Contra Quevedo
Hay prop¨®sitos misteriosos, en el mundo del teatro. Herm¨®genes Sainz -que tiene obra propia estimable- dice que quiere honrar a Quevedo en el cuarto centenario de su nacimiento, y colabora con ¨¦l Manuel Canseco; escogen el t¨ªtulo de La infanta Palancona y zurcen bajo ¨¦l varios de los entremeses de Quevedo, con algunos de sus versos. Los entrecortan, intercambian las escenas, mete Herm¨®genes Sainz sus propios versos y saca, al final, una imitaci¨®n parod¨ªstica de Mu?oz Seca (el estilo de La venganza de don Mendo) de La infanta Palancona, que se sabe que era del sevillano F¨¦lix Persio Bertiso, como el de La endemoniada fingida y chistes de Bacallao, que tambi¨¦n aparece batida en esta mezcla.El primer desprop¨®sito no es que se haga esto, sino que se ofrezca y dedique a Quevedo, que se le d¨¦ por autor y sirva para su homenaje en el d¨ªa de su cumplea?os; el segundo desprop¨®sito es que, despu¨¦s de todo, se haga mal y que en la primera parte , -donde se entremezclan los entremeses, falsos y aut¨¦nticos, no haya ni coherencia, ni entendimiento, nicontinuidad, ni comprensi¨®n, sino mucho aburrimiento. Y que en la segunda se a?ada parodia a la parodia, se mezclen nombres y casos de nuestra actualidad, entremetiendo los textos de Herm¨®genes Sainz con los de Bertiso, y se atribuya todo ello a Quevedo; sin que se salga nunca del aburrimiento, pese a las muecas y saltos de la compa?¨ªa, que se llama Espa?ola de Teatro Cl¨¢sico. Y todo amparado y patrocinado por la palabra ?cultura?, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid y por la delegaci¨®n de Cultura del ayuntamiento.
La infanta Palancona y otras historias de cornudos, maricotes y putidoncellas, de Francisco de Quevedo, arregladas por Herm¨®genes Sainz
Int¨¦rpretes: Josefina Calatayud, Jos¨¦ Mar¨ªa Guill¨¦n, Mar¨ªa Jes¨²s Hoyos, Gabriel Calatayud, Miguel A. Rell¨¢n, Francisco Ru¨ªz, Jos¨¦ Lahoz, M. G¨®mez A Ivarez, Maribel Rivera, Angel Egido, Jos¨¦ A. Ceinoz, Julia Trujillo, Carlos Aranda, de la Compa?¨ªa Espa?ola de Teatro Cl¨¢sico. Director: Manuel Canseco. Centro Cultural de la Villa de Madrid
Es una muestra m¨¢s de la confusi¨®n en que estamos, de la falta de respeto por los cl¨¢sicos, por los contempor¨¢neos y por el p¨²blico, de la degeneraci¨®n del teatro espa?ol y de la incompetencia de quienes subvencionan, apoyan o estimulan sin m¨¢s averiguaciones.
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