Esc¨¢ndalos del pasado
Como el caso Sofico, el de Rentagrac¨®n constituye uno de los varios esc¨¢ndalos surgidos en las postrimer¨ªas del franqu¨ªsmo a la sombra de la especulaci¨®n inmobiliaria y que ha sido dejado en herencia a la democracia. En uno y en otro caso, al margen de su similitud por la cuant¨ªa del dinero adeudado y presuntamente estafado y de la masa de perjudicados -unos 1.100 millones de aquella ¨¦poca y unos 3.000 - perjudicados, respectivamente, en el caso de Rentagrac¨®n-, los inventores de tales negocios echaron mano de personas de reconocido prestigio social y profesional y bien introducidas en los estamentos del r¨¦gimen, y recurrieron a amplias campa?as de publicidad, basadas, en gran parte, en el enga?o.Miles de peque?os y medios ahorradores, pensionistas o jubilados sucumbieron en aquellos a?os ante las apariencias de una solvencia tan bien avalada y tan bien presentada, y que adem¨¢s ofrec¨ªa a la vez los se?uelos de la propiedad: ?un cachito de edificio? y del beneficio y una rentabilidad del dinero invertido del 12%. El despertar de tan bello seu?o es la inevitable suspensi¨®n de pagos y la quiebra de la sociedad, cuyo verdadero estado es cuidadosamente ocultado, y la larga marcha de los miles de afectados por los pasillos de los juzgados -la querella de los perjudicados en Rentagrac¨®n fue preseritada el 4 de septiembre de 1975- en espera de que se haga justicia y que se les devuelva las caritidades que fueron entregadas mediante documentos legales, y que otros seguramente ya se habr¨¢n embolsado.
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