Su¨¢rez: "ETA es una organizaci¨®n que no practica m¨¢s que el asesinato"
La m¨¢s dura condena de ETA -una organizaci¨®n terrorista criminal que no practica m¨¢s que el asesinato-, la m¨¢s absoluta oposici¨®n a negociar con los etarras, la determinaci¨®n de combatirlos con mayor eficacia, el prop¨®sito de modificar el tratado de extradici¨®n con Francia para obviar algunas dificultades, junto con el rechazo categ¨®rico de la llamada alternativa KAS que propugnan los abertzales, fueron algunas de las respuestas m¨¢s en¨¦rgicas del presidente Su¨¢rez en su conferencia de Prensa de ayer.La decisi¨®n de ejercer su responsabilidad de Gobierno hasta 1983, sin coalici¨®n alguna -m¨¢s all¨¢ de los actuales pactos con la Minor¨ªa Catalana-, sin adelantar la convocatoria electoral y sin que sus cr¨ªticos puedan esperar desmoralizarle e inducirle a presentar su dimisi¨®n, fue tambi¨¦n claramente reafirmada.
El encuentro con los representantes de los medios informativos tuvo lugar en el sal¨®n de columnas del palacio de la Moncloa, sobre el que se hab¨ªa dispuesto una escenograf¨ªa de cortinaje gris, escabel rojo y atril de madera en l¨ªnea con los modelos de la Casa Blanca para estas ocasiones.
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Su¨¢rez, decidido a gobernar sin coalici¨®n hasta 1983
Viene de primera p¨¢ginaEl presidente comenz¨® declarando su firme prop¨®sito de institucionalizar unas conferencias de Prensa en la Moncloa, con la finalidad e hacer m¨¢s transparente la acci¨®n del Gobierno. No tom¨® compromiso alguno sobre su. periodicidad, pero manifest¨® su deseo de que en futuras ocasiones se acotaran uno o dos temas de forma que fuera posible abordarlos con mayor profundidad.
En respuesta a una pregunta, explic¨® su prolongada ausencia de contactos con la Prensa refiri¨¦ndose a la convicci¨®n que durante mucho tiempo hab¨ªa temido de que al transmitir sus preocupaciones y emitir juicios de valor sobre el comportamiento de los partidos pod¨ªa a?adir a la vida espa?ola una mayor dosis de acritud y virulencia.
A lo largo de una hora y cinco minutos, el presidente respondi¨® a 32 preguntas. La limitaci¨®n de tiempo establecida previamente impidi¨® la intervenci¨®n de otros muchos periodistas y las repreguntas de quienes obtuvieron turno de interrogaci¨®n.
Tres sorbos de agua le bastaron al presidente para tragarse todas las cuestiones que se le plantearon y que el interesado esperaba que hubieran tenido mayor agresividad, seg¨²n coment¨® posteriormente. Adolfo Su¨¢rez mantuvo un gesto sobrio, se llev¨® varias veces la mano derecha al bolsillo del pantal¨®n, us¨® dos veces el pa?uelo y enfatiz¨® uniendo el ¨ªndice y el pulgar y subiendo y bajando el brazo izquierdo al responder sobre el terrorismo.
Pactos estables
Sobre el acuerdo con la Minor¨ªa Catalana, respondi¨® que ?el se?or Roca y Minor¨ªa Catalana no vendieron ning¨²n acuerdo a cambio de una mayor gobernabilidad del pa¨ªs. Entendieron que era absolutamente l¨®gico prestar su conformidad a esa cuesti¨®n de confianza, en funci¨®n de la propia identificaci¨®n de objetivos que la propia moci¨®n de confianza planteaba. Por tanto, hay una identificaci¨®n en un deseo general, sentido por todos generalmente, de una mayor eficacia en la gobernaci¨®n del pa¨ªs y al mismo tiempo, pienso, una identificaci¨®n con los objetivos que fueron sometidos a la votaci¨®n de confianza?.
?En cuanto a los riesgos que puede comportar el voto positivo de Minor¨ªa Catalana a la cuesti¨®n de confianza, yo entiendo que dif¨ªcilmente conseguir¨ªamos integrar a todas las nacionalidades y regiones espa?olas si partimos de la base de que sus pol¨ªticos no tienen m¨¢s radio de acci¨®n que el territorio de su propia comunidad aut¨®noma?. Asimismo se manifest¨® convencido de la estabilidad de los pactos parlamentarios.
