Las relaciones EE UU-Espa?a no sufrir¨¢n cambios

Las relaciones pol¨ªticas y econ¨®micas entre Espa?a y Estados Unidos no variar¨¢n sensiblemente en el caso de que Reagan salga elegido presidente y una nueva Administraci¨®n republicana sustituya en Washington a la actual, dem¨®crata, seg¨²n aseguraron fuentes diplom¨¢ticas espa?olas en la capital norteamericana. La negociaci¨®n para renovar el tratado de amistad y cooperaci¨®n entre los dos pa¨ªses podr¨ªa sufrir en todo caso un aplazamiento t¨¦cnico hasta que el nuevo Gobierno est¨¦ formado, pero en ning¨²n caso una demora pol¨ªtica. Esta es la opini¨®n del embajador de Espa?a en Washington, el ex ministro Jos¨¦ Llad¨®, quien muy posiblemente ser¨¢ el encargado de ejecutar la renegociaci¨®n del tratado sobre nuevas bases de igualdad.Tanto dem¨®cratas como republicanos desean la continuidad de las relaciones entre Madrid y Washington, basadas en la estabilidad del actual r¨¦gimen democr¨¢tico espa?ol, aceptando para ello, aunque sin entusiasmo, nuestro ingreso en la CEE, y deseando, aunque sin presiones aparentes por parte de la Administraci¨®n Carter en los ¨²ltimos meses, nuestra entrada en la OTAN.

Un factor importante

?Espa?a ser¨ªa un factor importante para la Alianza Atl¨¢ntica, pero ¨¦sta es una decisi¨®n que depende del Parlamento y del pueblo espa?oles?, declar¨® a EL PAIS James Thebergt, miembro del consejo de relaciones exteriores del equipo Reagan. Los republicanos afirman conocer mejor y tener m¨¢s sensibilidad para el tema espa?ol, ?que hemos estudiado profundamente?.

A pesar de que a primeros de a?o, sobre todo si Carter es reelecido, debe iniciarse la renegociaci¨®n del tratado para terminarla en primavera, el Gobierno espa?ol todav¨ªa no ha definido la filosof¨ªa de la negociaci¨®n. El cuadro de la misma no est¨¢ completo y simplemente se ha concluido un estudio de los acuerdos bilaterales firmados por EE UU con terceros pa¨ªses y alianzas. Tambi¨¦n se ha efectuado un an¨¢lisis de las ¨¢reas de los actuales acuerdos que Espa?a considera insatisfactorias.

Sobre la base de recibir un trato de ?mejor amigo? y con la perspectiva de que, a diferencia de la ¨¦poca de Franco, Espa?a no busca en la negociaci¨®n una legitimaci¨®n pol¨ªtica, el Gobierno de Madrid tratar¨¢ de encontrar una relaci¨®n profunda sobre bases de igualdad con Washington. No se tratar¨ªa de un alineamiento con EE UU, ya que se entiende que no puede ni debe haber una coincidencia plena con Washington. Esta posici¨®n de partida permitir¨¢ a Espa?a negociar sin dramatismo.

Fuentes diplom¨¢ticas estiman tambi¨¦n que en la negociaci¨®n saldr¨¢ el tema de la posible utilizaci¨®n de nuestras bases, ?que le interesan a Estados Unidos para desplegar su fuerza de intervenci¨®n inmediata, en caso de conflicto en el golfo P¨¦rsico?. Este punto ser¨ªa enfocado con criterio pragm¨¢tico: ser¨ªa aceptable su utlizaci¨®n cuando los intereses de los dos pa¨ªses coincidan, y Estados Unidos recibir¨ªa una negativa en caso contrario.

Las autonom¨ªas, incomprendidas

Por ¨²ltimo, aunque la relaci¨®n institucional entre los dos pa¨ªses sea buena toda v¨ªa, el nivel de confianza no es pleno y se sigue pensando que ?Espa?a a¨²n puede sorprendernos?. No se acaba de entender, por ejemplo, el problema de las autonom¨ªas.