El desconocimiento del acuerdo Espa?a-EFTA
Hoy se ponen en vigor las reducciones arancelarias pactadas entre Espa?a y los pa¨ªses de la Asociaci¨®n Europea de Libre Cambio (EFTA) en el acuerdo de Madrid de 26 de junio de 1979.La noticia ha recibido muy poca atenci¨®n aunque el nuevo acuerdo comercial preferencial constituye un nuevo paso en la apertura exterior de la econom¨ªa espa?ola inicida t¨ªmida pero ininterrumpidamente en los ¨²ltimos veinte a?os de pol¨ªtica comercial.
Es evidente que la gestaci¨®n del acuerdo con los pa¨ªses de la EFTA no ha revestido la espectacularidad de otras decisiones de pol¨ªtica exterior de toda la discusi¨®n que ha seguido a las declaraciones de Marcelino Oreja del 15 de junio, anunciando el ingreso de Espa?a en la OTAN, o de las secuelas de la declaraci¨®n de Giscard d'Estaing del 5 de junio anunciando una pausa en el proceso de ampliaci¨®n de la Comunidad Europea que de las rebajas arancelarias que va a comportar el acuerdo con la EFTA y que, para colmo, llegan con cuatro meses de retraso respecto del calendario inicialmente previsto.
El propio alcance de las rebajas arancelarias que se ponen en vigor el 1 de julio justo veinte a?os despu¨¦s de iniciado el desmantelamiento aduanero entre los pa¨ªses fundadores de la EFTA- no parec¨ªa considerarse importante por las autoridades, pues el texto del acuerdo no hab¨ªa sido todav¨ªa publicado en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, con lo que nadie estaba obligado a conocer su contenido y preparar su aplicaci¨®n y -¨¦sto es lo m¨¢s curioso en este caso- la propia Administraci¨®n aduanera desconoce los documentos y procedimientos administrativos que comporta el nuevo acuerdo.
No es que yo vaya a decir que una reducci¨®n de aranceles del 10%, el 20%, el 25% ¨® el 60%, que es lo que acordamos a los ?siete?, o el desarme algo mayor, que damos a Portugal, tenga un impacto decisivo sobre el comercio exterior espa?ol, pues con la rebaja arancelaria coyuntural en vigor y la marcha a la baja de la cotizaci¨®n de la peseta probablemente se incide m¨¢s en la protecci¨®n exterior de nuestra industria que lo que se pueda atribuir al acuerdo con la EFTA; pero lo que no parece admisible es que se desprecie hasta tal punto el tema -por no hablar ya de las repercusiones jur¨ªdicas que de ello se deduica- que el texto del acuerdo no haya sido, publicado hasta ayer en el BOE.
Y tampoco, probablemente, las rebajas arancelarias que nos dan los pa¨ªses de la EFTA -bastante similares al trato que nuestras exportaciones reciben en los pa¨ªses de la CEE, en virtud del acuerdo de 1970- van a dar un impulso decisivo a nuestras exportaciones, pero as¨ª y todo, nada explica el que las empresas no hayan conocido con la sulente antelaci¨®n el texto.
Quiero tambi¨¦n referirme a la importancia del comercio sobre el que van a incidir las reducciones arancelarias pactadas y que dista mucho del afectado por el acuerdo Espa?a-CEE, pero que no por eso puede tratarse con el desprecio con que se hace. En 1979 los pa¨ªses de la EFTA absorbieron el 6,1% de las exportaciones espa?olas y suministraron el 5% de nuestras importaciones totales. Si tenemos en cuenta que las reducciones arancelarias se aplican a productos industriales -los productos agr¨ªcolas s¨®lo han sido cubiertos por ciertos arreglos bilaterales- es conveniente recordar que el 93% de las importaciones que Espa?a efect¨²a de los pa¨ªses EFTA, y el 78% de nuestras exportaciones a tales pa¨ªses, son productos industriales de los cap¨ªtulos 25 a 99 del arancel. Ello implica que, con cifras de 1979, son casi 2.000 millones de d¨®lares de intercambio que quedan sometidos al nuevo acuerdo.
Con este comentario no he querido, desde luego, sobreestimar el alcance del acuerdo Espa?a-EFTA en unos momentos en que los problemas de los camiones espa?oles en Francia o la posici¨®n de Giscard d'Estaing sobre la segunda ampliaci¨®n de la CEE tienen preocupada a la opini¨®n.
Pero, y quede esto bien claro, una cosa es sobreestimar y otra muy distinta el ver la indiferencia con que se acoge el nuevo acuerdo que ni siquiera se publica a tiempo en el Bolet¨ªn Oficial del Estado.
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