La ejecutiva federal del PSOE paraliza la destituci¨®n del presidente de la diputaci¨®n
La comisi¨®n ejecutiva federal del PSOE dej¨® ayer en suspenso la decisi¨®n tomada el s¨¢bado por el comit¨¦ regional de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a (FSM) de solicitar a Carlos Revilla su dimisi¨®n como presidente de la Diputaci¨®n Provincial de Madrid. Posiblemente, ma?ana mismo se celebre una reuni¨®n conjunta de las ejecutivas federal y regional con el fin de que los socialistas madrile?os expliquen detalladamente las razones de su decisi¨®n. Por otra parte, EL PAIS pudo saber ayer que quince alcaldes socialistas se han dirigido a Felipe Gonz¨¢lez para pedirle que se re¨²na con ellos para tratar el tema.
Ayer, por la ma?ana, la comisi¨®n ejecutiva de la FSM envi¨® a la ejecutiva federal la resoluci¨®n adoptada por el comit¨¦ regional. Parece poco probable que la ejecutiva federal vaya a hacer caso omiso de la resoluci¨®n del comit¨¦ regional, m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos del partido en Madrid. Est¨¢ en el aire, sin embargo, la continuidad de Carlos Revilla en la diputaci¨®n, aunque sea como simple diputado. La resoluci¨®n del comit¨¦ regional s¨®lo menciona su relevo como presidente, aunque es obvio que la FSM necesita que Revilla abandone tambi¨¦n su puesto de diputado, para dejar un hueco libre que corresponder¨ªa, sin duda alguna, al que ser¨ªa nuevo presidente de la diputaci¨®n.Por otra parte, el director general y el subdirector de la Ciudad Sanitaria Provincial, doctores Garc¨ªa de la Fuente y Valderr¨¢banos, respectivamente, han puesto su cargo a disposici¨®n de la diputaci¨®n, como tambi¨¦n lo ha hecho el director de la residencia de ancianos de Villa del Prado, doctor Moneo. Los tres fueron elegidos para ocupar dichos puestos por Carlos Revilla. Luis Larroque, portavoz del grupo comunista en la diputaci¨®n, hizo ayer unas declaraciones en las que mostraba ?su profunda satisfacci¨®n por la soluci¨®n encontrada en la Federaci¨®n Socialista Madrile?a a los problemas planteados en torno a la presidencia y direcci¨®n pol¨ªtica de la diputaci¨®n?.
Historia de la destituci¨®n
El asunto Revilla ha causado un considerable revuelo en el seno del partido en Madrid, e incluso en las m¨¢s altas instancias del partido. Al t¨¦rmino del pleno del comit¨¦ regional se presentaron dos propuestas. Una, avalada por la comisi¨®n ejecutiva de la FSM, que ped¨ªa, en s¨ªntesis, el relevo de Carlos Revilla para dar fin a la crisis interna de la diputaci¨®n y alcanzar as¨ª una situaci¨®n estable que permita realizar una pol¨ªtica coherente a nivel general y sectorial. La segunda propuesta, presentada por Francisco Peir¨®, del Colectivo Socialista, solicitaba la permanencia de Revilla como presidente, en virtud de un hipot¨¦tico pacto al que hab¨ªan llegado las distintas tendencias de la FSM el mismo d¨ªa del pleno, por la ma?ana.Hay que puntualizar que tanto los sectores cr¨ªticos como la tercera v¨ªa no salieron en defensa personal de Revilla -todos admitieron como un hecho probado que su gesti¨®n al frente de la diputaci¨®n no hab¨ªa sido todo lo correcta que debiera-. Lo que dichos sectores denuncian es el m¨¦todo seguido para su destituci¨®n. Si la comisi¨®n ejecutiva convoca un comit¨¦ regional que no ha tenido tiempo de estudiar el asunto en profundidad, y apoyados en su mayor¨ªa num¨¦rica destituye nada menos que al presidente de la diputaci¨®n -vienen a decir-, el procedimiento puede repetirse para eliminar a otros militantes que ocupan cargos p¨²blicos que no pertenecen al sector dominante hoy en la FSM. Adem¨¢s, la comisi¨®n ejecutiva habr¨ªa utilizado el cese de Revilla como una demostraci¨®n de fuerza que har¨ªa entrar en vereda a algunos militantes que ocupan cargos p¨²blicos y que no se distinguen por su obediencia. En su intervenci¨®n, Alonso Puerta acus¨® a la comisi¨®n ejecutiva de demag¨®gica y populista, de provocar la divisi¨®n del partido y de no respetar el acuerdo al que se hab¨ªa llegado por la ma?ana.
