El "sprinter" Sanford y el gimnasta Thomas, grandes ausentes

La prueba reina del atletismo, los 100 metros, tuvo un vencedor ol¨ªmpico de raza blanca: el brit¨¢nico Alan Wells se impuso, gracias a un final m¨¢s potente, al cubano Leonard. Sin embargo, con 1,11 metros por segundo de viento favorable, ambos terminaron en 10.25, marca discret¨ªsima para una final de tanta categor¨ªa. M¨¢s que nunca debi¨® flotar por el estadio Lenin la ausencia norteamericana. Sanford, su n¨²mero uno, ha hecho este a?o 10.02, mejor marca mundial de la temporada. De las quince medallas de oro disputadas ayer esa fue la m¨¢s devaluada, junto a varias de los aparatos en gimnasia por las bajas de Kurt Thomas y Bart Conner.El escoc¨¦s Wells -que ahora sale apoyado en tacos, obligado por el nuevo reglamento- demostr¨® ayer su potencia irresistible a partir de los cuarenta metros y alcanz¨®, a Leonard. Otro hombre de color, sin embargo, el estadounidense Sanford, aunque ha estado lesionado gran parte de la temporada, dif¨ªcilmente hubiese cedido el ?reino del sprint? a los blancos. Y tambi¨¦n habr¨ªan dicho algo para las medallas, como siempre en la historia ol¨ªmpica, los otros dos norteamericanos inscritos, cualesquiera que fue sen. Las marcas, en la final de ayer fueron malas, pero las acre ditadas eran tambi¨¦n favorables a los atletas del otro lado del Atl¨¢ntico. Leonard ten¨ªa 10. 15, pero Floyd y Robertson, los siguientes ?mejores USA?, 10.07 y 10. 12. Incluso habr¨ªa otros posibles ?sustitutos?: Smith, 10. 17; Deal, 10.18, y hasta Glance, 10. 13 el a?o pasado. Ilustres elimina dos, en semifinales, ayer, ten¨ªan: Ray, 10. 18; Mennea y Gilkes, 10.19; Crawford, campe¨®n ol¨ªmpico en Montreal, que cay¨® en cuartos, y Woronin, s¨¦ptimo en la final, 10. 19. La igualdad de ?aspirantes? era evidente. Otra lucha interesante perdida.

En las dos pruebas restantes de atletismo la Influencia de las bajas hubiese sido ya relativa. M¨¢s en triple, donde pod¨ªan haber estado tres norteamericanos de entidad entre estos cinco: Banks, 17,14; Liviers, 17,11; Haynes, 17,12 (en 1979); Cooper, 17, 10 (tambi¨¦n en 1979), o Marlow, 17,09. Pero incluso hasta uno de los atletas chinos m¨¢s destacados, Chen Chen-hsien, 17,02. De todas formas, el nivel de la prueba, ayer, fue mejor en marcas en los tres primeros y hubiera sido dif¨ªcil subir del cuarto lugar. Uudmae hizo 17,35; Saneev, que no logr¨® igualar a Oerter, qued¨¢ndose al borde de su cuarto t¨ªtulo ol¨ªmpico consecutivo, 17,24,_y el recordman mundial, De Oliveira, 17,22, con dos nulos largu¨ªsimos para su mala suerte. En jabalina femenina, al margen de la "sorpresa" cubana, Col¨®n, ante Ruth Fuchs y Tatiana Beryuolina, que no confirm¨® su sospechoso reciente r¨¦cord mundial, poco hubieran podido hacer las norteamericanas Kathy Schmidt -62,56, oscurecida desde que fue recordwoman mundial- y Smith, 63,66 metros.

En gimnasia, el lado femenino apenas hubiese cambiado su curso, pues s¨®lo Marcia Frederick gan¨® las barras asim¨¦tricas y Kathy Johnson el bronce, en suelo, de los Mundiales de Estrasburgo-78, pero fallaron en su casa al a?o siguiente, en Forth Worth. En hombres, en cambio, al se?alar que Kurt Thomas venci¨® precisamente en Forth Worth en barra fija y suelo, fue plata en caballo con aros y paralelas, y Bart Conner sum¨® el oro en parelelas y el bronce en salto, se habla de seis medallas, que hubieran podido escapar a la URSS y la RDA, especialmente. Todo un ?pellizco?, Tras la baja forma en el relevo japon¨¦s -s¨®lo bronce en caballo a cargo de Gushiken en Forth Worth- esa hubiese sido la otra gran inc¨®gnita de la gimnasia, aunque ya nunca se sabr¨¢.

Por ¨²ltimo, mientras en el sable de esgrima no hubo ausentes de importancia, en la pistola r¨¢pida de tiro siempre cabr¨¢ recordar al alem¨¢n occidental Warner Beier, subcampe¨®n mundial en Se¨²l, con 595 puntos ante el austr¨ªaco Petritsch, bronce ayer con 596, como el rumano Ion, oro, y el alem¨¢n oriental WiefeI, plata.

De los quince juegos de medallas disputados ayer, cuatro hubiesen cambiado, pues, te¨®ricamente de ganador y al menos siete de los puestos restantes habr¨ªan estado en serio peligro.