Repercusiones en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana

?Deseo que mi viaje apost¨®lico sirva, aunque s¨®lo pueda llegar a pocos sitios, para honrar a toda la querida naci¨®n alemana, cuya historia, tan ¨ªntimamente ligada a la de la Iglesia, hunde sus ra¨ªces en la tradici¨®n cristiana?. Esta referencia del Papa a la naci¨®n alemana manifiesta su deseo de dirigirse no s¨®lo a los cat¨®licos de la rep¨²blica federal, sino tambi¨¦n a los de la rep¨²blica democr¨¢tica. Y esta alusi¨®n ha levantado toda suerte de suspicacias entre los obispos y en el Gobierno de Alemania Oriental, que llevan diez a?os esperando que el Vaticano haga bueno su propio lema ?las fronteras del Estado son las fronteras de la Iglesia?. Este principio ya se hizo efectivo en 1972, con las di¨®cesis polacas regentadas por obispos alemanes. La Iglesia en la RDA est¨¢ divida en seis circunscripciones eclesi¨¢sticas, y s¨®lo una de ellas cae enteramente en territorio de la RDA. De las otras cinco, s¨®lo dos, la di¨®cesis de Berl¨ªn y la administratura apost¨®lica de G¨®rlitz, tienen su sede en territorio de Alemania Oriental, las otras tres pertenecen a di¨®cesis sitas en territorio de la RFA. La jerarqu¨ªa cat¨®lica., de acuerdo en esto con la pol¨ªtica oficial de la RDA, evita toda manifestaci¨®n que sancione la unidad de los cat¨®licos alemanes. No habr¨¢ viajes de peregrinaci¨®n a la. RFA, procedentes de la Rep¨²bli.ca Democr¨¢tica y s¨®lo unos pocos jubilados recibir¨¢n autorizaci¨®n para ver al Papa. Seg¨²n el programa oficial, el ala 17 tendr¨¢ lugar, en Fuilda, un encuentro del Papa con ?la conferencia alemana de obispos?, a la que pertenece el obispo de Berl¨ªn. Este, al igual que su predecesor, nunca ha llegado a tomar parte, siendo representado sistem¨¢ticamente por un sustituto. Parece que s¨®lo asistir¨¢ esta vez si tambi¨¦n son invitados otros obispos extranjeros. La Iglesia cat¨®lica de la RDA cuenta con 1.300.000 miembros, unas mil parroquias, en las que trabajan unos 1.500 sacerdotes, se financia mediante el ?impuesto eclesi¨¢stico?, aportaciones de los fieles y una subvenci¨®n del Estado destinada, principalmente, al mentenimiento de lugares de culto. El viaje del Papa la coloca ante una delicada situaci¨®n, ya que, si hasta ahora guardaba celosamente sus distancias ante el Estado, evitaba, por otra parte, cualquier manifestaci¨®n que sancionara la unidad de los cat¨®licos alemanes.