El estrepitoso fracaso de los institutos de sondeo

El fracaso estrepitoso de Jimmy Carter no ha sido s¨®lo el de un presidente dem¨®crata, sino tambi¨¦n el de los pron¨®sticos realizados por los m¨¢s famosos institutos de sondeo pocas horas antes de que se iniciasen los comicios, y que auguraban un resultado cercano al empate. S¨®lo hace 32 a?os, en las elecciones presidenciales de 1948, cuando Harry Truman derrot¨® a Thomas Dewey -al que los sondeos situaban en cabeza-, los institutos de opini¨®n p¨²blica norteamericanos se equivocaron de tal manera.Seg¨²n los especialistas del equipo electoral de Carter, el ¨ªndice de popularidad del actual presidente se hundi¨® entre el domingo y el lunes, perdiendo un 10 %.

El asunto de los rehenes, y su no liberaci¨®n a ¨²ltima hora, no puede explicar todo. Otra explicaci¨®n posterior sugerida por los encuestadores se refiere al impacto subvalorado de una ?metedura de pata? cometida por el presidente en su debate televisado con Ronald Reagan.

Ante cien millones de telespectadores, Carter explic¨® que hab¨ªa tenido una discusi¨®n con su hija Amy, de trece a?os de edad. ?Le pregunt¨¦ cu¨¢l era el problema m¨¢s importante. Contest¨® que pensaba que era el armamento nuclear?. Esta sorprendente alusi¨®n por parte del presidente de Estados Unidos a la opini¨®n de una ni?a no ha contribuido a mejorar la imagen de ?firmeza? del presidente.

Un sondeo realizado por Associated Press y la NBC a la salida de los colegios electorales indicaba que para el 85% de los votantes la principal cualidad de un presidente era la ?firmeza?.

Pero lo m¨¢s sorprendente de la elecci¨®n presidencial ha sido la deserci¨®n del electorado tradicionaImente dem¨®crata y que los sonde os s¨®lo previeron muy parcialmente. El ¨²nico grupo que permaneci¨® globalmente fiel a los dem¨®cratas fue el electorado negro. En cambio, la poblaci¨®n hispana ha concedido m¨¢s del 33% de sus s ufragios a Reagan, junto con el 50% del electorado jud¨ªo de Nueva York, que con su voto provoc¨® la derrota dem¨®crata en el segundo Estado norteamericano por el n¨²mero de sus compromisarios.

Reagan ha obtenido m¨¢s votos obreros que Carter, y el voto femenino, que los insfitutos de sondeos atribu¨ªan al actual presidente, se ha repartido mitad y mitad.