Hacienda no ha pensado modificar la pol¨ªtica fiscal del autom¨®vil

El Ministerio de Hacienda no tiene previsto, al menos por el momento, ning¨²n cambio con respecto a su pol¨ªtica sobre el autom¨®vil, pese a las presiones de los fabricantes a trav¨¦s de la ANFAC (Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Autom¨®viles y Camiones) y de Sernauto (organismo similar que agrupa a los fabricantes de recambios y componentes).En distintas ocasiones, sobre todo en estos ¨²ltimos tiempos, los fabricantes se han dirigido al ministerio para intentar reducir o anular la legislaci¨®n vigente sobre el impuesto de lujo que grava la adquisici¨®n de autom¨®viles nuevos, suprimir ese impuesto en los veh¨ªculos usados -los fabricantes consideran un contrasentido que un coche pueda pagar dos veces el mismo impuesto-, lograr el pago fraccionado de este impuesto de lujo o conseguir que los compradores paguen una cantidad global al adquirir el coche y luego sean los propios fabricantes quienes embolsen a Hacienda la cuant¨ªa correspondiente al impuesto -de esta forma, al estar autorizado el pago aplazado hasta 36 meses, los compradores conseguir¨ªan aplazar tambi¨¦n el pago del impuesto-. Todo ello como medidas para ayudar al sector a salir de la grave crisis por la que atraviesa.

Sin embargo, seg¨²n ha podido saber EL PAIS, en Hacienda no existe por el momento ning¨²n estudio para poder realizar esos cambios, que con insistencia piden los fabricantes. Cualquier decisi¨®n al respecto tendr¨ªa que tomarse conjuntamente por todo el equipo econ¨®mico del Gobierno, ya que la sitaaci¨®n del sector no s¨®lo afecta al Ministerio de Hacienda, sino tambi¨¦n, y de manera m¨¢s importante, a los de Comercio e Industria.

Por otra parte, el Ministerio de Hacienda tendr¨ªa que hacer previamente una evaluaci¨®n de las cantidades ingresadas a trav¨¦s de los impuestos directos y unas previsiones sobre los del pr¨®ximo a?o antes de hacer cualquier tipo de inodificaci¨®n que afecte a la recaudaci¨®n total, operaciones que requieren bastante tiempo.

Por lo que se refiere a la reducci¨®n o anulaci¨®n del impuesto, s¨®lo la primera posibilidad podr¨ªa contemplarse, al no estar capacitado jur¨ªdicamente el Ministerio de Hacienda para anular un impuesto aprobado en el Parlamento. Para la reducci¨®n -ya se ha hecho una temporal hasta final de a?o, aunque peque?a, para los veh¨ªculos de menos de diez caballos de potencia fiscal- s¨ª existen argumentos jur¨ªdicos, pero en Hacienda se piensa que unas reducciones tan peque?as como son las que podr¨ªan hacerse no tendr¨ªan un gran impacto para estimular las ventas, por la propia cuant¨ªa de la reducci¨®n.

Con respecto a los veh¨ªculos usados, por los que, en algunos casos, se tiene que pagar de nuevo el impuesto de lujo, Hacienda parece mostrarse m¨¢s flexible de cara a su supresi¨®n, no s¨®lo por la propia filosof¨ªa de este impuesto, sino por el problema burocr¨¢tico que plantea la necesaria evaluaci¨®n para cada caso concreto.

Sin embargo, comoquiera que se tiene que estudiar en el Parlamento el tema correspondiente a la Fiscalidad del autom¨®vil -las vacaciones veraniegas han paralizado la actividad hasta septiembre-, habr¨¢ que esperar a que los representantes de los distintos partidos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria se manifiesten respecto a la modificaci¨®n de la actual pol¨ªtica fiscal.

Por otra parte, la posibilidad de que el impuesto de lujo que grava la adquisici¨®n de veh¨ªculos nuevos pueda ver su forma de pago aplazada o fraccionada a 36 meses -si los compradores abonan una cantidad global a los fabricantes y ¨¦stos, posteriormente, deducen de dicha cantidad la cuant¨ªa correspondiente a Hacienda- parece m¨¢s lejana, al representar para el Ministerio de Hacienda una enorme complicaci¨®n en su aparato burocr¨¢tico.

Finalmente, el impuesto que grava las piezas de recambio s¨ª que podr¨ªa sufrir alguna modificaci¨®n -ya lo tuvo poco tiempo despu¨¦s de implantarse, ante la enorme complejidad que acarreaba el pago del mismo y la posibilidad de que, merced a cierta picaresca, pudiera evitarse en muchas ocasiones este impuesto-. De cualquier forma, la lentitud en el aparato burocr¨¢tico del Ministerio de Hacienda impide que cualquier tipo de reforma en este campo pueda ser introducido en breve plazo.