El hermano del presidente Carter podr¨ªa ir a la c¨¢rcel
Billy Carter, hermano del presidente norteamericano, podr¨ªa ser condenado a cinco a?os de prisi¨®n y 10.000 d¨®lares (700.000 pesetas) de multa, por declarar en falso ante el jefe de la Secci¨®n de Registros de Agentes Extranjeros del Departamento de Justicia.
En efecto, Billy neg¨® a este organismo, el pasado 16 de enero, haber recibido dinero procedente de Libia. Sin embargo, el funcionario responsable de esta Secci¨®n de Registros pudo comprobar que el hermano del presidente de Estados Unidos recibi¨®, el 31 de diciembre de 1979, un ingreso de 20.000 d¨®lares (1.400.000 pesetas) en un banco de Georgia No se sabe para qu¨¦ ha utilizado Billy este dinero, pero la Casa Blanca se ha apresurado a aclarar que no lo us¨® para cubrir deudas en el negocio familiar de cacahuetes.Por otro lado, Billy Carter neg¨® ayer en Americus (Georgia) tener en su poder los telegramas enviados por la Embajada de Estado Unidos en Libia al Departamento de Estado. en septiembre de 1978, en los que se afirma que la estancia de Billy en Tr¨ªpoli pod¨ªa considerarse como ?un hecho positivo? para las relaciones entre ambos pa¨ªses.
Por su parte, la Casa Blanca, en un comunicado oficial, reconoci¨® que el presidente Jimmy Carter convers¨® con su hermano Billy a prop¨®sito de los telegramas del Departamento de Estado. Estos se consideran como ?poco importantes? y, siempre seg¨²n la Casa Blanca, ?el presidente no se acuerda si dio o no copia a su hermano?.
Se trata, en definitiva, de un nuevo elemento Importante para las investigaciones en torno al esc¨¢ndalo de Billy Carter, como ?agente del Gobierno libio?, que puede complicar seriamente las cosas para el propio presidente. Supone que Jimmy Carter conoc¨ªa las actividades de su hermano Billy en pro de las tesis libias, ?aun que no influyeron? en la pol¨ªtica de Estados Unidos respecto a Libia, como demuestra la continuidad del embargo para la entrega de ocho aviones H¨¦rcules C-130 encargados y pagados por Libia en 1971.
Joel Lisker, jefe del Registro de Agentes Extranjeros en el Departamento de Justicia -donde finalmente se ha inscrito Billy Carter, de acuerdo con la legislaci¨®n norteamericana-, afirm¨® ayer en Washington que Billy Carter minti¨® cuando, el 16 de enero de este a?o, dijo no haber recibido ?ning¨²n pago? por sus gestiones en Libia. Seg¨²n Lisker, se ha podido comprobar que ingres¨® un primer tal¨®n bancario, por valor de 20.000 d¨®lares (1.400.000 pesetas), en su cuenta del Bank and Trust, de Columbus (Georgia), con fecha de 31 de diciembre de 1979. Irregularidad que podr¨ªa ser objeto de condena, incluso con la c¨¢rcel, en la futura investigaci¨®n de la justicia norteamericana sobre el caso de Billy Carter como ?agente libio?.
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Es probable que el Senado norteamericano no cite a Carter de forma inmediata
Viene de primera p¨¢gina
En contra de los deseos del presidente Jimmy Carter, que quiere acudir r¨¢pidamente a una declaraci¨®n p¨²blica ante el subcomit¨¦ del Senado, que tambi¨¦n investiga las posibles irregularidades de Billy Carter y su eventual influencia en la Casa Blanca, es probable que el subcomit¨¦ no cite al presidente Jimmy Carter hasta despu¨¦s de la celebraci¨®n de la convenci¨®n nacional dem¨®crata, que del 11 al 14 de este mes, en Nueva York, deber¨¢ nombrar al candidato del partido a la elecci¨®n presidencial del pr¨®ximo 4 de noviembre. Sin embargo, Carter presentar¨¢ un informe al Senado.
