La diputaci¨®n impondr¨¢ mayor disciplina laboral a sus funcionarios
La diputaci¨®n provincial estudiar¨¢ en su pr¨®ximo pleno una serie de medidas dirigidas a ejercer un mayor control sobre sus funcionarios, eliminar el absentismo y aumentar la productividad y eficacia de la Administraci¨®n p¨²blica. Uno de los casos que ha podido servir como detonante para la urgencia del proyecto es el de Fernando Alvarez de Miranda, uno de los fundadores de UCD, diputado al Congreso y miembro de la comisi¨®n permanente del partido, que figura en n¨®mina desde hace siete meses -aunque no la cobre-, sin que a¨²n se haya incorporado a su nuesto.
Sin embargo, las n¨®minas de estos siete meses, m¨¢s la paga extra de julio, que ascienden en total a un mill¨®n de pesetas, aproximadamente, permanecen en depositaria a nombre del se?or Alv¨¢rez de Miranda, sin que, al parecer, ¨¦ste las haya retirado todav¨ªa. El propio Alvarez de Miranda afirm¨® ayer que ya advirti¨® en su d¨ªa que no pensaba cobrar sin trabajar, y que desconoc¨ªa por completo el hecho de que se le estuvieran abonando mensualidades como al resto de los funcionarios.De cualquier forma, este caso puede desencadenar una grave crisis pol¨ªtica en la diputaci¨®n. El asunto se ha desvelado precisamente en el momento en que se quiere iniciar el proceso citado de saneamiento interno y mejora de la imagen de la Administraci¨®n p¨²blica, y cuando el grupo de diputados provinciales de UCD ha anunciado que est¨¢ pensando seriamente en convocar un nuevo pleno extraordinario en el que se debatieran las presuntas pr¨¢cticas antidemocr¨¢ticas del se?or Revilla, contra quien se centran desde hace meses los ataques de los ucedistas.
Tanto los funcionarios como los diputados consultados insisten en que el caso del se?or Alvarez de Miranda lesiona seriamente la imagen de ¨¦tica pol¨ªtica que la izquierda presenta como una de sus cualidades diferenciadoras del r¨¦gimen anterior.
Fernando Alvarez de Miranda trabaj¨® algunos a?os en la diputaci¨®n provincial, hasta que fue deportado a Fuerteventura, en 1962, por su participaci¨®n en el llamado contubernio de Munich. (congreso democr¨¢tico de oposici¨®n al franquismo). A principios de este a?o habl¨® con Carlos Revilla sobre su reincorporaci¨®n a la diputaci¨®n, lo que fue aprobado en el pleno de febrero, con el informe positivo de la comisi¨®n de personal. El 28 de febrero, Alvarez de Miranda firm¨® los impresos que le reconocen su reincorporaci¨®n y le acreditan como t¨¦cnico administrativo general de la diputaci¨®n, el m¨¢ximo escal¨®n administrativo, superado s¨®lo por los cuerpos nacionales (secretarios, interventores, etc¨¦tera), a los que s¨®lo se accede por oposici¨®n. Desde el mes de marzo comienzan a consignarle su salario, alrededor de las 132.000 pesetas mensuales, que se van acumulando en depositar¨ªa sin que los retire. En julio declar¨® que por sus quehaceres pol¨ªticos a¨²n no ten¨ªa asignado un puesto fijo, y que en absoluto ten¨ªa ninguna intenci¨®n de cobrar sin trabajar, y que su reingreso en la diputaci¨®n obedec¨ªa fundamentalmente a una satisfacci¨®n de orden moral.
Sin embargo, y con el desconocimiento del aludido, el total de las n¨®minas de marzo, abril, mayo y junio sumaba ya 527.113 pesetas, ¨²ltimos datos concretos de que se dispone, ya que el listado de haberes del personal se hace semestralmente. De esa cantidad, unas 480.000 pesetas est¨¢n a su disposici¨®n en depositar¨ªa. El resto corresponde al impuesto por rentas de trabajo y a la Seguridad Social. La comisi¨®n de personal se dio cuenta de la anomal¨ªa que supone que un t¨¦cnico est¨¦ originando unos gastos por un trabajo que no desempe?a, y dio cuenta al se?or Revilla, quien no parece que haya adoptado hasta el momento ninguna medida al respecto.
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