Soria: nueve razones y una convicci¨®n

No para ejercer el derecho de r¨¦plica, sino el m¨¢s elemental de leg¨ªtima defensa, desear¨ªa puntualizar algunas afirmaciones del ?Editorial? publicado en EL PAIS el jueves 24 de julio sobre mi actuaci¨®n en torno a la variante Sur de Soria.1. El puente proyectado no pasar¨¢ ?por encima de San Polo?, sino m¨¢s lejos de San Polo que el actual puente del ferrocarril.

2. No ir¨¢ ?rayando los muros de San Saturio?, sino a m¨¢s de un kil¨®metro de San Saturio.

3. No se construir¨¢ ?hollando San Juan del Duero?; es la variante Norte quien hollar¨ªa San Juan del Duero, no la Sur. V¨¦anse mapas, por favor.

4. ?Urge una soluci¨®n a este tr¨¢fico aberrante?. Totalmente de acuerdo: un tr¨¢fico que est¨¢ hoy provocando grav¨ªsimos peligros de deterioro en dos monumentos esenciales: Santo Domingo y la concatedral de San Pedro, sin que nadie proteste en su defensa.

5. ?Nadie podr¨¢ convencernos de que no hab¨ªa otra soluci¨®n?. Tras a?os de estudio, el Ministerio de Obras P¨²blicas no reconoce otra soluci¨®n. No hay otras soluciones, sino ideas no realizables. Naturalmente que aceptar¨¦ otra soluci¨®n viable, si existe. Una soluci¨®n, no una simple dilaci¨®n.

6. ?El desaguisado del. Crimen de Cuenca?. Ni denunci¨¦ ni secuestr¨¦ esa pel¨ªcula. Ap¨²ntese, pues, ?el desaguisado? a quien corresponda.

7. ?El ministro se apoy¨® en un principio en la opini¨®n y las fuerzas populares sorianas, al parecer, aplaud¨ªan el puente?. Sigue plenamente vigente la solicitud-lnforme que, al pedir mi apoyo en favor de la variante Sur firmaron todas las fuerzas pol¨ªticas y populares de Soria: ayuntamiento, diputaci¨®n, comisi¨®n de corporaciones locales, AP, UCD, PSOE, PC, Asociaci¨®n de Vecinos Yag¨¹e y todos los parlamentarios, menos el del PSOE (pero el secretario provincial del PSOE s¨ª firm¨®). Ni una sola de esas firmas se ha retirado. Es, por tanto, falso que ?s¨®lo los representantes de la UCD soriana, municipal y parlamentaria, dan su aprobaci¨®n al plan Sur?.

8. ?Una guerra en que el poder pol¨ªtico, sin atender a m¨¢s razones, ha resuelto por su cuenta y riesgo ?. Por el contrario:

a) Al retirar el expediente sobre el conjunto, he mantenido los expedientes para la declaraci¨®n monumental de San Polo y San Saturio.

b) He atendido a las razones del pueblo de Soria, manifestadas en documento oficial y p¨²blico -que tengo a disposici¨®n de quien lo desee comprobar- por todas las instituciones representativas y todos los partidos pol¨ªticos de la ciudad y la provincia.

c) He considerado, con todo respeto, las opiniones contrarias, pero creo que es el pueblo de Soria y no personas, aun cargadas de m¨¦ritos y de prestigio, que no viven en Soria, quien debe decidir sobre sus propios valores culturales.

d) Naturalmente que si el pueblo de Soria se retractase del documento que suscribieron sus representantes el 28 de marzo, yo me atendr¨ªa, estrictamente, a su decisi¨®n, expresada de forma tan fehaciente como la anterior.

Naturalmente que puedo estar equivocado, pero creo que no lo estoy. Nunca he estudiado un problema tan a fondo como ¨¦ste. He recorrido personalmente los lugares en litigio, he hablado con docenas de expertos, he examinado antecedentes y consecuencias con el mayor inter¨¦s. He comprobado que nadie se opuso al proyecto Sur durante el periodo de informaci¨®n p¨²blica. Se me puede acusar, en este caso, de cualquier cosa menos de empecinamiento o de arbitrariedad.

He llegado a la firme conclusi¨®n de que Soria, ciudad y provincia, se ahoga sin una variante; y de que cualquier proyecto que no sea la variante Sur, retrasar¨ªa por m¨¢s de diez a?os la soluci¨®n definitiva. Por otra parte, el proyecto Sur puede realizarse con todo respeto a los valores hist¨®ricos y culturales de la zona, aunque tal vez produzca incomodidades de tipo privado, que deben ceder ante el inter¨¦s p¨²blico.

No quisiera para Soria el destino de Calata?azor: enclave hist¨¦rico que para convivir con tres monumentos de primer orden cuenta hoy s¨®lo con una docena escasa de vecinos. En la pr¨¢ctica, Soria va a ahogarse y va a morir sin la variante Sur. As¨ª me lo afirm¨® Soria de forma abrumadora y fehaciente. Contribuir a la defensa de una ciudad contra el ahogo y la muerte me parece una actitud profundamente cultural. Si las distinguidas personalidades y asociaciones que se oponen a la variante Sur logran su prop¨®sito y la ciudad se salva por otros medios, estar¨¢ claro que los representantes de Soria y el ministro se habr¨ªan equivocado. Pero si estamos en lo cierto, y por mi parte estoy seguro de ello, que cada uno peche con la responsabilidad de haber acelerado, por nobles motivos est¨¦ticos, la agon¨ªa irreversible de una ciudad casteIlana.