Dignidad

Los programas dram¨¢ticos de Televisi¨®n Espa?ola nos tienen acostumbrados a obras faltas de calidad, de autores mediocres y sin contenido (salvo alguna excepci¨®n), pero la obra de Alfonso Paso, programada el domingo d¨ªa 17 (Sin novedad, do?a Adela) en Estudio 1, fue el colmo y, desde luego, la m¨¢s indignante de las que he visto en los ¨²ltimos tiempos. Toda la obra est¨¢ basada, de modo invariable, en el ?gran pecado? de una esposa cuyo marido, diez a?os despu¨¦s de haber contra¨ªdo matrimonio, se entera de que tuvo relaciones, antes de conocerle, con otro hombre. La trama se complica con otros casos parecidos de otras mujeres, que, con variantes, est¨¢n en el mismo caso. En todos ¨¦stos, el marido es, seg¨²n el autor, un pobre hombre ofendido, escarnecido, etc¨¦tera; eso s¨ª, a nadie parece preocuparle si ellos han tenido o no relaciones antes del matrimonio, seguramente para el autor eso no tiene importancia, o mejor, es perfectamente l¨®gico, dado que son hombres.Por favor, se?ores jefes de programaci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola, estamos en 1980, no en el siglo XV; ciertas obras ofenden mi dignidad de hombre. No todos somos como esa pandilla de bestias, que gritaban desaforadamente, pegaban a sus esposas, las insultaban y luego, porque se enteraban que ellas hab¨ªan hecho antes de casarse lo que ellos hab¨ªan hecho muchas veces antes y despu¨¦s, hablaban de lealtad, derechos y se indignaban porque la ley no les proteg¨ªa.

Los hombres que consideramos que la relaci¨®n hombre-mujer debe estar basada en la m¨¢s estricta igualdad, consideraci¨®n y respeto mutuo estamos indignados, hartos y cansados de que se dogmatice sobre c¨®mo tenemos o no tenemos que ser y c¨®mo tienen que ser las mujeres y, sobre todo, que se haga desde medios p¨²blicos, que pagamos todos, como Televisi¨®n Espa?ola./

Madrid.