?A m¨ª me parece que el hecho de que unas minor¨ªas hayan votado la cuesti¨®n de confianza no puede traer como consecuencia l¨®gica la pretensi¨®n de que estemos potenciando la existencia de minor¨ªas regionales. Existen, ah¨ª est¨¢n y tienen perfecto derecho a existir y a estar. Lo que sucede es que puede haber identificaci¨®n en algunos de los temas concretos, y con la Minor¨ªa Catalana existe identificaci¨®n en objetivos econ¨®micos clar¨ªsimos y en la elaboraci¨®n del Estado de las autonom¨ªas?.
El retraso del nombramiento del delegado del Gobierno en Catalu?a viene debido a la ?enorme intensidad de trabajo que tiene acumulado el Gobierno en estos ¨²ltimos tiempos -pienso que es de todos ustedes conocido- y a la elaboraci¨®n correspondiente del decreto que fija la normativa general por la que se regular¨¢ la funci¨®n del gobernador general o delegado del Gobierno en las diferentes comunidades aut¨®nomas?.
Se le pregunt¨® si hab¨ªa variado la soluci¨®n andaluza tras las conversaciones con Felipe Gonz¨¢lez, y respondi¨® que ¨¦stas, ?al igual que las que estoy manteniendo con otros l¨ªderes pol¨ªticos de los partidos representados en el Parlamento, tienen su origen en el propio debate de la cuesti¨®n de confianza. Evidentemente, la posici¨®n del Gobierno y de nuestro partido es reconocer un hecho evidente, que es la voluntad auton¨®mica del pueblo andaluz, al mismo tiempo que su deseo de igualdad. Por tanto, el Gobierno defiende las tesis del art¨ªculo 151 en Andaluc¨ªa sin la menor duda, y establece tambi¨¦n claramente que para desbloquear ese proceso se requiere la apelaci¨®n al art¨ªculo 144 como instrumento que haga viable la instrumentaci¨®n del desarrollo auton¨®mico de Andaluc¨ªa por la v¨ªa del art¨ªculo 151?.
No a un Gobierno de coalici¨®n
Respecto a las condiciones en que recomendar¨ªa un Gobierno de coalici¨®n, contest¨®: ?Yo recomendar¨ªa un Gobierno de coalici¨®n si el pa¨ªs fuera ingobernable; es decir, si el partido pol¨ªtico que est¨¢ ejerciendo la responsabilidad de gobernar tuviera clara conciencia de que no pod¨ªa hacerlo sin la colaboraci¨®n o, mejor dicho, sin la formaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n?.
?Esas circunstancias ni se han dado ni, previsible m ente, son admisibles a corto plazo. No creo, en modo alguno, que, dados los datos de que hoy disponemos, sea necesaria la formaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n para responder adecuadamente a los problemas que Espa?a tiene planteados?.
?Lo que ocurre con bastante frecuencia -y esto es absolutamente normal- es que deseen formar parte de un Gobierno de coalici¨®n aquellos que no pueden obtener el Gobierno por otra v¨ªa, que es la v¨ªa de las elecciones?.
Preguntado por el camino recorrido desde el Estatuto vasco, contest¨® que ?en ciertos momentos estamos, no solamente por decisi¨®n pol¨ªtica, que ya estaba tomada antes, en condiciones de poder garantizar que el desarrollo de las autonom¨ªas ofrecer¨¢ un espectro de mayor aceleraci¨®n, como consecuencia l¨®gica de que ya se han ido much¨ªsimas resistencias que l¨®gicamente hac¨ªan que el proceso auton¨®mico no fuera con el ritmo deseado, porque una cosa es desear que las transferencias se hagan de la noche a la ma?ana y otra es ver c¨®mo se cubren los servicios, c¨®mo se dota de personal, las asignaciones presupuestarias correspondientes, etc¨¦tera. Es decir, no ha habido, en absoluto, ninguna intenci¨®n por parte del Gobierno de retrasar el desarrollo de las autonom¨ªas?.
Por lo que se refiere a una posible negociaci¨®n con ETA, Su¨¢rez dijo que ?el Gobierno ha dejado muy clara su posici¨®n de que nunca negociar¨¢ con ETA y que ciertamente a ETA hay que combatirla como lo est¨¢ haciendo el Gobierno, soportando tensiones impresionantes, a todos los niveles; pero combatirla con una mayor eficacia en la persecuci¨®n de los delitos y con una mayor capacidad en la prevenci¨®n de los mismos. Y, paralelamente a eso, con medidas pol¨ªticas. La medida m¨¢s importante es desarrollar en profundidad el Estatuto vasco de Autonom¨ªa?.
