Homenaje y reivindicaci¨®n de B¨¦cquer en Sevilla

Los miembros del colectivo sevillano de arte y poes¨ªa Gallo de Vidrio celebrar¨¢n ma?ana una serie de actos en memoria de Gustavo Adolfo B¨¦cquer (Sevilla, 1836-Madrid, 1870), al cumplirse este a?o el 110? aniversario de su muerte. El homenaje, junto al inevitable recuerdo, tendr¨¢ mucho de reivindicaci¨®n y denuncia del estado ruinoso en que se encuentra la casa natal del poeta.

Los actos dar¨¢n comienzo a las siete, cuando los componentes de Gallo de Vidrio y otros amantes de un B¨¦cquer ?le¨ªdo en la adolescencia, olvidado y vuelto a leer con ojos nuevos cuando la vida alcanza su plenitud?, como se?ala Rafael Montesinos, su mejor bi¨®grafo, se dar¨¢n cita en el pante¨®n de sevillanos ilustres de la facultad de Bellas Artes para depositar ante su tumba flores y rimas.El peregrinaje po¨¦tico de Gallo de Vidrio continuar¨¢ con la lectura de Maese P¨¦rez, el organista, en el propio lugar en que transcurre la inmortal leyenda -el convento de Santa In¨¦s- y el recital de varias composiciones becquerianas en la plaza de San Lorenzo, a pocos metros de la iglesia en la que fue bautizado el poeta, y culminar¨¢ ante la casa en que viniera al mundo el 17 de febrero de 1836, en el n¨²mero 28 de la calle del Conde de Barajas.

La casa en cuesti¨®n es, hoy por hoy, una prueba m¨¢s del delito de lesa cultura de una Sevilla que olvida a muchos de sus hijos ilustres despu¨¦s de obligarles en vida al desarraigo. Blanco White, Cernuda, B¨¦cquer... son ejemplos de este menosprecio hist¨®rico.

Tuvo Rafael Montesinos que escribir una carta al Rey para que la Direcci¨®n General del Patrimonio, Archivos y Museos incoase expediente para la declaraci¨®n de la casa como monumento hist¨®rico-art¨ªstico, el 24 de mayo de 1979, seg¨²n inform¨® ayer a EL PAIS el delegado provincial d Cultura. Para entonces, los actuales propietarios ya hab¨ªan procedido al derribo interior de la vivienda sin licencia municipal de ninguna clase. En medios culturales de la ciudad se estima que s¨®lo una negociaci¨®n de la propiedad con el Ayuntamiento o el Ministerio de Cultura podr¨ªa conseguir la salvaci¨®n definitiva de la casa.

Tambi¨¦n se halla en estado ruinoso la famosa Venta de los Gatos, en el camino de la Macarena a San Jer¨®nimo, donde Gustavo Adolfo B¨¦cquer se inspir¨® para otra de sus leyendas. En una escapada de Madrid (??Es este el para¨ªso que yo so?¨¦ en mi aldea?/Dios m¨ªo, qu¨¦ decepci¨®n tan horrible?, escribi¨® de la capital), el gran poeta rom¨¢ntico acudi¨® a la venta y pregunt¨® por una bella muchacha, Amparo, a la que a?os antes hab¨ªa pintado en ese mismo lugar. La joven hab¨ªa muerto literalmente de un amor prohibido por las convenciones sociales, y B¨¦cquer cont¨® su historia en la leyenda La venta de los gatos.

No confiando excesivamente en las iniciativas oficiales, los poetas y artistas de Gallo de Vidrio hacen una insinuaci¨®n original: dada la manipulaci¨®n lucrativa que de la figura de B¨¦cquer vienen realizando determinadas entidades bancarias en sus campa?as publicitarias, ¨¦stas bien podr¨ªan compensar al poeta en concepto de utilizaci¨®n de imagen, acometiendo por su cuenta la reconstrucci¨®n de su casa natal o la venta antes citada.