El Papa cita at Freud, Marx y Nietzsche en su cuarta alusi¨®n al "adulterio del coraz¨®n"
Por cuarta vez consecutiva Juan Pablo II ha tocado en su discurso del mi¨¦rcoles a la audiencia general el tema del adulterio del coraz¨®n. Pero esta vez, despu¨¦s de haber repetido que ?las palabras del Evangelio de ning¨²n mi3do contienen una condena del cuerpo y de la sexualidad?, ha dicho, con un lenguaje nada f¨¢cil, que la interpretaci¨®n que ¨¦l est¨¢ dando de este pasaje b¨ªblico ha sido admitida por Freud, Marx y Nietzsche.
Afirma el Papa que ?determinar el significado propio de las palabras del discurso de la monta?a, en el cual Cristo hace una llamada al coraz¨®n humano, es importante no s¨®lo a causa de las viejas costumbres nacidas del maniqueismo, en el modo de pensar y de valorizar las cosas, sino tambi¨¦n a causa de algunas posiciones contempor¨¢neas que interpretan el sentido del hombre y de la moral?. Aqu¨ª cita a los tres grandes pensadores, Freud, Marx y Nietzsche, recordando que Ricoeur los apellida ?inaestros de la sospecha?. Seg¨²n Juan Pablo II, existe una ?significativa convergencia?, pero al mismo tiempo una ?divergencia fundamental? con la hermen¨¦utica que tiene su fundamento en la Biblia, ?a la cual intentamos dar expresi¨®n en nuestro an¨¢lisis?.?En qu¨¦ consiste la convergencia de los tres grandes maestros laicos con la teor¨ªa del Papa del adulterio del coraz¨®n, incluso con la propia mujer?, lo dice ¨¦l mismo con estas palabras: ?Consiste en el hecho que los pensadores antes citados, los cuales han ejercitado, y siguen haci¨¦ndolo, un gran influjo en el pensamiento y en la valorizaci¨®n de los hombres de nuestro tiempo, parece que en realidad tambi¨¦n ellos acusan y juzgan el coraz¨®n del hombre?.
Triple concupiscencia
M¨¢s a¨²n, a?ade el papa Wojtyla, ?lo juzgan y acusan precisamente a causa de lo que en el lenguaje b¨ªblico, sobre todo del evangelista Juan, se llama concupiscencia: la triple concupiscencia ?. Seg¨²n, el Papa, esta triple concupiscencia de la que habla el Nuevo Testamento se encuentra en los tres grandes pensadores: Nietzsche representa ?la soberb¨ªa de la vida?. Marx ?la concupiscencia de los ojos?, y Freud ?la concupiscencia de la carne?.Estos tres autores, que han descubierto cada uno, una de esas concupiscencias, se limitan, sin embargo, afirma Wojtyla, ?a poner el coraz¨®n en continuo estado de sospecha?, mientras la Biblia va m¨¢s all¨¢, y por eso, seg¨²n el Papa, es m¨¢s rica. En la Biblia, ha dicho el Papa, la triple concupiscencia ?no constituye el criterio fundamental y absoluto de la antropolog¨ªa y de la ¨¦tica. El Evangelio no se limita como Freud, Marx y Nietzsche a sospechar del coraz¨®n humano, si no que le hace una llamada a la redenci¨®n?. El hombre de la Biblia, dice el Papa, ?se siente llamado a realizar el significado esponsal del cuerpo y a expresar de este modo la libertad interior del don, es decir, de aquella fuerza espiritual que deriva del dominio de la concupiscencia de la carne?.
Los observadores afirmaban ayer que ?el Papa ha echado mucha carne en el asador y de nuevo se levantar¨¢ la pol¨¦mica?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.