Por tanto, ¨¦se es el camino que va a seguir Espa?a y el Gobierno espa?ol en esa cuesti¨®n. Y, evidentemente, en la forma en que se produjera, o c¨®mo se produjera ese supuesto que ha mencionado, el Gobierno espa?ol tomar¨ªa su decisi¨®n tambi¨¦n. Desde luego, no ver¨ªa con buenos ojos dicha negociaci¨®n.
Las declaraciones del primer ministro franc¨¦s, Raymond Barre, as¨ª como las conversaciones que he mantenido en numerosas ocasiones con ¨¦l, ?evidentemente hay que enmarcarlas en un plano de deseo de colaboraci¨®n con las autoridades espa?olas en la represi¨®n de todos los actos terroristas que se produzcan y, evidentemente, es el deseo de que todo eso se haga, como es l¨®gico -y es deseo del Gobierno franc¨¦s y deseo del Gobierno espa?ol-, dentro de la m¨¢s estricta legalidad?.
?Pero tropezamos, a veces, con algunas dificultades, dificultades que se derivan, en buena medida, de una concepci¨®n muy antigua de lo que ha sido ETA. Esta es una organizaci¨®n terrorista criminal, que no practica m¨¢s que el asesinato y, por tanto, no caben paliativos a su actuaci¨®n. Al mismo tiempo, sin embargo, persiste, quiz¨¢, como una secuela del pasado, la idea de que luchaba por la libertad de un pueblo oprimido. De haber sido cierto, lo que es evidente es que esos supuestos no se dan. En la actualidad hay un Estado democr¨¢tico libre que busca una forma de autogobierno en todas las nacionalidades y regiones de Espa?a y que se pone en vanguardia en la defensa de los derechos humanos. Desde esa perspectiva, las razones que pueda alegar ETA para su actuaci¨®n son inadmisibles?.
?Pero, tambi¨¦n, quiz¨¢, las dificultades que hemos tenido en algunas ocasiones con Francia han sido las derivadas del propio tratado de extradici¨®n actualmente en vigor entre Espa?a y Francia; tratado de extradici¨®n que tiene largu¨ªsimos a?os de vigencia y que no responde a la situaci¨®n real de ambos pa¨ªses y que previsiblemente hay que modificar?.
Conversaciones con Garaikoetxea
Las conversaciones con Garai koetxea fueron objeto de la si guiente respuesta: ?En las conver saciones que hemos mantenido es tos d¨ªas con el presidente del Gobierno del Pa¨ªs Vasco y con varios miembros de su Gobierno y miembros del Gobierno espa?ol, de todo el Estado espa?ol, pienso que se ha avanzado mucho. Primero se ha desbloqueado la situaci¨®n existente hasta este momento, con independencia de los acuerdos ¨²ltimos del Consejo de Ministros en materia de transferencia de competencia al Gobierno vasco. En los conciertos econ¨®micos ha habido aproximaci¨®n importante; yo dir¨ªa casi de un 70% u 80%; y, sin embargo, hay algunas dificultades?.
?Estamos firmemente decididos a potenciar la creaci¨®n de las polic¨ªas aut¨®nomas y, como establece el propio art¨ªculo 17 del Estatuto de Autonom¨ªa del Pa¨ªs Vasco, a que se comience ya la formaci¨®n y preparaci¨®n y creaci¨®n de los miqueletes y mi?ones en las respectivas provincias, as¨ª como la confecci¨®n de sus proyectos de reglamento, con independencia de la constituci¨®n, en su d¨ªa, de la Junta de Seguridad. Es evidente que nosotros consideramos que uno de los instrumentos m¨¢s importantes para consolidar firmemente la democracia en Espa?a y construir el Estado democr¨¢tico en que estamos comprometidas todas las fuerzas pol¨ªticas es el de avanzar sin ninguna clase de recelos en el proceso auton¨®mico, y en ese empe?o est¨¢ el Estado espa?ol?.
?V¨¢lido o no para la democracia?
A la pregunta de si Su¨¢rez es v¨¢lido o_no para la democracia, respondi¨® al periodista que ?con independencia o no de que pueda considerarse una impertinencia su pregunta?, la respuesta era que ?el desgaste que, l¨®gicamente, sufre un pol¨ªtico cuando tiene responsabilidades de poder se tiene que medir en un sistema democr¨¢tico no por los resultados de una opini¨®n de unos sectores interesados y, mucho menos, por los sectores pol¨ªticos de la oposici¨®n, sino por los mecanismos que por la Constituci¨®n est¨¢n previstos para el releve) de la persona desgastada y que son muy claros: una moci¨®n de censura en el Parlamento, una decisi¨®n de mi propio partido por los ¨®rganos correspondientes o una p¨¦rdida en las elecciones generales. Cualquiera de esas tres circunstancias posibilitan de una inariera muy clara la decisi¨®n del pueblo espa?ol y no la decisi¨®n de un sector de opini¨®n?.
