Denuncian la devastaci¨®n de los montes leoneses

Vecinos de la localidad leonesa de Morgodejo han denunciado la devastaci¨®n de decenas de hect¨¢reas de bosque de robles y hayas, as¨ª como de monte bajo, por diversos empresarios que, tras obtener el correspondiente permiso para explotar peque?os yacimientos de carb¨®n a cielo abierto, dejan arrasados los montes aut¨®ctonos de la zona.Estas explotaciones se iniciaron hace unos dos a?os, y afectan principalmente a las comarcas del Bierzo y a la cuenca del r¨ªo Cea. Los empresarios son personas que, tras obtener la correspondiente licencia del leona y de los vecinos, alquilan maquinaria pesada y roturan las laderas a la b¨²squeda de carb¨®n. Al parecer, seg¨²n denuncian los vecinos y ha confirmado la Delegaci¨®n Provincial del leona en Le¨®n, muchos de estos empresarios no han respetado el ¨¢rea que ten¨ªan asignada y han devastado amplias zonas, alterando profundamente el equilibrio ecol¨®gico, el paisaje y la riqueza forestal de los montes leoneses.

La mayor¨ªa de estas bolsas de carb¨®n son muy peque?as, de manera que se agotan r¨¢pidamente, y los beneficios que producen no compensan, seg¨²n los denunciantes, los destrozos que originan. Hasta la fecha han sido roturadas unas 150 hect¨¢reas. La Delegaci¨®n Provincial del leona ha declarado a EL PAIS que ya se est¨¢n tomando medidas para evitar que los beneficiados de estas concesiones de ocupaci¨®n no reparten los da?os causados al paisaje, rellenando con tierra las excavaciones practicadas, repoblando la zona y arreglando los caminos deteriorados por la maquinaria pesada. Asimismo, el leona considera que la mayor¨ªa de estas explotaciones han sido practicadas en zonas de escaso valor, pobladas con robles, hayas o monte bajo, pero que no se ha concedido ninguna autorizaci¨®n para realizar estos aprovechamientos en los pinares repoblados por el Patrimonio Forestal.

Sin embargo, los vecinos insisten en que el leona no controla la actuaci¨®n de los empresarios, a los que conceden las autorizaciones de explotaci¨®n de carb¨®n a cielo abierto, y que incluso algunos guardas forestales del lcona, encargados de vigilar los montes, no presentan las denuncias correspondientes, por temor a represalias de las altas instancias.