Zenko Suzuki se perfila como sucesor de Ohira al frente del Gobierno japon¨¦s

Zenko Suzuki, ex ministro de Agricultura y presidente del comit¨¦ ejecutivo del Partido Liberal Democr¨¢tico Japon¨¦s (PLD), figura actualmente como la persona con m¨¢s probabilidades de suceder al fallecido Masayoshi Ohira.Los observadores pol¨ªticos en la capital nipona consideran que Suzuki, a quien el grupo del ex primer ministro Kakuei Tanaka acaba de ofrecer su apoyo, cuenta con m¨¢s posibilidades que sus rivales para salir elegido presidente del PLD, y, por consiguiente, primer ministro de Jap¨®n.

Zenko Suzuki decidi¨® presentar su candidatura para la presidencia del PLD despu¨¦s de contar con el apoyo de la poderosa facci¨®n que preside Tanaka.

Fuentes bien informadas indicaron ayer que Zenko Suzuki anunciar¨¢ oficialmente su candidatura un d¨ªa despu¨¦s de celebrarse los funerales por el desaparecido primer ministro, Masayoshi Ohira. Ohira falleci¨® el d¨ªa 12 de junio de un ataque card¨ªaco, cuando comenzaba la campa?a electoral para las elecciones generales de las dos C¨¢maras del Parlamento.

El Partido Liberal Democr¨¢tico, grupo pol¨ªtico que viene gobernando en Jap¨®n sin interrupci¨®n desde hace veinticinco a?os, logr¨® una mayor¨ªa absoluta en las elecciones generales del pasado d¨ªa 22.

Los funerales del fallecido primer ministro Ohira van a dar ocasi¨®n para numerosos encuentros internacionales a alto nivel, entre los que destaca el de los presidentes chino y norteamericano, Hua Guofeng y Jimmy Carter respectivamente.

Esta cumbre, a pesar de su car¨¢cter improvisado y simb¨®lico, acentuar¨¢ el acercamiento entre China y Estados Unidos, precisamente cuando las relaciones de estos dos pa¨ªses con la URSS son bastante malas.

Resulta inevitable que el recrudecimiento de la tensi¨®n militar en el sudeste asi¨¢tico y las consecuencias de la intervenci¨®n sovi¨¦tica en Afganist¨¢n, que afectan a las relaciones entre Mosc¨² y Pek¨ªn, as¨ª como con Washington, dominar¨¢n las conversaciones de Tokio, aunque no haya habido tiempo para prepararlas cuidadosamente.

Desde el ?golpe de Kabul?, Estados Unidos ha abandonado progresivamente el principio de equilibrio que presid¨ªa, anteriormente, sus relaciones con la URSS, de un lado, y con China de otro.

En Washington no se habla de alianza con Pek¨ªn, sino de ?preocupaciones e intereses similares?, y el car¨¢cter militar de la cooperaci¨®n entre los dos pa¨ªses se ha acentuado.