Ma?ana se reanudan las conversaciones en Fiat
El habil¨ªsimo ministro de Trabajo, se?or Foaschi, ha conseguido restablecer las interrumpidas negociaciones entre Fiat y los sindicatos. Y ma?ana, en Roma, en el Ministerio de Trabajo, ante la presencia del ministro, que sigue en contacto continuo con el presidente del Gabinete, Francesco Cossiga, volver¨¢n a encontrarse cara a cara, como en Tur¨ªn, el pleno de la delegaci¨®n Fiat y el de los sindicatos metal¨²rgicos.Al mismo tiempo, el pleno del Parlamento estudiar¨¢ el ?caso Fiat?, que se ha convertido en un caso nacional, hasta el punto que por vez primera el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Ballestrero, que es el arzobispo de Tur¨ªn, ha intervenido p¨²blicamente en un conflicto social, con una carta larga, ?tipo Wyszynski?. Ha pedido a todos los responsables de la dificil negociaci¨®n que ?hagan todos los esfuerzos posibles para buscar soluciones alternativas a los 14.400 despidos? preparados por la empresa Agnelli. Dice en otro pasaje de la carta el cardenal: ?Pido al Se?or que se aleje de las familias el fantasma de los despidos, del desempleo y de la disminuci¨®n de la producci¨®n industrial?.Y al mismo tiempo el cardenal llama a la responsabilidad de conciencia a los industriales ?que se llaman cristianos?, ya que son ellos quienes ?deben dar en este momento una ayuda especial?.
Esta carta del arzobispo de Tur¨ªn se hac¨ªa p¨²blica mientras que durante en una de las manifestaciones por las calles de la ?ciudad de Fiat? se registraba un episodio de mal gusto: un grupo de trabajadores que llevaban en sus manos las banderas rojas hicieron pedazos un cuadro a color del papa Wojtyla, que alzaban en sus manos un grupo de trabajadores cristianos.
Aunque los sindicatos est¨¢n consiguiendo mantener todas las demostraciones de protesta dentro de los cauces de la no violencia, el clima sigue muy caliente. En lo alto de la f¨¢brica Di Mirafiori se ha levantado una gran pancarta de Marx, mientras que en una especie de gran bandera roja se han visto escritas estas palabras: ?Cuando seamos despedidos, todas las tiendas de la ciudad ser¨¢n saqueadas?. En otra de las f¨¢bricas, los huelguistas -que, desobedeciendo las ¨®rdenes de los sindicatos, cruzaron los brazos durante dos d¨ªas enteros, en vez de cuatro horas- encerraron a cal y canto a 150 obreros que entraron en la f¨¢brica para trabajar, oblig¨¢ndoles a dormir en la misma, sin que ni la polic¨ªa pudiera hacer nada.
Quiz¨¢ ante el temor de posibles violencias si las negociaciones volvieran a romperse y entraran en los buzones las cartas de despido, el cardenal Ballestrero, despu¨¦s de haber denunciado la situaci¨®n Fiat y los posibles despidos como un flagelo, ha hecho tambi¨¦n una llamada a la no violencia con estas palabras: ?No existe progreso social fundado sobre el odio y sobre la destrucci¨®n?.
?Sobre qu¨¦ bases nuevas se abrir¨¢n ma?ana las nuevas negociaciones? Al parecer, todo el punto crucial est¨¢ en evitar los despidos. Fiat insiste sobre la movilidad externa hacia otras empresas de Tur¨ªn, mientras que los sindicatos insistir¨¢n como punto m¨¢ximo de concesi¨®n en una movilidad interna, es decir, que Fiat se deber¨¢ comprometer a colocar en otras empresas suyas al personal que ya no le sirve en el sector autom¨®vil, que es el que presenta una crisis mayor.
Por su parte, la empresa Fiat, que incluso en el mercado interno ha disminuido, desde 1969 a hoy, sus ventas en un 18,5%, mientras que Alfa Romeo (empresa del Estado) las ha aumentado en un 7,7%, ha anunciado ayer que, desde este momento, quienes soliciten un coche Fiat -como el Panda, el Delta y el Ritmo diesel, para los cuales es necesario esperar algunos meses- no deber¨¢n pagar en el momento de la entrega la diferencia del precio del aumento o aumentos que hayan podido producirse en ese margen de tiempo. Y subraya que hoy s¨®lo Fiat concede en toda Europa esta facilidad.
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