?Lo que ocurre es que en eljuego de la oposici¨®n es normal desgastar al. jefe del Gobierno y al presidente del partido que est¨¢ gobernando. Eso es l¨®gico y normal. Est¨¢n en su funci¨®n y yo estoy en la m¨ªa de no creerme lo que ellos me dicen y de no creerme tampoco que ese desgaste se haya producido de manera tan impresionante que provocara en m¨ª una decisi¨®n de dimisi¨®n. Tendr¨ªa que dec¨ªrmelo de una rrianera muy clara, en primer lugar, mi partido, y en segundo lugar tendr¨ªan que producirse algunas de las circunstancias que est¨¢n previstas en la Constituci¨®n. Como creo que ambas cosas no se dan y desde luego la oposici¨®n, en su juego leg¨ªtimo, no va a perturbar mi ¨¢nimo ni mi serenidad, yo pienso, desde hoy, dedicarme exhaustivamente a lo que creo que es el mandato que he recibido, a trav¨¦s de los electores, que es gobernar este pa¨ªs?.
En respuesta a otra pregunta afirm¨® que ?es intenci¨®n del partido y del Gobierno que presido la de ejercer su responsabilidad en funci¨®n del mandato popular hasta el a?o 1983 y luego esperar el resultado de las elecciones para continuar gobernando otro per¨ªodo legislativo?.
Guerra del Irak-Ir¨¢n
Su¨¢rez afirm¨® que ?la repercusi¨®n que tiene para nosotros la actual situaci¨®n de guerra entre ambos pa¨ªses, en lo relativo al suministro de crudos, con ser importante, porque siempre es importante el suministro de crudos, nos afecta del orden de unos siete u ocho millones de toneladas/a?o. El stock espa?ol actual, quiz¨¢ el m¨¢s alto que hemos tenido en los ¨²ltimos tiempos, es cercano a los 140 d¨ªas, lo cual es un stock importante, y previsiblemente no tendremos dificultades en el abastecimiento de crudos para responder a las necesidades espa?olas, que est¨¢n cifradas en 52 millones de toneladas al a?o.
En todo caso, las relaciones de Espa?a con ambos pa¨ªses siguen
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siendo muy buenas, yo dir¨ªa que excelentes?.
Preguntado sobre el calendario para el ingreso de Espa?a en la OTAN, contest¨®: ?Si calendario es fijaci¨®n de fechas, se va a sentir usted bastante defraudado. El Gobierno sigue en la posici¨®n, que ya ha manifestado en varias ocasiones, de ingresar en la Alianza Atl¨¢ntica, y, sin embargo, no plantear el tema en tanto en cuanto pueda ser desestabilizador de la propia vida pol¨ªtica espa?ola. La decisi¨®n ser¨¢ producto de la soberan¨ªa de Espa?a en este tema, previo un debate parlamentario en profundidad y, desde luego, con un respaldo parlamentario suficiente?.
Preguntado sobre el impulso a las relaciones con Am¨¦rica Latina, dijo que ?las relaciones de Espa?a con Am¨¦rica Latina, desde luego, continuar¨¢n avanzando en un sentido positivo. El posible o previsible retraso en el ingreso de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea, que vendr¨¢ determinado por el propio proceso negociador que Espa?a tiene emprendido en la Comunidad, no tiene efectos diferentes a los que ya estaban planificados en la pol¨ªtica exterior espa?ola?.
A la pregunta de si el Gobierno reconocer¨¢ a la Rep¨²blica Saharaui, respondi¨®: ?Mi contestaci¨®n es claramente negativa. La pol¨ªtica espa?ola en el Magreb creo que es de todos ustedes conocida, y s¨ª que quiero afirmar que por esos procedimientos que est¨¢ utilizando el Frente Polisario, en violaci¨®n flagrante de los m¨¢s elementales prinicipios del derecho internacional, evidentemente no puede conseguir que nos acerquemos a unos presupuestos pol¨ªticos dif¨ªcilmente compatibles con la pol¨ªtica exterior espa?ola.
Sin embargo, es obvio que el Gobierno espa?ol no mantiene ninguna hostilidad hacia el pueblo saharaui, de ninguna forma.
En cuanto a la normalizaci¨®n de comunicaciones con Gibraltar, dijo que una de las condiciones para el restablecimiento de las comunicaciones es el de la igualdad de derechos y oportunidades para todos los habitantes de ambas zonas?.
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