Malos tiempos para el circo
Malos vientos corren para el circo de Bronco Billy, triste recuerdo de brillantes precursores. Como toda una ¨¦poca arrinconada por los avances de la t¨¦cnica electr¨®nica, esta feria ambulante, con su jefe indio domador de serpientes de cascabel y su protagonista, ?el rev¨®lver m¨¢s r¨¢pido del Oeste?, apenas consigue llenar los bancos de su carpa, convertida en refugio de chicos en los asuetos dominicales.Clint Eastwood, actor nacido de y para la violencia, convertido m¨¢s tarde en director de s¨ª mismo y discreto realizador, ha elegido esta vez para su lucimiento no una historia de muerte en las grandes ciudades entre bandas y rifles de precisi¨®n temible, sino un relato paralelo a la carretera que a veces incluye alusiones a otros lugares menos trashumantes. Adem¨¢s lo ha tomado en clave de humor, haci¨¦ndole m¨¢s llevadero, lo que, en definitiva, se agradece, despu¨¦s de tanta truculencia como sus filmes arrastran com¨²nmente.
Bronco Billy
Gui¨®n de Denis Hackin. Director: Clint Eastwood. Int¨¦rpretes: Clint Eastwood, Sandra Locke, Geoffrey Lewis. M¨²sica: Snuff Garret. Panavisi¨®n. Color. EE UU. Humor. 1980. Local de estreno: Roxy A.
Sin ser un gran actor ni caer en un Travolta cualquiera, Eastwood sabe medir sus fuerzas a un lado y otro de la c¨¢mara con sentido com¨²n y un f¨ªsico que, sobre todo en los primeros planos, recuerda que el tiempo no perdona ni siquiera a los actores m¨¢s afortunados.
Los mitos del Oeste parecen sufrir hoy un proceso de degradaci¨®n continuo y corrosivo. Ya en el filme de Travolta pod¨ªa adivinarse el final de una era de vaqueros convertidos en obreros del petr¨®leo. Aqu¨ª asistimos a otro final iniciado cuando el Oeste traicion¨® al Oeste, meti¨¦ndose bajo una lona para convertirse en el mayor espect¨¢culo del mundo.
La peripecia de este circo ambulante incluye situaciones ya habituales y alguna que otra de nuevo cu?o, en la que, sin perder el humor y, sobre todo, sin grandes pretensiones, se da al espectador una imagen un tanto melanc¨®lica de lo que un d¨ªa fue entusiasmo de todos para quedar despu¨¦s en recreo de ni?os.
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