"El derecho de la CEOE a opinar"
La Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales, hizo p¨²blico a comienzos de junio un programa de medidas urgentes para combatir el paro. En s¨ªntesis, tal programa apuntaba una serie de sugerencias para reanimar la inversi¨®n privada y, a trav¨¦s, de ¨¦sta, lograr una cierta reactivaci¨®n econ¨®mica. Adem¨¢s, demandaba una actuaci¨®n inmediata sobre unos cuantos sectores concretos de actividad, sectores que denominaba ?de impulsi¨®n?, a fin de que sirvieran a modo de ?locomotoras? para arrastrar al resto del sistema productivo. En la lista articulada por la CEOE figuran entre ellos todos los relacionados con la exportaci¨®n y, adem¨¢s, los que se refieren a la conservaci¨®n y desarrollo de la energ¨ªa, la construcci¨®n de viviendas, el mantenimiento de la red de carreteras, la repoblaci¨®n forestal y los regad¨ªos.Poco despu¨¦s, el presidente de la patronal, Carlos Ferrer, y el ministro de Econom¨ªa, Jos¨¦ Luis Leal, presentaron en un debate televisado sus respectivas opiniones sobre el citado programa, de las que el ciudadano dedujo la existencia de una proporci¨®n considerable de concordancia entre las peticiones de los empresarios y los prop¨®sitos que alberga la Administraci¨®n, ya que una parte importante de las acciones que los primeros proponen o bien han sido emprendidas ya por el Gobierno o bien figuran en su cartera de expedientes de pr¨®xima resoluci¨®n.
As¨ª las cosas, no parec¨ªa sino que el asunto hab¨ªa quedado relegado a las calendas oto?ales, tanto por el par¨¦ntesis que habitualmente impone el mes de agosto al quehacer oficial como por el rumoreado reajuste del equipo que ejerce el poder ejecutivo. Sin embargo, he aqu¨ª que, durante los ¨²ltimos d¨ªas, el plan en cuesti¨®n ha reverdecido y ha tornado al primer plano de la actualidad. ( ... )
La controversia suscitada en .torno del programa de medidas de la CEOE se reduce, seg¨²n todas las apariencias, a una simple pugna acad¨¦mica entre escuelas econ¨®micas dispares, que no merece mayor atenci¨®n, sobre todo considerando que, entre tanto, la situaci¨®n econ¨®mica ofrece signos de recrudecimiento negativo, como lo prueban el pr¨¢ctico estancamiento del producto interior bruto y el aluvi¨®n de parados que crece d¨ªa tras d¨ªa.
En este aglomerado de dificultades progresivas, de lo que no cabe duda es del derecho que asiste a las organizaciones empresariales a elevar su voz y hacer llegar al Gobierno sus ideas, sus inquietudes y, lo que es a¨²n m¨¢s oportuno y provechoso, las medidas que, a su juicio, deben abordarse para hallar una salida de la crisis. El juego de libertades que constituye el basamento de la democracia ampara e incluso exige que tanto los ciudadanos, por modestos que sean, como las fuerzas sociales representativas acudan a la opini¨®n p¨²blica y a las altas instancias legislativas y ejecutivas, tantas veces como fuere menester, en defensa de sus leg¨ªtimos intereses. Si la CEOE lo ha hecho ahora, razonada y constructivamente, no hay por qu¨¦ rasgarse las vestiduras. ( ... )
17 de agosto
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