Los partidos portugueses forman coaliciones de cara a las elecciones de octubre
Todo, o casi todo, est¨¢ preparado en Portugal para las elecciones legislativas del 5 de octubre. Algo m¨¢s de siete millones de electores elegir¨¢n a los 251 diputados que formar¨¢n la pr¨®xima Asamblea de la Rep¨²blica, c¨¢mara ¨²nica del Parlamento luso, dotada de poderes de revisi¨®n constitucional.
Aparte del aumento del electorado (3,1 % m¨¢s que en diciembre de 1979), la principal novedad ser¨¢ el predominio de las coaliciones de partidos. Es sintom¨¢tico el hecho de que ninguna de las cuatro formaciones pol¨ªticas portuguesas m¨¢s importantes se presente con sus propios nombres y programas: los socialdem¨®cratas del PSD y los dem¨®cratas del CDS mantienen su Alianza Democr¨¢tica con los mon¨¢rquicos del PPM. El partido comunista aparece, por tercera vez, junto a su aliado, el MDP, formando la Alianza Pueblo Unido?.Los socialistas, que no pudieron rescatar el emblema del pu?o y la rosa, monopolizado por un grup¨²sculo ex mao¨ªsta llamado Partido Traballista, entra en la contienda integrado en el Frente Republicano y Socialista, con sus disidentes de izquierda y los socialdem¨®cratas independientes, disidentes del PSD.
La elaboraci¨®n de listas coaligadas ha suscitado problemas que est¨¢n lejos de resolverse definitivamente, principalmente en Alianza Democr¨¢tica, donde el PSD tuvo que ceder a las reivindicaciones de sus aliados de una representaci¨®n ampliada, dejando lugares ?m¨¢s seguros? al CDS y al PPM; el partido de Sa Carneiro tuvo que abrir dos esca?os para los ?independientes?. Si AD consolida su mayor¨ªa, no habr¨¢ problema, pero un retroceso m¨ªnimo puede costar al PSD su lugar de primer partido portugu¨¦s, dif¨ªcilmente conquistado a los socialistas en 1979.
La elaboraci¨®n de las listas del Frente Republicano y Socialista tambi¨¦n plante¨® problemas, pero m¨¢s por cuestiones internas que por los aliados: la UEDS no consigui¨® ning¨²n diputado en 1979 y la ASDI se presenta por primera vez, lo que obliga a ambas a mucha moderaci¨®n: ir¨¢n a por cinco puestos ?seguros? o, por lo menos, ?muy probables?.
Como ya es habitual, si hubo problemas en el partido comunista no se conocieron en el exterior. Un sector de la izquierda no alineada piensa que fue poco l¨²cida la decisi¨®n de la UDP (que dispone de un esca?o) de rechazar el ofrecimiento comunista de tres puestos en las listas de la Alianza Pueblo Unido, para integrarse en una alianza con el Frente de Unidad Proletaria, del comandante Otelo Saraiva de Carvalho. Esta apertura -sin precedente- del PCP a su Izquierda pod¨ªa haber evitado la dispersi¨®n de otras veces de varios miles de votos, mientras que la presencia de las tres grandes coaliciones hace a¨²n m¨¢s problem¨¢tica la representaci¨®n de los peque?os partidos.
A pesar de que la campa?a electoral de la coalici¨®n gubernamental est¨¦ centrada en el tema de la bipolarizaci¨®n (?o nosotros, o los marxistas?) es evidente que la batalla electoral de octubre se desarrollar¨¢ en tres frentes. Los comunistas aspiran exclusivamente a consolidar m¨¢s su posici¨®n (sobrepasar el 20%), y sus dos rivales principales son Alianza Democr¨¢tica y el Frente Republicano. El objetivo de Alianza Democr¨¢tica es conquistar la mayor¨ªa absoluta de los votos (o sea, 200.000 m¨¢s que en diciembre pasado), consolidar su mayor¨ªa absoluta en el Parlamento y acentuar la quiebra del partido socialista.
En cambio, el objetivo oficial del Frente es exactamente lo contrario, es decir, vencer a AD en votos y en diputados.
Los dirigentes socialistas consideran que una ?recuperaci¨®n? que garantice al partido m¨¢s del 30% de los esca?os ser¨ªa ya una victoria, puesto que har¨ªa perder a la derecha su mayor¨ªa absoluta en el Parlamento y forzar¨ªa un reajuste de fuerzas.
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