La reestructuraci¨®n del sector electrodom¨¦sticos, pendiente del pronunciamiento obrero
Este grupo nacional de electrodom¨¦sticos de l¨ªnea blanca se constituir¨ªa alrededor de las empresas catalanas Corber¨® y Domar, que, a trav¨¦s de un grupo con participaci¨®n mayoritaria en las dem¨¢s empresas, comprar¨ªa activos industriales, utillajes y la marca le las antiguas sociedades Bru, formando Nueva Bru, SA. Las negociaciones para la constituci¨®n de esta nueva sociedad se celebran tambi¨¦n estos d¨ªas.En un informe entregado por Check a las partes interesadas, se dice que la constituci¨®n del Nuevo grupo de Electrodom¨¦sticos (as¨ª podr¨ªa llamarse) responde a los planteamientos de la Propuesta de pol¨ªticas de saneaciento, presentada hace meses por la propia patronal del sector, ANFEL.
En este sentido, la formaci¨®n del nuevo grupo -seg¨²n los autores del plan- ofrecer¨¢ como principales ventajas que cada fabricante der¨¢ especialista en la fabricaci¨®n de un producto ¨²nicamente: Domar fabricar¨¢ lavadoras de calidad est¨¢ndar; Bru, lavavajillas y lavadoras de alto precio; Corber¨®, calentadores y cocinas (a gas y el¨¦ctricas); Carsa, frigor¨ªficos; Mepamsa, estufas de gas, campanas y condicionadores de aire, y Solthermic, placas solares y difusores de calor por radiaci¨®n. Seg¨²n el informe de Check, el aumento de las series de fabricaci¨®n supondr¨¢ una reducci¨®n de costes y, un incremento de la productividad y la competitividad; igualmente, un mayor potencial de compra con mayores oportunidades de precios, tambi¨¦n un mayor potencial de exportaci¨®n, con el respaldo de la gama de productos m¨¢s completa del mercado.
Seg¨²n el plan de la empresa onsultora, s¨®lo el sacrificio de todas las partes implicadas (Administraci¨®n incluida) propiciar¨¢ la reflotaci¨®n de estas empresas en crisis, alguna de las cuales (casos de Kelvinator y Bru) est¨¢n paradas y registran un deterioro econ¨®mico progresivo y alarmante.
As¨ª, cada uno de los empresarios se compromete a ceder a la nueva sociedad acciones por un valor del 7% del valor del capital, realizado en forma de un vend¨ª de esas acciones; su precio ser¨¢ el que resulte de as auditorias y valoraciones de activos y fondos de comercio que se realicen con un criterio homog¨¦neo.
Se comprometen igualmente los empresarios a no vender, a trav¨¦s de su propia red de comercializaci¨®n, productos que no sean fabriados por las propias empresas, a no ser que se trate de alguno que no pueda ser fabricado por ellas o no interese su fabricaci¨®n. Estas empresas no podr¨¢n realizar inversi¨®n aIguna que no est¨¦ autorizada por el grupo, y habr¨¢n de seguir las indicaciones de ¨¦ste sobre fabricaci¨®n y mercados. Tampoco repartir¨¢n dividendos hasta que est¨¦n mortizados, al menos, los dos tercios de los cr¨¦ditos concedidos por la Administraci¨®n, y se comprometen a mantener el grupo abierto a otras empresas nacionales que cumplan las condiciones para incorporarse a ¨¦l.
La viabilidad econ¨®mica y financiera de la nueva sociedad, seg¨²n el estudio, requiere una reducci¨®n de plantillas que afectar¨ªa a 1.700 de los 6.000 trabajadores ue integran actualmente las n¨®minas de las seis empresas (v¨¦ase cuadro, adjunto). Si se cumplieran las previsiones del plan, dice el informe, existe un sobrante de personal que habr¨ªa que mantenerse en regulaci¨®n de empleo.
En base a este primer estudio de urgencia, y al margen de los resultados que ofrezcan los posteriores y necesarios planes de viabilidad para cada una de las empresas, las necesidades crediticias del nuevo grupo para garantizar sin traumas su supervivencia asciende a 5.900 millones de pesetas, cantidad que se solicita a la Administraci¨®n por medio de Industria.
Al Ministerio de Hacienda se le pide la exenci¨®n del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, beneficios fiscales sobre fusi¨®n de empresas y cr¨¦ditos del Fondo de Garant¨ªa Salarial para el pago de las indemnizaciones necesarias al personal sobrante en la reestructuraci¨®n del grupo.
Y como peticiones al sector espa?ol de electrodom¨¦sticos, la declaraci¨®n del mismo como de inter¨¦s preferente; supresi¨®n o, en su def¨¦cto, unificaci¨®n al 5% del impuesto de lujo para todos los productos; implantaci¨®n inmediata de la homologaci¨®n obligatoria para los aparatos importados; apoyo a la exportaci¨®n y exenci¨®n de derechos arancelarios a la importaci¨®n de bienes de equipo e instalaciones industriales.
