El libro, en oto?o
Un nuevo editorial de EL PAIS, el tercero en cuatro meses, viene a pronunciarse de manera insistente, poco imaginativa y con notoria falta de informaci¨®n, sobre las actividades de la Delegaci¨®n de Cultura del Ayuntamiento de Madrid.El texto se refiere al II Certamen del Libro de Oto?o, que se est¨¢ celebrando en el Retiro y en seis barrios de nuestra periferia. Desde el ayuntamiento se impulsa y patrocina este evento, a solicitud de los libreros madrile?os, que vieron concluir con ¨¦xito la primera edici¨®n de esta muestra cultural. A su solicitud, igualmente, la feria tiene car¨¢cter local, y no al particularismo espeso de esta delegaci¨®n. En cualquier caso, si el ayuntamiento pretendiera un certamen nacional, ?no caer¨ªa, entonces s¨ª, en lo reiterativo? Y, por otra parte, ?cree realmente el editorialista que incumbe a un ayuntamiento celebrar actos de esa envergadura?
A continuaci¨®n compara ?el tono melanc¨®lico de este certamen? con las ?habituales aglomeraciones? de primavera en la feria nacional. Creo sinceramente que, si el editorialista se hubiera pasado el s¨¢bado o el domingo por el Retiro y hubiera visto que materialmente no cab¨ªa un alfiler en la feria, no habr¨ªa escrito de memoria como lo ha hecho. Como dato clarificador basta decir que en esos dos d¨ªas, y s¨®lo en la secci¨®n del Retiro, se vendieron libros por valor de m¨¢s de trece millones y medio de pesetas, y que en los d¨ªas transcurridos se han alcanzado, s¨®lo all¨ª, los 43 millones, cifra similar a la de igual fecha del pasado certamen.
Critica el editorial la falta de especializaci¨®n, lo que, desde luego, supera las posibilidades de esta corporaci¨®n. No obstante, y en coincidencia con sus criterios, se ha solicitado la iniciaci¨®n de ese principio, y buena prueba de ello son las casetas especializadas, entre otras matertas, en arte, literatura infantil y juvenil, psicolog¨ªa, pedagog¨ªa, ciencias aplicadas, feminismo, esoterismo, cartograf¨ªa e ideolog¨ªas varias. Un simple recorrido por las ferias, que debe hacerse antes de la cr¨ªtica, demuestra lo dicho, como puede comprobarse.
Al fin, como digno remate al editorial, nos aconseja lo conveniente que hubiera sido rodear el certamen de un ?c¨ªrculo protector de actos culturales, conferencias, mesas redondas y exposiciones?, es decir, exactamente lo que se hizo, por el ayuntamiento, el a?o pasado y se est¨¢ repitiendo con m¨¢s ah¨ªnco en el presente. Cerca de ochenta actos culturales complementan la feria, pero el editorialista, que ?desprecia cuanto ignora?, no s¨®lo lo desconoce, sino que, adem¨¢s, demuestra no leer su propio diario, que los d¨ªas 26, 27 y 28 -este ¨²ltimo con fotograf¨ªa y a tres columnas- informaba puntualmente de los actos en realizaci¨®n. El hecho lleva al absurdo si se tiene en cuenta que el propio director de EL PAIS protagonizaba -ante unas mil personas-, en Aluche, un acto sobre la libertad de expresi¨®n, a prop¨®sito del certamen, el s¨¢bado d¨ªa 4.
En definitiva. creemos que es dif¨ªcil errar tanto en tan poco espacio, si bien en este caso el editorialista lo alcanz¨®. Lo triste, lo verdaderamente triste del caso es que cuando esta delegaci¨®n municipal y seis juntas de distrito se empe?an -seg¨²n los libreros y los vecinos, cada vez con m¨¢s ¨¦xito en casi todos los barrios- en difundir la cultura en los distritos m¨¢s marginados utilizando el Retiro como campana de resonancia, el editorial de un peri¨®dico que coincide con estos objetivos nos eche un jarro de agua fr¨ªa en lugar de alentarnos en nuestro ilusionado esfuerzo por la cultura, que buena falta nos hace./
, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid.
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