EL PAIS Manuel Amor Deus, secretario general de las Comisiones Obreras gallegas, y Bernardo Fern¨¢ndez, secretario general de Comisiones Labregas, sindicato nacionalista con especial incidencia entre los campesinos de la provincia de Lugo, si bien ratificaron su rechazo al Estatuto.