Reagan: "La paz mundial es mi objetivo prioritario"

Viene de primera p¨¢ginaRonald Reagan present¨® su equipo ?californiano? encargado de la transici¨®n, en cuyas manos quedar¨¢ la distribuci¨®n de los 250 o 300 altos puestos de la nueva Administraci¨®n republicana, m¨¢s otros 2.500 a 3.000 adjuntos.

El presidente del comit¨¦ electoral de su campa?a, el abogado neoyorquino William Casey, de 67 a?os, presidir¨¢ su comit¨¦ ejecutivo de transici¨®n. En dicho comit¨¦ figurar¨¢n, entre otros, por parte republicana, Edwind Meese como director ejecutivo; Anne Armstrong, vicepresidenta; Caspar Weinberger, consejero de Econom¨ªa; Martin Anderson, consejero de Interior, y Richard Allen, consejero de Seguridad Nacional.

Sali¨® en defensa de Allen, que, seg¨²n la Prensa, hab¨ªa utilizado su cargo en la Administraci¨®n Nixon para impulsar sus negocios personales; ante estas revelaciones, Allen se hab¨ªa retirado de la campa?a republicana.

Reagan desmitific¨® ?sus planes secretos? para una liberaci¨®n de los 52 rehenes norteamericanos detenidos en Teher¨¢n. Record¨® que la Administraci¨®n wcarter sigue en pie hasta el 20 de enero, que ?no perderemos ni un minuto para lograr la liberaci¨®n?, y lanz¨® una advertencia a los iran¨ªes para que no ?se aprovechen? de la situaci¨®n transitoria.

Los temas de relaciones exteriores, uno de los ?puntos d¨¦biles? del nuevo presidente, ocuparon gran parte de la conferencia de Prensa, a la que no falt¨® su nota de humor negro, cuando una periodista de la cadena de televisi¨®n ABC pregunt¨® a Georges Bush si ?iba a la Casa Blanca para, participar en les funerales del presidente?, como dijo una vez a primeros de a?o, cuando pugnaba en Reagan por el nombramiento de candidato a la elecci¨®n presidencial. Risas, palabras de Bush precisando que se ?iban a repartir los funerales?, confirmaron el sentido del humor de Reagan y dejaron el tema en tablas, para un presidente que, por vez primera en la historia de EE UU, contar¨¢ con setenta a?os de edad cuando el 20 de enero de 1981 se haga cargo de la Casa Blanca.

Pasando a los temas serios, y quiz¨¢ graves, que comporta toda inc¨®gnita presidencial en un pa¨ªs con el peso de Estados Unidos, Reagan se?al¨® que ?todo est¨¦ vinculado? en el momento de definir las relaciones futuras con la URSS. Cit¨® los telegramas de felicitaci¨®n enviados por los primeros dirigentes sovi¨¦ticos con quienes, de acuerdo con los planes pol¨ªticos de Reagan (aunque no lo record¨® expl¨ªcitamente en la conferencia de Prensa), EE UU renegociar¨¢ el tratado SALT II, de limitaci¨®n de armamento nuclear, firmado en junio de 1979, en Viena, entre Breznev y Carter.

Vincular todos los temas

?Vincular? (linkage) fue una de las palabras m¨¢s repetidas por Reagan en torno a las futuras relaciones EE UU-URSS. Se supone que Washington se prepara a relacionar el conjunto de actividades y pol¨ªticas de la URSS (invasi¨®n de Afganist¨¢n, inc¨®gnita sobre el futuro de Polonia, apoyo a ciertos reg¨ªmenes tercermundistas) para sustituir a ?las todav¨ªa, f¨®rmulas desconocidas de la Administraci¨®n Reagan?.

?George ser¨¢ muy ¨²til en esta labor?, dijo el presidente electo Reagan, preguntado por el futuro de las deterioradas relaciones entre Estados Unidos y la mayor¨ªa de pa¨ªses de Europa Occidental. Dijo que no le ?molestaban? las estrechas relaciones existentes entre el presidente de Francia, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, y el presidente de la URSS, Le¨®nidas Breznev, insistiendo, a preguntas de la Prensa, en el deseo de ?contar con estrecha amistad? con los dirigentes europeos.

?Restablecer la confianza de los aliados en Estados Unidos?, dar la importancia que merece a la OTAN (no hay diferencia entre dem¨®cratas y republicanos en sus deseos ?oficiosos? de patrocinar la entrada de Espa?a en la OTAN) y ?consultar? con los aliados, fueron puntos destacados por Ronald Reagan en su primera conferencia de Prensa, tras su clamorosa eleccion popular como presidente, que puso de relieve el claro giro a la derecha y el conservadurismo dado por la sociedad norteamericana.

America Latina tendr¨¢ prioridad en la pol¨ªtica exterior del t¨¢ndem Reagan-Bush, para que todos los pueblos de Am¨¦rica ?del Norte, del Centro y del Sur? caminen unidos en la libertad. El respeto de los derechos humanos, que fue una de las prioridades de la antigua Administraci¨®n Carter, sobre todo en sus primeros meses en la Casa Blanca. continuar¨¢ con Reagan, aunque ?no vamos a distanciarnos de al-unos pa¨ªses porque piensen de otra forma que nosotros?, dijo Reagan. El j¨²bilo con que la victoria de Reagan fue acogida en las capitales del Cono Sur latinoamericano marca el camino.

La situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo ser¨¢ analizada bajo el inter¨¦s com¨²n de preservar la paz, dijo Reagan, que calific¨® a la OLP de ?organizaci¨®n terrorista?, pero distingui¨® entre la organizaci¨®n palestina y los refugiados palestinos.

Separaci¨®n entre negros y blancos

El nuevo presidente insisti¨® en que respetar¨¢ el ?programa de la plataforma republicana; por ¨¦l he sido elegido?. Programa que otorga la prioridad a la soluci¨®n de la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica (con reducci¨®n del 30% de la presi¨®n fiscal, para reactivar la econom¨ªa). Record¨® que no apoya la enmienda constitucional que reconoce la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer; prometi¨® liquidar la t¨ªmida legislaci¨®n que permite el aborto bajo ciertas condiciones, y volver al antiguo sistema de transporte escolar separado entre blancos y negros en algunas zonas del pa¨ªs.

Los l¨ªderes de las comunidades negras no ocultan sus temores ante la amplitud de la victoria de Ronald Reagan, que prometi¨® no tener en cuenta ?colores ni razas?, sino s¨®lo la eficacia, en el momento de repartir altos cargos en la Administraci¨®n. Los movimientos feministas muestran tambi¨¦n su desacuerdo,y los estudiantes de la Universidad de California, en Berckeley, en las cercan¨ªas de San Francisco, fueron los primeros en manifestar su desacuerdo.