En un comunicado oficial de la Casa Blanca, el presidente Jimmy Carter reconoci¨® ayer que hab¨ªa discutido con su hermano una serie de informes enviados por la Embajada de EE UU en Tr¨ªpoli, a prop¨®sito del primer viaje de Billy Carter a Libia, en septiembre de 1978. El comunicado de la Casa Blanca lleg¨® despu¨¦s de una serie de presiones de un grupo de congresistas que tuvieron conocimiento de los hechos, gracias a la labor del FBI, que colabora con las investigaciones relativas a las relaciones de Billy Carter con el Gobierno de Libia y sus eventuales implicaciones -que cada vez parecen ser mayores- con la presidencia de EE UU, que ejerce su hermano, Jimmy Carter.
El Billygate, como escriben algunos peri¨®dicos norteamericanos, refiri¨¦ndose poco a poco al paralelismo del actual caso con el famoso esc¨¢ndalo de Watergate, que acab¨® con la presidencia de Richard Nixon, perjudica cada d¨ªa algo m¨¢s la imagen p¨²blica del presidente Carter. A pesar de sus declaraciones de ?completa colaboraci¨®n? con el subcomit¨¦ del Senado, que contin¨²a sus an¨¢lisis sobre el tema Billy Carter, el presidente da la impresi¨®n de ir detr¨¢s de los acontecimientos.
Las reacciones de la Casa Blanca llegan siempre despu¨¦s de haber sido publicadas en la prensa. Hecho que que existen serios cierto modo que existen serios intereses en sustraer el asunto al p¨²blico, incluyendo la vinculaci¨®n entre los hermanos Carter a prop¨®sito de Libia, que vendr¨ªa de mucho m¨¢s lejos que desde ¨²ltimos de noviembre de 1979, cuando el presidente Carter busc¨® el apoyo de su hermano para que los libios sirvieran de intermediarios para la liberaci¨®n de los rehenes norteamericanos secuestrados en Ir¨¢n, que ayer cumplieron su 271 d¨ªa de cautiverio.
En los telegramas hoy objeto de pol¨¦mica figuran comentarios de la Embajada de Estados Unidos en Libia, calificando de ?favorable? la estancia del hermano del presidente en Tr¨ªpoli, en septiembre de 1978. Los telegramas fueron enviados al Departamento de Estado con la menci¨®n de ?confidencial? o ?acceso oficial limitado?, puntos que pueden ser objeto de pol¨¦mica cuando la semana pr¨®xima en Washington el subcomit¨¦ senatorial llame a declarar al propio presidente, Jimmy Carter, hecho que acepta el presidente, a diferencia de las negativas de Richard Nixon, cuando se investig¨® el esc¨¢ndalo del Watergate, en 1974.
Cabe recordar, una vez m¨¢s, que todo el l¨ªo de los hermanos Billy Carter llega en un momento de plena campa?a electoral en EE UU. Cada vez se le pone m¨¢s cuesta arriba a Jimmy Carter la renominaci¨®n como candidato del Partido Dem¨®crata a la elecci¨®n presidencial del pr¨®ximo 4 de noviembre. Parece inevitable una ?convenci¨®n abierta?, sin una disciplina de voto que, en principio, ser¨ªa favorable a Carter en el curso de la convenci¨®n nacional dem¨®crata del 11 al 14 de este mes, en Nueva York.
Robert Strass, jefe de la campa?a electoral para la reelecci¨®n de Carter, declar¨® en Washington que el presidente no acepta ?Iiberar? a sus delegados de la disciplina de voto. Carter cuenta con trescientos delegados m¨¢s de los 1.666 necesarios para ser nombrado. El senador Edward Kennedy tiene 1.234. Sin duda, no es casual que el Billygate haya estallado antes de la convenci¨®n. Las relaciones de Billy con los libios tienen m¨¢s de dos a?os.
Su aparici¨®n en estos momentos contribuye a fortalecer a los adversarios del presidente Carter -incluidos los de su propio partido-, que temen cada vez m¨¢s la p¨¦rdida de la elecci¨®n presidencial y de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Congreso el pr¨®ximo 4 de noviembre, si Jimmy Carter se presenta a la reelecci¨®n. Intentan, en realidad, tina operaci¨®n de cambio de personaje a ¨²ltima hora, para intentar combatir con posibilidades de ¨¦xito la candidatura presidencial republicana de Ronald Reagan y George Bush.
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