La ¨²ltima reforma universitaria, golpe mortal al hispanismo franc¨¦s
?Degollado?, ?decapitado?, ?masacrado?. Estos calificativos expresan la indignaci¨®n que manifiestan los profesores y catedr¨¢ticos universitarios franceses de lengua y cultura espa?olas en Francia como consecuencia de la reciente reforma del ministerio responsable, que ha suprimido esas disciplinas en gran n¨²mero de universidades de toda la geograf¨ªa gala. El hecho se produce en el mismo momento en el que las autoridades de Madrid aumentan el n¨²mero de c¨¢tedras de franc¨¦s en Espa?a. A largo plazo, este hachazo a la comunicaci¨®n cultural favorecer¨¢ la incomprensi¨®n y la agresividad entre los dos pueblos.
La escabechina del hispanismo franc¨¦s es consecuencia de una reforma de la ense?anza superior francesa que la ministra de las Universidades, Alice Saunier Seite, anunci¨® oficialmente a finales de la semana pasada (en una segunda entrega de esta serie se explicar¨¢ el contenido de la misma). En el marco de la supresi¨®n de la ense?anza de otras lenguas vivas, el espa?ol ha sido afectado ?mortalmente?, seg¨²n manifiestan catedr¨¢ticos de diversas universidades de provincias que, durante los ¨²ltimos d¨ªas, se dirigen indignados a las autoridades universitarias galas a trav¨¦s del embajador espa?ol en Par¨ªs, Miguel Solano, y del ministro encargado de asuntos culturales, Gonzalo Puente Ojea.En Francia existen 76 universidades. De ellas, 33 imparten estudios de espa?ol. Pero, a partir del curso pr¨®ximo, la reforma antedicha reduce sustancialmente la ense?anza de literatura y de civilizaci¨®n espa?ola. Los centros universitarios de Pau, Besancon, Caen, Rouen, Clermont Ferrand, Perpi?¨¢n y Nancy son los primeros censados entre los que deber¨¢n suprimir las disciplinas hisp¨¢nicas. Las autoridades espa?olas en Par¨ªs, inmediatamente, han protestado vigorosamente ante las francesas, resaltando, en primer lugar tres casos sangrientos: Pau, Caen y Besan?on. Estas tres universidades, gracias a un esfuerzo redoblado durante los ¨²ltimos a?os por sus equipos de investigaci¨®n, se han convertido en polos determinantes de los estudios hisp¨¢nicos en Francia. En el caso de la Universidad de Pau, declaran medios intelectuales franceses, ?casi es imposible creer que el guillotinazo haya sido inocente?, puesto que ese centro se hab¨ªa convertido en el modelo de la colaboraci¨®n cultural franco-espa?ola.
El caso m¨¢s tangible para valorar lo que supone la supresi¨®n de los estudios de espa?ol lo representa la Universida de Besan?on, en la que en este momento est¨¢n pendientes de conclusi¨®n diecinueve tesis de Estado (equivalente a la c¨¢tedra en Espa?a) y veintid¨®s de doctorado. En primer lugar, los licenciados autores de esas tesis, o abandonan sus estudios de espa?ol o se trasladan a otra universidad, con todos los inconvenientes que ello supone, empezando por el econ¨®mico, que, en no pocos casos, puede ser insuperable. En segundo lugar, conviene anotar que los catedr¨¢ticos que dirigen esas tesis cobran unos emolumentos que, en lo sucesivo, desaparecer¨¢n de sus haberes. Con ello, indirectamente, se incita a los hispanistas a abandonar su vocaci¨®n.
Si a la supresi¨®n del espa?ol en las universidades se a?ade la vida no f¨¢cil de la misma disciplina en la segunda ense?anza (se escoge como segunda lengua), el resultado, a largo plazo, afectar¨ªa seriamente la investigaci¨®n de la cultura espa?ola en Francia, el conocimiento de las dos sociedades y, en ¨²ltima instancia, todo ello da?ar¨¢ a las relaciones hispano-francesas. Los responsables espa?oles se manifiestan desmoralizados porque, durante los ¨²ltimos a?os, hab¨ªan realizado una labor muy eficaz en este sector. Tal es el caso del ministro encargado de asuntos culturales, Puente Ojea, cuya labor en los ¨²ltimos a?os le ha hecho merecedor de una gran estima por parte de los medios franceses pr¨®ximos a la cultura hispana.
Las autoridades espa?olas, como los hispanistas galos, resaltan que la decisi¨®n de la ministra francesa de las universidades contradice claramente las promesas que han venido haciendo los responsables de Par¨ªs a sus hom¨®logos madrile?os. De manera concreta, Francia pisotea la colaboraci¨®n cultural hispano francesa, concertada seriamente en el Convenio de Cooperaci¨®n Cultural, Cient¨ªfica y T¨¦cnica de 1969. Por ello, se estima aqu¨ª que, ante los hechos consumados, Es pa?a se ver¨¢ obligada a revisar su pol¨ªtica cultural con Francia, te niendo en cuenta que, en este as pecto, como en otros de la pol¨ªtica giscardiana, ?lo que se dice, pocas veces tiene que ver con lo que se hace?, seg¨²n f¨®rmula ya cotidiana consagrada por los analistas galos.
No puede olvidarse que ya en noviembre de 1976 el presidente de la Sociedad de Hispanistas Franceses, Henry Bonneville, denunciaba en Le Monde la t¨®nica descendente de la ense?anza del espa?ol en Francia, a pesar de la legislaci¨®n correspondiente. Seg¨²n Bonneville, las 86 c¨¢tedras de espa?ol existentes en los centros de ense?anza secundaria en 1973 se redujeron a setenta en 1974; 45, en 1975 y 20, en 1976. De modo similar, 213 agregadur¨ªas se redujeron a setenta, tambi¨¦n en s¨®lo tres a?os.
Todo lo expuesto, seg¨²n la ministra Saunier Seite, responde a un deseo de ?racionalizaci¨®n? y de ?rentabilidad? de los estudios superiores. En Espa?a s¨®lo exist¨ªan tres c¨¢tedras de franc¨¦s y ¨²ltimamente se han creado nueve m¨¢s, lo que en el plano administrativo, econ¨®mico y cultural, supone un incremento en el sentido contrario respecto a la pol¨ªtica francesa.
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