Creciente oposici¨®n interna a los acuerdos de Su¨¢rez con los nacionalistas
La estrategia de coaliciones de gobierno o pactos parlamentarios para el pr¨®ximo curso pol¨ªtico ser¨¢ uno de los temas centrales de la reuni¨®n de la comisi¨®n permanente de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), prevista para ma?ana. Diversos sectores centristas y personalidades del Gobierno, hasta ahora afines al presidente Su¨¢rez, califican los proyectos de acuerdo con las minor¨ªas nacionalistas como prematuros y fruto m¨¢s de un intento de huida hacia adelante ante el hostigamiento socialista a Adolfo Su¨¢rez que de una meditaci¨®n profunda y responsable.
Desde estas posiciones, el argumento b¨¢sico es que el proceso constituyente, todav¨ªa inacabado, ha de tener como principales autores a quienes fueron los dos fundamentales protagnonistas de la elaboraci¨®n de la Constituci¨®n: UCD y Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE). Quienes contin¨²an manteniendo esta tesis advierten que el propio Adolfo Su¨¢rez ha sido uno de sus abanderados, hasta que el debate de la moci¨®n de censura le convenci¨® de que los socialistas son compatibles con buena parte de UCD, pero no con su figura pol¨ªtica.Las diversas fuentes centristas consultadas por EL PAIS estiman comprensible la reacci¨®n de Adolfo Su¨¢rez, al poner sus ojos en las minor¨ªas nacionalistas, en una operaci¨®n cuyo principal efecto ser¨¢, quiz¨¢, mostrar al PSOE que, a falta de la novia ideal, existen otras novias capaces de consolar la soledad centrista. Al mismo tiempo, consideran no demasiado racional, desde la perspectiva de Estado en que gusta situarse a muchas de las personalidades del PSOE, concretar la pugna pol¨ªtica con el partido gubernamental en la persona de Adolfo Su¨¢rez, olvidando injustamente sus servicios a la transici¨®n.
La "entente" con el PSOE
Sea como fuere, en el seno de UCD se est¨¢ gestando una fuerte oposici¨®n a los proyectos de pacto con las minor¨ªas nacionalistas. Aun reconociendo que, a la larga, la afinidad ideol¨®gica de UCD con Convergencia i Uni¨® (CiU), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el propio Partido Socialista de Andaluc¨ªa (PSA) hace coherente un acercamiento a estas fuerzas pol¨ªticas, estiman que a corto plazo -a plazo de finalizar el proceso constituyente- es preferible un entendimiento con los socialistas. El techo de este entendimiento es el Gobierno de coalici¨®n UCD-PSOE, que alg¨²n miembro del Gabinete contin¨²a sin descartar, porque ?aunque es cierto el riesgo de acabar con la vida pol¨ªtica, de no llegarse a esta f¨®rmula existen riesgos m¨¢s graves de acabar con muchas otras cosas?. Sin necesidad de llegar al pacto de Gobierno, otras fuentes centristas estiman necesario, en todo caso, una entente cordiale con el PSOE sobre los grandes temas de Estado, y de modo especial para la construcci¨®n del Estado de las autonom¨ªas dise?ado conjuntamente en la Constituci¨®n..Por el contrario, estiman que incorporar ahora a los nacionalistas al Gobierno de Madrid es convertir de alguna manera a los leg¨ªtimos agentes de las respectivas autonom¨ªas en jueces y parte del proceso. Junto a esto se se?alan otros problemas pr¨¢cticos, consecuencia de la falta de arraigo y credibilidad que las fuerzas auton¨®micas tienen determinados poderes de hecho, como los militares. Si la simple extensi¨®n de la amnist¨ªa a los antiguos miembros de. la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD) est¨¢ poniendo en peligro una proposici¨®n de ley firmada por el grupo parlamentario del partido gubernamental, no es probable que entre los sectores militares que se resisten a esta medida provoque entusiasmo ver sentados en la mesa del Consejo de Ministros a representantes de fuerzas pol¨ªticas perif¨¦ricas que, aunque de lejos, puedan poner en peligro ?la indisoluble unidad de la naci¨®n espa?ola? que el estamento militar logr¨® incorporar a la Constituci¨®n, para compensar el derecho ?a la autonom¨ªa de las nacionalidades y regiones?.
La "llave" electoral
El final de los problemas centristas est¨¢ ligado a una nueva configuraci¨®n del Congreso de los Diputados que permita una mayor¨ªa holgada al partido gubernamental. Sin embargo, esta soluci¨®n -que podr¨ªa producirse en 1983 o mediante unas elecciones anticipadas- est¨¢ encadenada tambi¨¦n al consenso constitucional, que obliga a una ley electoral que, aunque en fase de elaboraci¨®n todav¨ªa muy verde, es seguro que alzaprimar¨¢ a las zonas de mayor poblaci¨®n y desfavorecer¨¢ a los n¨²cleos rurales. Esto, sobre la base de arnpliar hasta cuatrocientos los actuales 350 diputados, favorecer¨¢, en general, a la izquierda y a los grandes partidos.La soluci¨®n que preconiza Manuel Fraga, y que b¨¢sicamente consistir¨ªa en aproximar al m¨¢ximo el sistema proporcional al mayoritario, mediante la introducci¨®n de fuertes correctivos, ser¨ªa el ¨²nico que podr¨ªa asegurar una fuerte mayor¨ªa a UCD. Sin embargo, esta soluci¨®n -que parad¨®jicamente barrer¨ªa del mapa pol¨ªtico a Fraga, seg¨®n los expertos- es juzgada por fuentes gubernamentales como de dudosa constitucionalidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.