Militantes neonazis en la polic¨ªa francesa

El reciente atentado antisemita de la sinagoga de la calle de Copernico de Par¨ªs, que arroj¨® un balance de cuatro muertos, confirma a la opini¨®n p¨²blica francesa ?la crisis de la polic¨ªa?. El ministro del Interior, Christian Bonnet, se desminti¨® a s¨ª mismo al reconocer que existen polic¨ªas que militan en grupos neonazis.Apenas seis d¨ªas despu¨¦s de haber afirmado categ¨®ricamente que constitu¨ªa una calumnia, por parte de la Prensa especialmente, divulgar informaciones sobre la existencia de polic¨ªas fascistas, el ministro del Interior, Bonnet, en el Senado franc¨¦s, reconoci¨® el martes por la noche que entre los militantes de extrema derecha censados durante las ¨²ltimas semanas, se encuentran veinti¨²n polic¨ªas. Tres de ellos, aclaro, ?est¨¢n en misi¨®n?, es decir, se les ha encargado de infiltrar los medios neonazis. El cuerpo policial, en Francia, suma 110.000 n¨²meros, es decir, el contingente fascista no representar¨ªa m¨¢s del 0,2 por mil.

Como consecuencia del atentado, una parte al menos de los trapos sucios del contencioso polic¨ªa-fascismo se est¨¢ revelando al p¨²blico.

Ayer, el juez de instrucci¨®n de varios atentados de extrema derecha cometidos el verano ¨²ltimo dio a conocer, por medio de la Prensa, una carta en la que acusaba gravemente al jefe de la brigada criminal de sabotear la investigaci¨®n referida. El mismo juez subraya que un inspector parisiense se encontraba en Bolonia en el momento del mort¨ªfero atentado del mes de agosto, y que a ¨¦l nunca se le inform¨® sobre su condici¨®n de ?militante o de dirigente? del movimiento neonazi Fane.

Contradicciones policiales

Desde hace una semana, la comisi¨®n parlamentaria que investiga sobre el asesinato del ex diputado giscardiano Jean de Broglie, ha reiniciado sus trabajos, y, una vez m¨¢s, varios responsables policiales se contradicen sobre el punto fundamental de esa encuesta: determinar si el entonces ministro del Interior, Michel Poniatowski, amigo y consejero del presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing, estaba o no al corriente de que De Broglie iba a ser asesinado.Los sindicatos m¨¢s representativos del cuerpo de polic¨ªa se enfrentan con las autoridades, por considerar que su trabajo ?se ha politizado, es decir, sirve al Gobierno y no a la sociedad?.

Este debate cotidiano, dramatizado por los recientes atentados antisemitas, ha colocado al cuerpo en posici¨®n de sospecha ante los franceses. ?La polic¨ªa?, anota un comentarista, ?se ha convertido en un Estado dentro del Estado, que escapa a todos los controles?.

La polic¨ªa tiene sus leyes internas, y, en general, su ropa sucia se lava en secreto. Han sido necesarios cuatro muertos y la estupefacci¨®n general para que la polic¨ªa, de mala gana, reconozca la existencia de militantes de extrema derecha en sus filas.