Primeras divergencias entre el canciller Schmidt y los liberales que le apoyan
Aun antes de que sean retirados de las paredes los carteles propagand¨ªsticos de la campa?a electoral alemana han surgido ya cr¨ªticas al ?estilo Schmidt? dentro del propio partido socialdem¨®crata y van perfil¨¢ndose las posiciones enfrentadas de socialdem¨®cratas y liberales en una serie b¨¢sica de temas de gobierno. Para el jefe del grupo parlamentario del SPD, Herbert Wehner, los cabezas de serie del partido ?no han estado cerca del ciudadano y del trabajador?. Algo similar han opinado los jusos, las juventudes socialdem¨®cratas.
Ambas posturas parecen anticipar ya una vigorosa respuesta de la izquierda socialdem¨®crata a la ?I¨ªnea Schmidt?, no s¨®lo por lo que ha representado hasta ahora, sino, sobre todo, por lo cuestionable que ser¨¢ a partir de las elecciones del domingo el desarrollo de una ?pol¨ªtica socialdem¨®crata? a trav¨¦s de un Gobierno en el que ocupar¨¢ una cartera clave el ministro de Econom¨ªa, conde Lambsdorff, liberal fronterizo a posiciones democristianas.Los liberales dicen conformarse con los cuatro ministerios confiados a ellos en el anterior Gobierno. Pero, aun en el caso muy probable de que sean los mismos pol¨ªticos quienes los ocupen, el canciller Schmidt se ver¨¢ en una dif¨ªcil situaci¨®n, porque el FDP est¨¢ dispuesto ahora, en raz¨®n de su ¨¦xito electoral, a ?llevar a cabo una pol¨ªtica netamente liberal?. Reci¨¦n comenzadas las conversaciones para fijarlos t¨¦rminos de la coalici¨®n gubernamental se ha dado a entender que existen problemas serios sobre materias espec¨ªficas: mejoras sociales, nivelaci¨®n de rentas, cogesti¨®n empresarial, etc¨¦tera.
El problema presupuestario general alem¨¢n y el comunitario tambi¨¦n ser¨¢ un tema de fricci¨®n. En estos d¨ªas, FDP y SPD deben llegar a un acuerdo de principio sobre el borrador presupuestario para 1981. Los liberales piden una reducci¨®n del gasto p¨²blico como medio de atenuar la presi¨®n estatal sobre la esfera econ¨®mica privada, entre otras razones. Los socialdem¨®cratas no ven otro camino que una elevada deuda p¨²blica para remediar el problema del paro, que, seg¨²n los pron¨®sticos, volver¨¢ a afectar el pr¨®ximo a?o a m¨¢s de un mill¨®n de ciudadanos. Los socialdem¨®cratas prev¨¦n, dentro del esquema ?marco orientador 1985?, una serie de incentivos ?dirigistas? a largo plazo para fomentar la reinversi¨®n, pero el liberal ministro de Econom¨ªa, Lambsdorff, ha dicho que esto ?no se pondr¨¢ en marcha mientras yo sea ministro?.
Otros temas conflictivos en la nueva coalici¨®n son el ahorro energ¨¦tico, que para el SPD va unido a nuevas cargas impositivas que excluye el FDP, y la pol¨ªtica exterior.
Aunque en principio se ha dicho en las oficinas de los dos partidos que no se esperan cambios personales al frente de los ministerios (con excepci¨®n del de Correog y Comunicaciones, que se ha reestructurado), no se excluye que el conde Lambsdorff establezca condiciones.
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