El Banco Mundial destinar¨¢ 25.000 millones de d¨®lares a la b¨²squeda de recursos energ¨¦ticos

El Banco Mundial est¨¢ estudiando la creaci¨®n de una nueva ayuda del organismo internacional, que, con un monto de 25.000 millones de d¨®lares, durante cinco anos, ser¨¢ destinada a financiar la b¨²squeda de fuentes energ¨¦ticas en los pa¨ªses en desarrollo, seg¨²n anunci¨® el pasado fin de semana el presidente de la instituci¨®n, Robert McNamara. En el curso de la presentaci¨®n de un amplio informe, llamado Energ¨ªa en los pa¨ªses en desarrollo, McNamara se?al¨® que, adem¨¢s, el Banco Mundial explora la posibilidad de crear un nuevo organismo, afiliado al banco, encargado exclusivamente de los temas energ¨¦ticos en el Tercer Mundo.

Los 25.000 millones de d¨®lares que el Banco Mundial destinar¨¢ a energ¨ªa cubrir¨¢n petr¨®leo, gas, electricidad, fuentes renovables de energ¨ªa, alcohol, etc¨¦tera, y servir¨¢n para financiar proyectos por un total de cerca de 100.000 millones de d¨®lares.La necesidad de estos programas financieros de ayuda a que el Tercer Mundo, no productor de petr¨®leo, encuentre sus propias fuentes de energ¨ªa, va en funci¨®n del peligro que encierra para la estabilidad de estos pa¨ªses su actual d¨¦ficit exterior, derivado del alto coste de las importaciones de crudo.

Gastos insoportables

Los c¨¢lculos del Banco Mundial, en su estudio sobre Energ¨ªa en los pa¨ªses en desarrollo, prev¨¦ que, en su conjunto, estos pa¨ªses desembolsar¨¢n 50.000 millones de d¨®lares en comprar petr¨®leo durante 1980, pero, si no reducen su consumo y, al mismo tiempo, aumentan su producci¨®n de energ¨ªa, en 1990 tendr¨¢n que gastar 110.000 millones de d¨®lares en adquirir el crudo que sus necesidades de crecimiento requerir¨¢n.?Elevando al m¨¢ximo la producci¨®n de energ¨ªa de aqu¨ª a finales del decenio, y mediante la aplicaci¨®n de un vigoroso programa de ahorro de energ¨ªa, estos pa¨ªses podr¨ªan reducir sus gastos de importaci¨®n de petr¨®leo en 25.000 a 30.000 millones de d¨®lares?, sostiene Robert McNamara, presidente del Banco Mundial. El Banco Mundial entiende que las inversiones totales necesarias para un programa energ¨¦tico, ampliado en los pa¨ªses en desarrollo importadores de petr¨®leo deber¨¢ ser del orden de los 450.000 a los 500.000 millones de d¨®lares durante este decenio.

El informe destaca que el financiamiento de dicho programa significar¨¢ una pesada carga sobre el ahorro interno y el capital externo, incluida la asistencia del Banco Mundial, pero que el banco se encuentra preparado para ayudar a los pa¨ªses en desarrollo miembros de la instituci¨®n.

El presidente, al hacer notar que el banco ha comprometido 4.500 millones para proyectos de energ¨ªa en los ¨²ltimos dos ejercicios econ¨®micos, inform¨® que el actual programa permitir¨¢ otorgar pr¨¦stamos por valor de unos 13.000 millones de d¨®lares para energ¨ªa durante los pr¨®ximos cinco a?os. El Banco estudia ampliar esa cifra en unos 12.000 millones de d¨®lares.

Debido a que los recursos del banco en la actualidad no son suficientes para satisfacer las necesidades de energ¨ªa de los pa¨ªses en desarrollo, McNamara anunci¨® que la instituci¨®n se propone explorar la posibilidad de establecer una entidad afiliada al banco, que proporcionar¨ªa el financiamiento adicional necesario.

Los pa¨ªses importadores de petr¨®leo podr¨ªan probablemente duplicar su producci¨®n de petr¨®leo de 1,7 millones de barriles diario ahora, en 1980, a cerca de 3,3 millones para 1990, y, haciendo un gran esfuerzo, a un m¨¢ximo de cuatro o cinco millones de barriles diarios para esa fecha, calcula el estudio.

El banco hace resaltar al mismo tiempo la necesidad de incrementar la actividad exploratoria de petr¨®leo en los pa¨ªses en desarrollo, y deplora el ?enorme desperdicio de gas natural que hay en el mundo?. ?Los gobiernos de los pa¨ªses productores se dan cuenta del enorme desperdicio de gas? (casi del 40%), que tiene lugar en la producci¨®n asociada de gas y petr¨®leo, y que queda en la atm¨®sfera, mientras en algunos pa¨ªses en desarrollo se quema su totalidad, indica el informe, al destacar c¨®mo se pierde esta energ¨ªa precisamente cuando m¨¢s falta hace.

Otro de los peligros que acecha a los pa¨ªses en desarrollo es la extinci¨®n de sus bosques, considerada como otra crisis energ¨¦tica, pues se consumen a un ritmo de, m¨¢s o menos, 1,3% al a?o, es decir, de diez a quince millones de hect¨¢reas.