Contin¨²a la ocupaci¨®n de la Embajada costarricense y aparecen dos periodistas asesinados
La cr¨®nica de asesinatos pol¨ªticos que aparece cada d¨ªa en la prensa salvadore?a cobr¨® el s¨¢bado una especial espectacularidad al haber aparecido el cad¨¢ver ametrallado de Jaime Su¨¢rez Quemain, jefe de redacci¨®n del diario opositor La Cr¨®nica.Su¨¢rez Quemain hab¨ªa sido secuestrado el viernes por la tarde, en un caf¨¦ centrico por un grupo armado de cinco hombres vestidos de civil, presumiblemente de extrema derecha, que se lo llevaron en un taxi junto con el fot¨®grafo Carlos Najarro, el cual apareci¨® tambi¨¦n asesinado.
El secuestro de Su¨¢rez Quemain y Najarro ocurri¨® apenas cuatro horas despu¨¦s de que un grupo de familias campesinas llegadas del norte del pa¨ªs, bajo la protecci¨®n armada del grupo izquierdista Ligas Populares Veintiocho de Febrero, ocuparan ayer la Embajada de Costa Rica en esta capital, para ?denunciar al mundo la represi¨®n del Ej¨¦rcito contra los campesinos?. Un polic¨ªa que custodiaba la sede e intent¨® impedir la ocupaci¨®n fue muerto de un tiro.
Ayer tambi¨¦n otros grupos de las Ligas Veintiocho de Febrero ocuparon por algunos minutos dos emisoras de radio de San Salvador y leyeron un texto donde reiteraban las razones para ocupar la Embajada paname?a y denunciaban matanzas de campesinos en la frontera con Honduras. Este mediod¨ªa finalmente, mientras se difund¨ªa la noticia del asesinato de Su¨¢rez Quemain (cuyo diario, de l¨ªnea independiente, ha librado campa?as de denuncias contra las bandas paramilitares y la extrema derecha, por lo cual se encuentra exiliado su director, Jos¨¦ Napole¨®n Gonz¨¢lez), un grupo guerrillero sosten¨ªa un tiroteo con tropas gubernamentales en el sector norte de la ciudad.
El grupo ocupa desde esta madrugada la casa de un jefe militar en retiro vinculado al r¨¦gimen anterior, y mantendr¨ªa a ¨¦ste y a otras personas en su poder, mientras efectivos del Ej¨¦rcito y la Guardia Nacional rodean la residencia.
Esta sucesi¨®n de incidentes en menos de veinticuatro horas parece haber trasladado nuevamente a San Salvador un foco de violencia pol¨ªtica, en t¨¦rminos m¨¢s significativos que en las ¨²ltimas semanas.
Las tres organizaciones de masas (Bloque Popular Revolucionario, Ligas Populares Veintiocho de Febrero y Frente de Acci¨®n Popular Unificada) han retirado sus cuadros urbanos de la capital envi¨¢ndolos a trabajar pol¨ªticamente con los campesinos,
Incidentes como los ocurridos el jueves ¨²ltimo en San Miguel (tercera ciudad del pa¨ªs) donde el ej¨¦rcito popular revolucionario se enfrent¨® con la guardia nacional durante varias horas, o en Zacatecoluca, donde se inform¨® que hab¨ªa muerto un jefe de las fuerzas populares de liberaci¨®n, han hecho que el Gobierno despliegue en las ¨¢reas rurales a unidades militares importantes como el Cuerpo de Comandos Antiguerrilleros de Gotera o la III Brigada de San Miguel. Se piensa, por algunas fuentes, que los grupos guerrilleros, tras haber logrado cierta implantaci¨®n en el norte, podr¨ªan iniciar un plan de hostigamiento sobre San Salvador a combinar con huelgas.
Quince mil hombres en la guerrilla
Datos no oficiales afirman que los cuatro grupos guerrilleros recientemente unificados bajo una direcci¨®n militar com¨²n (ERP, FLP, Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional y Partido Comunista Salvadore?o) disponen en conjunto de 15.000 hombres armados. La izquierda representada por las organizaciones populares y los grupos de guerrilla sostiene que la persistencia del antiguo aparato represivo y de centros de poder de la extrema derecha dentro del Ej¨¦rcito, no ofrecen m¨¢s salida que una guerra civil, donde se destruyan las estructuras de las fuerzas armadas.
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