El tan citado pacto es uno de los puntos oscuros de la historia. En la ma?ana del s¨¢bado se reunieron Joaqu¨ªn Leguina, Juan Barranco, Feliciano P¨¢ez y Virgilio Cano, por la FSM; Alonso Puerta, Adolfo Luj¨¢n y Cipriano Garc¨ªa, por la tercera v¨ªa; Francisco Peir¨®, Carlos L¨®pez Ria?o y Mariano Salinas, por el Colectivo Socialista, y Fernando Burgos, como representante del grupo cr¨ªtico de Fuencarral. La reuni¨®n, convocada por la comisi¨®n ejecutiva, ten¨ªa por objeto intentar llegar a una soluci¨®n de compromiso que evitara los enfrentamientos dram¨¢ticos que sab¨ªan iban a producirse. Se lleg¨® al acuerdo de que Carlos Revilla firmara una carta reconociendo sus errores (v¨¦ase EL PAIS del domingo), y as¨ª se hizo. Carlos Revilla firm¨® la carta y la present¨® a la comisi¨®n ejecutiva para ser le¨ªda en el pleno del comit¨¦, poco antes del comienzo de ¨¦ste.
Aqu¨ª las versiones var¨ªan. Para los 61 que votaron en contra, la comisi¨®n ejecutiva no respet¨® el pacto de la ma?ana y, durante el transcurso del pleno lanz¨® ataques dur¨ªsimos contra Revilla, que l¨®gicamente pesar¨ªan en el ¨¢nimo de los asistentes para pedir su destituci¨®n. Al contrario, la comisi¨®n ejecutiva manifest¨® que el pacto s¨®lo ten¨ªa como alcance ofrecerlo al pleno del comit¨¦ regional, y ver si ¨¦ste aceptaba las explicaciones de Revilla y daba por zanjado el asunto, pero que en absoluto se iba a tratar de encauzar el debate para que indefectiblemente se aceptara el contenido del pacto.
El transcurso del debate demostr¨® que los diputados provinciales opuestos a Revilla no aceptar¨ªan f¨®rmulas de compromiso. Las intervenciones de Jos¨¦ Borrell, Mar¨ªa G¨®mez de Mendoza, C¨¦sar Cimadevilla y Eduardo Ferrera, sobre todo, fueron dur¨ªsimas, mientras que el presidente s¨®lo tuvo a su favor su propia intervenci¨®n y las de los diputados S¨¢nchez Akal y Rodr¨ªguez Peral, muy suaves, por otra parte. La soledad de Revilla se hizo evidente. Nadie le defend¨ªa directamente, al margen de que los grupos cr¨ªticos y de la tercera v¨ªa reprocharan a la comisi¨®n ejecutiva el c¨®mo se habla planteado el tema. As¨ª se lleg¨® al resultado de la votaci¨®n.
Previamente, Joaqu¨ªn Leguina, secretario general de la FSM, rechaz¨® la idea de que la posible destituci¨®n de Revilla fuera el principio de una especie de caza de brujas. De hecho, parece cierto que Carlos Revilla no es enemigo pol¨ªtico de la comisi¨®n ejecutiva. Estos deben buscarse m¨¢s bien en los grupos de la tercera v¨ªa y los tres sectores cr¨ªticos, el de Fernando Burgos, Carlos L¨®pez Ria?o y Luis G¨®mez Llorente, que en estos momentos parecen estudiar las posibilidades de una operaci¨®n de acercamiento que podr¨ªa desembocar en la tan repetida idea de la nueva izquierda, promovida por Alonso Puerta, para intentar desbancar a Leguina y su equipo del mando de la FSM. Carlos Revilla no estaba en esa operaci¨®n, e incluso no la ve¨ªa con buenos ojos. Teniendo en cuenta este hecho, la comisi¨®n ejecutiva sostiene que la destituci¨®n de Revilla ha venido motivada por el grado irreversible de enfrentamiento con un grupo de sus diputados, el no haber acatado las ¨®rdenes de la comisi¨®n ejecutiva en el caso de Eduardo Ferrera y la publicaci¨®n en la Prensa de los pormenores de la crisis, que hicieron imposible la alternativa de tapar el asunto como se pudiera.
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