Un m¨ªnimo de 30 ciclistas se quedar¨¢ sin equipo para la pr¨®xima temporada
Como todos los a?os, una vez llegado el oto?o, el ciclismo comienza a luchar desesperadamente por su subsistencia. De los ocho equipos profesionales que exist¨ªan el a?o pasado, s¨®lo es segura la continuidad de cuatro. Dos han desaparecido ya, y los otros dos buscan recursos econ¨®micos para sobrevivir. Entre treinta y cincuenta profesionales van a quedarse sin equipo. Es, hay que insistir, el problema al que se enfrenta cada oto?o un deporte a?os atr¨¢s pr¨®spero en nuestro pa¨ªs.
La ¨²ltima temporada, el ciclismo espa?ol consigui¨® reunir ocho equipos profesionales, n¨²mero m¨¢s alto que el de campa?as precedentes y que sirvi¨® para alimentar falsos optimisi?os. Tres de los equipos eran fuertes en presupuesto: Teka (con Lejarreta, Thaler y De Jorickheere como hombres m¨¢s importantes), Zor Vereco (Rup¨¦rez, Juan Fern¨¢ndez y Lasa) y Kelme (Galdos, Belda y Pedro Torres). Los dem¨¢s, ya m¨¢s modestos, eran: Flavia (Murga), Colchones CR (Coll), Pe?a Hermanos Manzaneque (Z¨²?iga), Reynolds (Lagu¨ªa) y Henninger (Fern¨¢ndez Ovies y Cima).Teka, Zor (a partir de ahora Zor Helios), Kelme y Reynolds seguir¨¢n para la temp¨®rada pr¨®xima. Henninger y Flavia ya han desaparecido, si bien hay desesperados intentos por revivir al segundo. Colchones CR seguir¨ªa si encontrara alguna otra marca dispuesta a hacerse cargo de parte del presupuesto, y el PH Manzaneque, equipo creado ya hace tiempo por el ex corredor Fernando Mazaneque (cuyo hermano peque?o, Jes¨²s, es tambi¨¦n corredor y colabora con Fernando en la gesti¨®n al frente del equipo), busca desesperadamente alguna marca financiadora (sponsor) para salir adelante. De hecho debe dinero a alguno de sus corredores en la anterior camapa?a.
Pero a¨²n en el caso de los mejores equipos, la situaci¨®n no es halag¨¹e?a. El Teka ha reducido su presupuesto de 45 millones, de la ¨²ltima campa?a, a 38, cosa que ha conseguido reduciendo el n¨²mero de profesionales de veintitr¨¦s a dieciocho. Entre los ocho equipos existentes el a?o pasado reun¨ªan un total de 105 profesionales espa?oles (hab¨ªa algunos extranjeros). Unos treinta, en el mejor de los casos, y casi cincuenta, en el peor, se quedar¨¢n sin equipo para esta temporada.
En cualquier caso, hay que apresurarse a aclarar que calificar de profesionales a esos 105 ciclistas supone incurrir en una inexactitud Su ficha deportiva les califica como tales, pero no son, ni mucho menos mayor¨ªa los que pueden vivir y mantener a una familia con lo que el ciclismo les da. Para esta temporada pr¨®xima, el contrato m¨¢s alto firmado hasta ahora es el de Juan Fern¨¢ndez (tercero en el Campeonato del Mundo de Fondo en Ruta y campe¨®n de Espa?a), a quien su nuevo equipo, el Kelme, le pagar¨¢ casi cuatro millones. Cerca de esa cantidad s¨®lo est¨¢ Rup¨¦rez, vencedor de la Vuelta a Espa?a. Por encima del mill¨®n de pesetas anuales no habr¨¢ m¨¢s que otros diez corredores. Son muchos, cerca de la mitad, los que tienen como paga diez mensualidades de 40.000 pesetas, e incluso hay bastantes que no llegan a esa cantidad.
Estos ingresos podr¨ªan verse seriamente incrementados si, como ocurre en algunos otros pa¨ªses de tradici¨®n ciclista parecida a la espa?ola, los corredores tuvieran la oportunidad de correr criteriums, carreras de un d¨ªa, que suelen ser incluidas en Italia, B¨¦lgica, Holanda o Francia en los programas de festejos de cualquier ciudad de mediana importancia. En Espa?a se est¨¢ tratando de imponer esta costumbre, y esta ¨²ltima campa?a se organizaron doce criteriums, cantidad rid¨ªcula en comparaci¨®n con la de los pa¨ªses citados, pero que supone un primer paso. Un corredor puede embolsarse por un criterium unas 12.000 pesetas.
Casi un lujo
Las marcas comerciales que deciden patrocinar un equipo ciclista lo hacen, obviamente, porque esperan reingresar en concepto de publicidad lo que invierten. Por desgracia son muchas las marcas que llegan pronto a la conclusi¨®n de que lo que el ciclismo les reporta es menos que lo que les cuesta, y retiran el equipo. Un ciclista lleno de carteles con el nombre de una marca s¨®lo interesa en el caso de que gane carreras, y no todos pueden ganar carreras. Y aun los que las ganan no tienen ya el car¨¢cter de figuras populares que ten¨ªan a?os atr¨¢s. Loro?o, Bahamontes y Julio Jim¨¦nez fueron, a?os atr¨¢s, tan populares como el futbolista que m¨¢s, pero hoy d¨ªa por el ciclismo se interesan s¨®lo unos pocos.Un buen equipo (los citados Kelme, Teka y Zor Hellos) tiene un presupuesto por encima de los treinta millones. Es la cantidad m¨ªnima para reunir un conjunto decoroso con el que salir al Tour o al Giro, lo que supone extender la publicidad a otros mercados. Por poco m¨¢s de diez millones se puede reunir un conjunto m¨¢s modesto, de andar por casa. El gasto es mucho menor, pero el alcance publicitario tambi¨¦n lo es, porque no se puede salir de Espa?a ni se puede apenas contar con un hombre que gane carreras. La Federaci¨®n decidi¨® hace dos a?os apoyar con dos millones, en las dos primeras temporadas, a cada equipo nuevo que saliera (en realidad s¨®lo dispon¨ªa de cuatro millones por este concepto, por lo que s¨®lo pod¨ªa dar esta cantidad a d¨®s equipos cada a?o), pero esa cantidad no compensa ni a los de menores aspiraciones. Y est¨¢n tambi¨¦n los viajes. El material suelen obtenerlo de forma gratuita, lo que no deja de ser un alivio, porque una buena bicicleta de carreras est¨¢ hoy por encima de las 100.000 pesetas. Y tambi¨¦n suelen obtener un alivio con las dietas. Los organizadores de carreras entregan dietas por corredor y d¨ªa, para estancia y alimentaci¨®n en las localidades en que se celebran las carreras. Las dietas no las cobran los corredores, sino el equipo, que luego busca el alojamiento lo m¨¢s barato posible.
El gran fiasco de este oto?o se produjo como consecuencia de las expectativas creadas en torno a la posible aparici¨®n de un nuevo equipo grande. Urraca y V¨¦lez, los hombres que dirig¨ªan el desaparecido KAS, proyectaban crear un fuerte equipo, que durante m¨¢s de un mes se convirti¨® en el sue?o dorado de todos los profesionales.
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