Las familias madrile?as destinan el 20% de sus ingresos a gastos escolares
S¨®lo dos de cada cinco ni?os disfrutan de ense?anza gratuita
De los 900.000 ni?os madrile?os que ayer comenzaron sus clases, al menos un 60% de ellos estudia en centros privados, seg¨²n aseguran fuentes oficiales. La gratuidad en la ense?anza la disfrutar¨¢n tan s¨®lo el 40%, pero hay una larga serie de gastos (uniformes, libros, clases especiales, transporte, comedores, equipos de gimnasia) que hacen modificaciones sustanciales en los recibos que pagar¨¢n los padres de los escolares. De hecho, las familias madrile?as destinan un 20% de sus ingresos a pagar las facturas de los colegios.
Ayer, mi¨¦rcoles 17 de septiembre, Eva D¨ªez, de nueve a?os, asisti¨® al primer d¨ªa de clase de cuarto de b¨¢sica. Lorenzo, su padre, soci¨®logo de profesi¨®n, la lleva hasta la puerta del colegio Decroly, en la calle de Guzm¨¢n el Bueno, y as¨ª se evitar¨¢ que en la factura mensual aparezca la partida de transportes. Sin embargo, lo que Lorenzo no podr¨¢ ahorrar ser¨¢ el pago de la clase, el comedor, material, clases de ingl¨¦s y una larga serie de apartados m¨¢s que le obligar¨¢n a desembolsar un m¨ªnimo de 10.800 pesetas al mes, casi un 20% del presupuesto familiar y cantidad media que tendr¨¢n que pagar los padres de por lo menos el 60% de los 900.000 ni?os que ayer comenzaron el curso escolar.De hecho, la gratuidad total de la ense?anza la disfruta s¨®lo un 40% de los ni?os madrile?os. Y hay que decir que esa gratuidad tambi¨¦n es relativa, porque de pagar los libros, el uniforme -si lo hay-, alguna clase particular y el material, no se libra ninguna familia.
Con todo, la elecci¨®n del colegio se hace, en muchos casos, en funci¨®n de la proximidad del domicilio. Los ni?os as¨ª tendr¨¢n que madrugar menos y el transporte -siempre superior a las 3.000 pesetas- es un gasto que se evita. Por eso, la distribuci¨®n de los colegios nacionales -y gratuitos- en Madrid, con distritos sobrecargados y otros desiertos de plazas, supone una seria dificultad para muchos padres que quisieran que sus hijos se educaran en un centro estatal. Esto, unido a la exigencia que se hace en esta clase de centros, de obligar al padre de familia a demostrar unos ingresos baj¨ªsimos, hace que muchos padres opten directamente por la ense?anza privada. Hay tambi¨¦n razones de prestigio, religiosas o familiares, que determinan la b¨²squeda de caros colegios en los que la mayor¨ªa de las veces se tiene garantizado un nivel de ense?anza aceptable para los ni?os, a la vez que ¨¦stos podr¨¢n disfrutar de unas instalaciones y unos medios que de ninguna manera encontrar¨¢n en un centro estatal.
M¨¢s horas extras para pagar un buen colegio
As¨ª las cosas, la factura de los colegios empieza a ser, en el mes de septiembre, una de las causas fundamentales para que los padres busquen desesperadamente nuevas fuentes de ingresos o sacar el m¨¢ximo de dinero de su trabajo actual. Maruja, madre de una ni?a de cuatro a?os que este a?o empieza preescolar en el colegio Base explica, despu¨¦s de dejar a su hija a la puerta del colegio, que tanto ella, auxiliar administrativo, como su marido, empleado de banca, que entre las 7.000 pesetas que tendr¨¢ que pagar por la ni?a solamente de las clases, y casi 5.000 pesetas m¨¢s por la comida, tanto ella como su marido tienen que restringir al m¨¢ximo los gastos de la casa. ?Te sacas un sobresueldo con las horas extra y con cualquier otro trabajito, pero todo est¨¢ car¨ªsimo, y entre libros para el chico, m¨²ltiples gastos imprevistos para la ni?a, adem¨¢s de la ropa y del material, nos dejan con doscientas pesetas al d¨ªa para gastos de bolsillo?.Si el colegio est¨¢ subvencionado, los gastos pueden reducirse, aunque siempre depender¨¢ del tipo de subvenci¨®n y de la categor¨ªa del centro. Carmen Luisa Salazar, azafata de profesi¨®n y madre de cinco ni?os, ha conseguido plaza para todos ellos en el colegio Stoa, situado en la calle de Eduardo Aun¨®s. Es un centro laico, mixto y con car¨¢cter progresista, en el que, adem¨¢s de estar cerca de su domicilio, la ayuda econ¨®mica que le da el Estado -un 75%- hace que los gastos puedan ser soportables. ?Por la que m¨¢s dinero tengo que pagar?, explica Carmen Luisa, ?es por la ni?a peque?a, que tiene cuatro a?os y la cobran 4.000 pesetas. El de doce y el de diez a?os, pagan 1.615 pesetas, y los otros dos peque?os, 1.340?. Carmen no paga ni transporte ni comedor porque el colegio est¨¢ a pocos metros de su casa y los ni?os van y vienen a pie. La factura de los libros, que seguro que, es la m¨¢s fuerte del a?o escolar, a¨²n no les ha llegado, pero Carmen se teme lo peor, ?porque, adem¨¢s, son fichas, que no pueden heredar unos de otros?.
