El extra?o caso de Iberia

En 1979, la compa?¨ªa estatal Iberia, L¨ªneas A¨¦reas de Espa?a, perdi¨® la respetable cantidad de 6.191 millones de pesetas en la explotaci¨®n de su flota. La cifra, justificada por sus directivos en raz¨®n a u?a serie de factores adversos que ?tuvo que afrontar la sociedad?, supone aproximadamente un 8% de la facturaci¨®n total de la compa?¨ªa durante ese a?o.Obviamente, entre los factores adversos hay que contar la enorme subida del combustible, que pas¨® de costar 8,50 pesetas por litro, en junio de 1979, a veintiuna peseta a principios de a?o. Aparte que es dif¨ªcil achacar la responsabilidad a la subida de los combustibles, que s¨®lo afect¨® a un cuarto del per¨ªodo del ejercicio, est¨¢ claro que algo no march¨® bien en la pol¨ªtica comercial y de equipamiento de la compa?¨ªa.

Existe quien opina que uno de los fallos principales de Iberia ha sido, precisamente, la extra?a pol¨ªtica de equipamiento seguida por sus directivos. En estos momentos, Iberia tiene una flota compuesta por 95 aparatos, de los que casi la mitad (37), son Boeing 727, un trirreactor de alto consumo y que muchas compa?¨ªas mundiales, casos de Delta, Braniff y Eastem, est¨¢n vendiendo r¨¢pidamente por obsoleto.

Iberia, sin embargo, es, o ha sido, un caso aparte. Despu¨¦s de haber salvado la l¨ªnea de producci¨®n del modelo con un pedido monstruo hace a?os, todav¨ªa en 1979 estaba Iberia comprando cinco Boeings 727 adicionales, que l¨®gicamente a?adi¨® a su flota.

Seg¨²n estimaciones realizadas por expertos en aeron¨¢utica, un 727, con sus tres motores, consume casi el doble de combustible por pasajero transportado, que el moderno Airbus m¨¢s sencillo. Asimismo, un 727 puede transportar tan s¨®lo 149 pasajeros, mientras que el A-310, por ejemplo, tiene capacidad para 350 personas.

Pese a estas pasmosas diferencias, Iberia tan s¨®lo tiene un pedido en firme de cuatro Airbus, cuya entrega est¨¢ prevista para los primeros meses de 1981, y aparentemente ning¨²n plan anunciado de ir sustituyendo paulatinamente su flota de 727 por Airbus o cualquier otro modelo de aparato de la nueva generaci¨®n.

Si tal como est¨¢n de acuerdo analistas de esta industria, el futuro de una compa?¨ªa a¨¦rea est¨¢ basado, hoy d¨ªa, en una adecuada pol¨ªtica de equipamiento, el panorama inmediato de la compa?¨ªa nacional espa?ola puede ser f¨¢cilmente adivinable.

Mucho m¨¢s dificil de saber, sin embargo, es la raz¨®n exacta por la que esta compa?¨ªa estatal no realiz¨® ning¨²n pedido prudencial de Airbus cuando sus colegas europeos, por aquello de que el proyecto era suyo, copaban los primeros puestos en la lista de entregas de la compa?¨ªa con base en Marsella. Y m¨¢s cuando en el proyecto europeo participa Construcciones Aeron¨¢uticas, SA, otra empresa p¨²blica.