Finalmente, el plan prev¨¦ que en todos los casos los accionistas de las sociedades integrantes habr¨¢n de hacer ampliaciones de capital, excepto en el caso de Domar, que no lo necesita, y en el caso de Nueva Bru, que tendr¨ªa un capital nuevo de constituci¨®n de 750 millones de pesetas. De este modo, Corber¨® deber¨ªa hacer una ampliaci¨®n de capital de 650 millones de pesetas; Carsa, de 1.300, y Mepamsa, de 100. A¨²n no se ha estudiado el caso de Solthermic.
Aceptaci¨®n de los empresarios y recelo en los trabajadores
Los empresarios, que naturalmente aceptan el plan, firmaron el pasado d¨ªa 3, en el Ministerio de Industria, un documento por el que se compromet¨ªan a cumplir su parte de sacrificio. Se dec¨ªa en ¨¦l que la constituci¨®n de cualquier grupo obliga a considerar la viabilidad individual de las empresas que se van a agrupar, y que, por tanto, todas ellas deber¨ªan entrar en rentabilidad en un per¨ªodo de tres a?os. Durante ese tiempo, las empresas funcionar¨ªan de un modo independiente, bajo la gesti¨®n y control de un comit¨¦ de grupo que dictaminar¨¢ las pol¨ªticas de fabricaci¨®n y marketing. Cada una de las empresas tendr¨¢ en el comit¨¦ un representante con voz y voto. Pero si se tiene en cuenta que la nueva sociedad se nucleariza en tomo al grupo catal¨¢n y que sus representantes cuentan con dos votos en el comit¨¦ (tambi¨¦n el de KeIvinator), parece claro que Nuevo Grupo de Electrodom¨¦sticos ser¨¢ una sociedad dirigida por el Banco Industrial de Catalu?a, mayoritario en las empresas catalanas. Estar¨¢ dirigido, en definitiva, por Banca Catalana.
El saneamiento de las empresas, tal y como propone Check, ?exige un compromiso por parte de las centrales sindicales y comit¨¦s de aceptar las reducciones de plantilla establecidas en el plan. Cada empresa deber¨¢ experimentar la reducci¨®n prevista para su situaci¨®n espec¨ªfica, y, de no aceptarse, no podr¨¢ integrarse en el grupo?.
En este sentido, las centrales sindicales consideran positiva la nueva sociedad, por cuanto supone la concentraci¨®n y especializaci¨®n de producciones. Sin embargo, no est¨¢n dispuestas a firmar ninguna cifra de reducci¨®n de empleo que no resulte de una negociaci¨®n en las que ellas participen. Proponen su inicio, valorando las caracter¨ªsticas de cada empresa y aceptan el criterio de que existe en el sector un excedente humano, que ser¨¢ necesario cuantificar conjuntamente.
En su opini¨®n, para negociar las plantillas de cada empresa deber¨¢ tenerse en cuenta la necesidad de alcanzar los tiempos de fabricaci¨®n requerida para garantizar la estabilidad de las empresas, ante el reto que supone la entrada en la Comunidad Econ¨®mica Europea. Coinciden con los empresarios en que, sobre la eficacia del sistema productivo, inciden la pol¨ªtica de inversiones, la racionalizaci¨®n de la organizaci¨®n, las mejoras tecnol¨®gicas, la programaci¨®n de la producci¨®n, las series de fabricaci¨®n, el clima laboral, las condiciones de trabajo, la pol¨ªtica salarial, la cualificaci¨®n y adaptaci¨®n de la mano de obra y un largo etc¨¦tera.
Seg¨²n establece ese acuerdo de principio centrales-empresarios en materia laboral y de empleo, los sindicatos ?afirman su disposici¨®n a iniciar un proceso de discusi¨®n, tanto a las cifras de empleo previstas en el plan como a los posibles mecanismos de adecuaci¨®n de plantillas, tal como se ha podido comprobar en las negociaciones que en su d¨ªa se ultimaron para Carsa y Bru?.
En principio, los trabajadores solicitan un cr¨¦dito puente que permita la puesta en marcha provisional de esas dos empresas, a lo que, en principio tambi¨¦n, se ha negado la Administraci¨®n. En cualquiera de los casos, las reducciones de plantilla realizadas en ellas recientemente deber¨¢n ser absorbidas por las que ahora propone el plan de creaci¨®n del nuevo grupo. Tambi¨¦n han puesto como condici¨®n los sindicatos que los posibles aumentos de plantilla que requiera en un futuro la nueva sociedad se cubran ofreci¨¦ndoles prioritariamente a los trabajadores que pierdan su empleo como consecuencia de la reestructuraci¨®n.
Las centrales, pues, imponen unas condiciones que parecen no ser insalvables. En su opini¨®n, los defectos m¨¢s importantes del plan se encuentran en que no habla para nada de la industria auxiliar (adonde llegan tambi¨¦n las consecuencias de la crisis sectorial) y que se ha realizado sin consultarles previamente. ?Nos tememos?, han declarado a EL PA?S fuentes sindicales, ?que si el resto de las empresas con problemas solicitan un trato similar a estas seis, puede registrarse una masiva reestructuraci¨®n de plantillas que agrave a¨²n m¨¢s el problema del paro?.
Las asambleas de f¨¢brica tienen estos d¨ªas la palabra.
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