Los sindicatos italianos buscan una nueva definici¨®n para la ¨¦poca de crisis

El sindicalismo italiano, uno de los m¨¢s agresivos del mundo, est¨¢ a punto de dar un cambio muy importante. Se va a convertir en un sindicato reformista y europeo, aunque lejano a¨²n de los modelos alem¨¢n e ingl¨¦s. Un sindicato, afirman sus principales l¨ªderes, que por primera vez est¨¢ dispuesto a abandonar su antigua rigidez para hablar en p¨²blico y sin falso pudor de ?eficiencia de la empresa y de productividad en el trabajo?.La fecha para esta nueva era del sindicato italiano es el 15 de enero pr¨®ximo, cuando, en Mil¨¢n, se reunir¨¢n para estudiar el nuevo proyecto m lles de cuadros y de delegados sindicales de los tres grandes gremios: CISL, CGIL y UIL. Se va a tratar de una consulta imponente nunca conocida en este pa¨ªs y que va a intentar una aut¨¦ntica reestructuraci¨®n sindical.
El primer acto acaba de concluirse. Se trata de la reuni¨®n de los dirigentes de los tres grandes sindicatos en una asamblea unitaria que ha aprobado el documento base de discusi¨®n. Son noventa f¨®lios que ser¨¢n estudiados y discutidos, f¨¢brica por f¨¢brica, y oficina por oficina, antes de llegar a la gran concentraci¨®n de Mil¨¢n.
Despu¨¦s del primer cambio de hace tres a?os, con ocasi¨®n del famoso Congreso Nacional en Roma, donde el l¨ªder sindical comunista Lama, secretario de CGIL, lanz¨® la pol¨ªtica de la austeridad, que mereci¨® entonces, de las jerarqu¨ªas sindicales, la acusaci¨®n de ?reformismo?, el Congreso de Mil¨¢n constituir¨¢ el nuevo paso decisivo hacia una aut¨¦ntica reconversi¨®n.
Lo m¨¢s importante es que existe una gran convergencia entre los tres grandes sindicatos. El golpe de gracia para esta revisi¨®n ha sido el caso Fiat, que produjoen elmundo sindical amargura y humillaci¨®n. Pero los l¨ªderes nacionales afirman que Fiat ha sido s¨®lo la gota de agua que ha hecho desbordar una situacion que iba creciendo d¨ªa a d¨ªa cargada de amenazas para el sindicato.
La CGIL y la nueva orientaci¨®n
Uno de los mayores promotores de esta nueva orientaci¨®n sindical es el socialista Agostino Marianetti, que es, el n¨²mero dos del gran sindicato mayoritariam ente comunista CGIL. Seg¨²n Marianetti, ha llegado la hora de que el sindicato se d¨¦ cuenta que existe una profunda crisis industrial y que hay que acabar con ciertos viejos esquemas que ven en el empresario s¨®lo un demonio. Hablar de productividad y de eficiencia de una empresa, afirma, no significa ?hacer una operaci¨®n de restauraci¨®n progresista?, porque lo que se necesita hoy es empujar la creaci¨®n de ?un pa¨ªs industrialmente avanzado?.Analizando el caso Fiat, los mayores l¨ªderes nacionales del sindicato han afirmado que la primera industria automovil¨ªstica del pa¨ªs hab¨ªa iritentado. superar su crisis con la devaluaci¨®n de la lira la reducci¨®n del personal para aumentar la producci¨®n.
A este planteamiento de Fiat, el sindicato se opuso, y con raz¨®n. Pero donde el sindicato se equivoc¨® fue en la alternativa propuesta. La verdad es que ni Fiat ni otras empresas se salvan hoy, afirman los sindicalistas, sin un aumento de la productividad. Pero este aumento de la productividad no tiene necesariamente que caer s¨®lo sobre las espaldas de cada uno de los trabajadores.
Hay que saber hacerlo, por ejemplo, ?reorganizando el trabajo y utilizando mejor las estructuras de la f¨¢brica?, y sobre todo abandonando ?ciertas rigideces del pasado?. El sindicato quiere volver a estudiar el problema de la diferenciaci¨®n de sueldos seg¨²n las diversas especialidades, para que no se pierda el est¨ªmulo por el trabajo y la preparaci¨®n de ¨¦ste.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.