Otro torero, detenido en Bilbao

Una vez apuntillado el ¨²ltimo toro de la corrida de ayer en Bilbao, donde el diestro Currillo se neg¨® a matar dicho sexto toro, fue requerido por el delegado gubernativo para que un inspector de la polic¨ªa tomase los datos al torero. Una vez cumplido el tr¨¢mite, sali¨® Currillo acompa?ado de los otros dos diestros: Manolo Cort¨¦s y Ruiz Miguel, hasta la puerta de cuadrillas. En el mismo coche de cuadrillas se traslad¨® Currillo al hotel Ercilla, donde ya estaba presente el presidente de la corrida, se?or Gal¨¢n, y dos inspectores del Cuerpo General de Polic¨ªa, que procedieron a instar a Currillo a acompa?arles a la comisar¨ªa, en espera de la multa que impondr¨¢ el gobernador civil de la provincia.Previamente, y mientras el toro esperaba en el ruedo, en el callej¨®n se desataban las discusiones y los nervios. Currillo se negaba a matar al toro, aduciendo que ¨¦ste estaba toreado, mientras Ruiz Miguel y Cort¨¦s corroboraban esta opini¨®n, y la cuadrilla, p¨¢lida y desencajada, nohac¨ªa m¨¢s que mirar con cara de susto a su matador. Currillo, en un momento dado, intent¨® descabellar al toro desde el burladero, a lo que se neg¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Recondo, su apoderado. Incluso se adujeron razones humanitarias, mientras el delegado gubernativo contestaba: ??Qui¨¦n lo va a matar, yo??, y Recondo lamentaba: ?Qu¨¦ lentos son algunas veces en dar los avisos?. Todo el mundo, salvo el p¨²blico, evidentemente, se solidariz¨® con Currillo, que no hac¨ªa m¨¢s que repetir: ??Qu¨¦ quieren, que me mate el toro??.

Aunque el torero fue puesto en libertad pocas horas m¨¢s tarde, anoche no se sab¨ªa la propuesta de multa, si bien se cree que ser¨¢ por su intento de matar desde el burladero m¨¢s que por su inhibici¨®n en la lidia del toro.