Pero no a todas las familias les sale tan barato el colegio, y sin llegar a los precios del Retamar, en Somosaguas, propiedad del Opus Dei, donde en concepto de entrada los padres deben entregar unas 300.000 pesetas, adem¨¢s de mensualidades de 30.000, hay casos en los que el colegio selleva una parte notable de los ingresos familiares.
Concentraci¨®n de colegios subvencionados en Chamart¨ªn
En el Virgen del Alba, en Ram¨®n y Cajal, en Chamart¨ªn, zona en la que hay una fuerte concentraci¨®n de centros subvencionados, los ni?os pagan una cantidad media de 7.000 pesetas, pese a la subvenci¨®n. Mar¨ªa, madre de dos alumnos, en octavo y quinto de b¨¢sica, cuya posici¨®n econ¨®mica puede situarla en la clase media espa?ola, paga cuatrocientas pesetas mensuales por cada ni?a. Pero luego tiene 4.000 pesetas de comedor y una hora de ingl¨¦s, por ochocientas pesetas. Ella no utiliza el transporte, pero el recibo que tienen que pagar quienes lo utilizan es de unas 3.000 pesetas. Luego est¨¢ el chandal para la gimnasia, que por muy barato que sea no cuesta, menos de 1.500 pesetas, y las clases de nataci¨®n o yudo, que supondr¨¢n otras mil pesetas m¨¢s.Rosa Mar¨ªa, madre de otra alumna de este mismo colegio, habla tambi¨¦n de todos esos peque?os gastos a los que tienen que enfrentarse a principios de curso, tales como cuadernos, gomas, pinturas, plastilinas, cartera y, sobre todo, ropa. ?Porque se da el caso de que la ni?a no quiere venir al colegio de cualquier manera, y te aseguro que me gasto m¨¢s ropa en ella que en m¨ª?.
El Yale es otro centro situado en Chamart¨ªn, aunque ¨¦ste sin subvenci¨®n, donde los padres pagan unas 9.600 pesetas al mes. Como en los restantes casos, la partida correspondiente a ense?anza es casi lo de menos. Los a?adidos del transporte, el servicio de comedor, la m¨²sica, el ingl¨¦s e incluso actividades de la asociaci¨®n de padres engrosan la factura colegial hasta obligar a los padres a vaciar m¨¢s y m¨¢s sus bolsillos.
Dentro de los colegios considerados como progresistas (Estilo, Sistema, Estudio, Liceo Franc¨¦s), donde, curiosamente, asisten los hijos de famosos pol¨ªticos localizables en partidos de izquierda, destaca el caso del Siglo XXI. Mientras que centros semejantes no bajan de una media de 15.000 pesetas mensuales, el Siglo XXI, enclavado en el barrio de Moratalaz y dirigido por los padres de los alumnos, agrupados en una cooperativa, ofrece los precios m¨¢s bajos de todo el escaparate de centros progresistas: 3.300 pesetas por ni?o, pese a no disfrutar de ninguna clase de subvenci¨®n.
Ya en centros religiosos, los precios pueden encarecerse, con la utilizaci¨®n de los uniformes y de actividades propias de estos centros, aunque los hay de precios muy diferentes. De hecho, algunos de ellos, situados en pleno centro de Madrid, en viejos edificios, no cobran al alumnado m¨¢s de 2.000 pesetas mensuales, mientras que en el Poveda, en plena Ciudad Universitaria, los recibos pueden llegar hasta las 15.000 y a las 20.000 pesetas. Otro de estos colegios es el Molino de la Hoz, situado en la carretera de El Escorial, en el que las ni?as pagan seg¨²n las posibilidades de la familia, aunque, en general, los apellidos de las alumnas sean tan conocidos como las Mart¨ªnez Bordiu y las pocas ni?as de la zona que asisten a este centro no paguen menos de 10.000 pesetas, por muy bajos que sean los ingresos familiares.
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